Escribir para salvarse
Saturday, 29 de March de 2014 por Ramón
Los escritores escriben para que les quieran. No es una decisión consciente, sino una consecuencia de su fragilidad. Se sumergen en sí mismos para contar el mundo, o para inventárselo. Inventar vidas es una forma de vivir, de transformar la realidad, de revolucionar el orden establecido por los insensibles.
Hay personas que nacen con una capacidad extraordinaria para el sentimiento. Para sobrevivir a ese don es necesario canalizar la emotividad extrema. Quienes no lo consiguen se destruyen a sí mismos, se ahogan en el exceso del sentir. Para sobrevivir hay que aprender a expresar, crear, a deshacerse del exceso. Aquellos que lo logran a través de la literatura, la música, la pintura, la escultura, o cualquier otra vía creadora, tienen una posibilidad de escapar a la locura.
Los contadores de historias no son hombres o mujeres de papel, son más bien náufragos de sí mismos, errantes marinos. Es más fácil querer en la ficción, a través de las historias contadas o inventadas, que en la realidad. La realidad quema, deja heridas.
Vivimos en un mundo poco táctil: faltan abrazos, silencios; sobra ruido, espectáculo.
Fui educado en un mundo de distancias. Los adultos no besaban a los niños. Entendían que la educación solo se podía ejercer desde la rigidez del mando, sin fisuras ni debilidades. Querer, expresarlo, era una forma de derrota. Somos la generación averiada.
No estoy de acuerdo. Creo que es compatible escribir, amar las historias y la escritura, y amar a personas a las que adoras. No entiendo la dualidad en pretender separarlo. Los abrazos como las palabras, narradas desde el alma, sanan. Todo tiene que salir del corazón. Punto.
Sí, cuando no hay gestualización en los afectos que recibes, no sabes tampoco luego mostrar los mismos, salvo en los casos más intimos.
No sé, yo creo que cada persona es diferente y también sus reacciones ante los mismos hechos. La idiosincrasia de cada uno es la que tiene la última palabra en este tema, al margen a veces de como has recibido la educación afectiva y práctica.
Están muy bien tus pensamientos porque nos obligas a reflexionar, volver a leerlos, plantearnos preguntas que antes no nos habíamos hecho.
Tu blog es intelectualmente muy eficiente. Siempre “llegas” y siempre “tocas”.
Por cierto, parece que los buenos periodistas estaís moviendo un poco el mundo de los medios de comunicación. A mi me parece muy ilusionante que se vayan abriendo periódicos digitales o en papel que acogen a profesionales que en algún momento tuvimos miedo de perder. A ver si llega a mi pueblo el Heraldo de Madrid y os leo.
Que buena es la transformación después de expresar y hacer realidad todo ese mundo interior! un abrazo
Estoy muy de acuerdo con lo que muy brillantemente expones en tu post. Si, los que tenemos una cierta edad somos una generación averiada, debido a que en la etapa de la infancia fuimos “severamente educados” cuando interiormente estábamos “pidiendo” una caricia, un beso, un estimulo. Esto equivale ,es, una herida, que siempre le tendremos que estar echando cromer y otros productos farmacéuticos. No se puede herir la planta cuando está naciendo, cuando sea mayor, tiende a refugiarse mucho en si misma, pensando que todo el mundo está estigmatizándola.
http://intentadolo.blogspot.com.es/2014/03/el-22m-exito-total-sin-cabida-peros.html
Me gustaria saber escrebir como tu. Gracias por tu palabras,
[…] Escribir para salvarse, por Ramón Lobo. […]
[…] libro en el que está enfrascado. Me encanta leerlo porque sí pero a veces encuentras joyas como Escribir para salvarse con frases como “Es más fácil querer en la ficción, a través de las historias contadas o […]