La máquina del tiempo nevada
Thursday, 28 de November de 2013 por Ramón
La nieve, aunque sea un nada, despierta infancias, ese territorio mítico en el que está todo lo que somos y lo que no llegaremos a ser. Se activa la máquina del tiempo: brotan sentimientos, vuelan flashes, voces, olores. En los días de nieve, aunque sea un nada como hoy, uno se levanta colgado de una sonrisa.
Sales a la calle, donde los coches ya han arruinado la noche blanca, y te cruzas con personas sonrientes. Es como si hubieran repartido optimismo en lugar de sal. Haces fotos, las cuelgas en las redes sociales y en pocos minutos responden decenas de navegantes sonrientes conectados a su propia infancia, el paraíso perdido, el infierno olvidado.
En lugares de mucha nieve la alegría matinal llega por otros medios porque la nieve más que un activador de recuerdos en un problema de movimientos.
Viví dos años en Washington DC. Allí las nevadas son enormes, te dejan varado sin poder acudir al trabajo. No importaba cuánto incordio generaban en el presente, aquellas nieves inmensas me seguían activando un trozo del pasado que he archivado en la carpeta de recuerdos amables.
Hubo un año en Madrid que entre nevadas y heladas estuvimos algunos días sin colegio. Ahora no tengo escuela ni puesto de trabajo, no tengo profesor ni jefe a quien obedecer. Esta nevada de hoy, aunque sea un nada, es mi primera nevada de libertad y sabe a gloria. Feliz día.
Buenos días:
😀
Es cierto, recuerdo una buen nevada en Barcelona, donde no es frecuente que suceda, con un buem bombo, porque faltaban días para tener mi hijo, cómo empezó a nevar y todos con esa sonrisa 😀 y las bolas de nieve que empezamos a lanzarnos, con desconocidos. Disfruta, desde tu ventana, de esos tejados blancos ahí, calentito, acariciando la gata. Ya vendrán tiempos de deshielos y caudalosos cauces, no perdamos esa esperanza…
Es ver la nevada y alegrarse la cara, misterios de la vida.
Recuerdo el invierno de 2009-2010, nevó como 5 veces en Madrid, qué gran época, con el bebé en brazos.
Espero poder disfrutar yo también de la calefacción esta tarde, porque no funciona muy allá últimamente.
Feliz día.
Es algo indescriptible, algo genial.