Navegantes de desiertos
Saturday, 10 de May de 2014 por Ramón
Los desiertos devoran huellas y rastros humanos. Son cambiantes, imprevisibles, caprichosos. No permiten desandar sin perderse. El camino está en el cielo. Son las estrellas las que nos guían por rutas invisibles. Pasé de navegante de aguas a navegante de secanos.
En los desiertos la noche es gélida, se mete tiritante en los huesos. El firmamento está tan al alcance de la mano que si estiras el brazo atraviesas la Osa Mayor con los dedos. En el desierto los silencios tienen eco. A veces devuelven voces que no te pertenecen.
En la inmensidad del desierto descubres el tamaño de la nada, tu insignificancia existencial. Me duele la vista de tanto mirar sin ver. Viajo con los hombres de azul, mis amigos. Lo que no saben ellos de arenas y dunas lo aprendieron los camellos. En los desiertos no se piensa, solo se siente y se avanza. Pensar despierta los espejismos, las nostalgias.
Qué precioso lo que dices, aunque quede ese transfondo… A mí me cautiva el desierto y siempre que puedo, vuelvo. Quizás es una forma de regresión al principio de todo. Buen finde!