Tarde de sofá
Saturday, 12 de April de 2014 por Ramón
Lucho contra un texto que debo entregar antes del sábado. Cada palabra parece un Tourmalet. Me cuesta avanzar porque tengo día de sofá. Perder el tiempo, el dolce far niente, es un derecho humano. Cuando pierdo el tiempo, pienso, me ordeno, hago la digestión de las heridas. Tumbado es la postura más segura para no extraviarse en el bosque.
Acaban de llover gotas y olores a tierra mojada, como si Madrid fuese campo.
Hoy ha sido el funeral de Anya Niedringhaus en Alemania: imágenes, memorias, voces de muertos y de vivos como si todos fuésemos la misma atemporalidad suspendida. Sarajevo 1993, 1994, 1995. ¡Cómo marcan algunas experiencias!, te dejan varado en playas sin palabras ni red, desnudo. Debí viajar a Alemania, solo por abrazar a amigos. Me siento huérfano de ellos.
Escucho música, otra forma de entrar en silencio, en ausencia.
Los jefes grandes son los que siempre saben estar. Gracias Santi; gracias Anja; gracias Yannis por tu maravillosa foto.
Una pena. Ultimamente más funerales que cine. Los testigos de una época se han ido yendo de forma natural pero a estos jóvenes no les toca, rompen nuestros esquemas y nuestros corazones. Me adhiero a tu homenaje. Era una rosa fresca, valiente y alegre. Hay muchas otras rosas ya marchitas que ahí siguen en primera línea dando guerra y molestando.
Esa frase de que “es ley de vida” no debería utilizarse. Es una puta ley.
Es ley de vida que una alemana se despida con 80-90 años y una afgana con 50-60 (desconozco cifra exacta)…lo que ya debe hacer pensar sobre las desigualdades humanas…y es ley que marcan los putin y diversos fanàticos nacionalistas ucranianos que hacen ifícil pasar de x los cumpleaños que celebrarán muchos adolescentes ucranianos…el policía afgano, como la carcoma, non son los únicos ni los mayores responsables de que el piso de madera se hunda…