Inmigración, propaganda e injusticias
Wednesday, 19 de March de 2014 por Ramón
El miedo es un programa electoral peligroso: desata las bajas pasiones y desde ese lugar de la entrepierna, no se piensa, solo se reacciona. Ahora que la amenaza del terrorismo autóctono, el de ETA, parece amainar por mucho que algunos se empeñen en estirar el chicle, surge la inmigración como el gran problema del Estado. Desde el Ministerio del Interior se cuantifica el número de personas dispuestas al salto de la valla: 30.000, 40.000, 80.000. Ya no valen las concertinas. Es año electoral y anticipo de otro mayor.
Resulta poco responsable y nada creíble ese baile de números que aumenta por días, o por telediarios. Las cifras falseadas y las mentiras deberían estar penadas, al menos en los medios de comunicación. Somos responsables de separar la propaganda de los hechos comprobados, no de repetir globos sonda como si repetir la cantinela del poder fuera nuestro trabajo. El nuestro es un servicio a la ciudadanía, no a los ministros.
Las fuentes oficiales que filtran información tienen un objetivo: colocar su punto de vista en el debate colectivo. Dicen que los saltos a la valla se han triplicado este año. Hablamos de 530 personas en enero y febrero. El año pasado, 75.000 inmigrantes se marcharon de España debido a la crisis. No parece una invasión, solo un pico de desesperación. Eso es contexto.
España es uno de los países que más ha recortado en ayuda al desarrollo y cooperación. No es consistente esta política avara con esta publicitada preocupación por los saltos del hambre. Dejamos de ayudar a comunidades y países en crisis extrema, de reconstruir economías rotas por las guerras, las catástrofes o los saqueos, a cambio de un recorte económico ridículo. Tres décadas de prestigio a la papelera. ¿Y la patraña publicitaria de la marca España?
Cooperar es invertir en ellos y en nosotros. Los países que funcionan no producen inmigrantes en masa. España se queja de los subsaharianos mientras que decenas de miles de jóvenes españoles se ven obligados a buscarse la vida en América Latina y Europa. España está entre los diez principales exportadores de armas del mundo. La mayorías de las personas que llegan a Ceuta y Melilla huyen de la miseria y la guerra. ¿A qué estamos jugando? La política de la exportación de la injusticia es el gran efecto llamada.
Las Áfricas también cantan, Feliz día.
Hace unos día hacia cola ante el mostrador de información de una oficina del Ayuntamiento. Delante de mi estaba una persona con apariencia de sudamericano (dicho esto con todo el respeto). LLega su turno y le dice al funcionario; “Buenas, venía a desempadroname”.
Asi estamos……..
La lástima es que yo no me puedo “desnacionalizar”
¡ Quien los oía hace años culpabilizar a Zapatero por su política de inmigración con su frase preferida “el efecto llamada” . Pues ahora no creo que vengan porque los del PP los animen a venir. ¿Cuando se darán cuenta de que vivimos en un mundo globalizado y totalmente desequilibrado gracias sobretodo a las políticas de los países que siguen, en el fondo, teniendo mentalidad colonialista e imperialista?
En este país no se proporciona dignidad ni a los propios ciudadanos ¿cómo esperar que se les dé un trato digno a los inmigrantes “pobres”?. Nunca un mafioso del origen que sea se ha encontrado con una concertina para dificultar su entrada en el país o la nacionalidad. Cualquier día crearán un mercado no de esclavos pero sí de inmigrantes y cuando los necesitemos subirá el precio para comprarlos y cuando no, se devaluarán como simples monedas.