Tramontana e insomnio
Friday, 16 de May de 2014 por Ramón
La tramontana es un viento que procede del valle del Ródano, choca con los Pirineos y entra por donde puede. A veces bufa, así dicen en el Alt Empordà, a 150 kilómetros por hora o más. Cuando se mantiene un tiempo la gente enloquece, se encabrona. Aunque hoy amanece un poco más calmo, hemos tenido tres días bien soplados. Mañana hay partido decisivo, en el que se resuelve la Liga. Lo veré en el club social del pueblo rodeado de culés rebufados. Deberé extremar la precaución en mis posibles alegrías. Nada de gritar provocador ¡Gol de España! como hacía en mis tiempos en El País.
En Tarifa también corren vientos locos que obligaron a colocar pasamanos para que las personas puedan agarrarse a la vida y no volar hacia una fractura ósea o algo peor. También ventosea y mucho en Chicago donde la orientación de algunas calles las convierten en autopistas de viento mientras que otras próximas viven en la calma chicha. Nueva York no necesita vientos porque ya es una ciudad de locos en la que los locos de medio mundo se sienten como en casa.
No sé si es el ventoseo de estos días o el comecocos de la vida, pero aquí estoy insomniado, los ojos cansados de par en par. Hay noches en las que las pesadillas no viven dentro del sueño, se sientan en el quicio de la cama con los pies colgando y se empeñan en darte conversación. Busco músicas que las exorcicen y pueda echar una cabezada de una hora antes de arrancar la jornada. Esta de Imagine Dragons puede funcionar, es casi una nana. Feliz viernes.
Ay qué maldito viento! siempre que voy a ver mis familiares de La Bisbal temo que nos azote. Sí que pone “chota” ese bufar. pero cómo te inspira a ti y que bien nos viene a nosotros. Fantástico post!!
Algo más de lluvia y de tramontana y de insomnio y de…necesita este país (estes paises y sus gentes)…
Hace aproximadamente un mes pusiste esta misma canción pero en otra versión y me enamoró , también me emocionó ,,, todo junto!!
Todo un descubrimiento para mi ignorancia musical.
Descansa mi querido Ramón sólo si descansa tu cuerpo, podrá descansar tu cabeza.
Qué bien “cuentas”. Chapeau