Santos artesanales frente a santos al por mayor
Monday, 14 de October de 2013 por Ramón
Los santos y beatos españoles nos desbordan el calendario. Quinientos dos de una tacada. Este tipo de santificaciones corales las inventó Juan Pablo II que era un rock star, como Bono, el de U2, que el otro no da para nada. Antes elevarse a los altares exigía sus diligencias en un proceso largo y complejo. El abogado del diablo hacía su trabajo con minuciosidad enfermiza para que no le colaran ovejas negras en el rebaño. De beato a santo podrían pasar varios papas, incluso siglos.
Me gustaban más aquellos santos artesanales que el santo en serie actual. Se personalizaba mejor; podías aprender de memoria su vida, obras y milagros y rezarle llegado el caso. Son tiempos de masificación en el cielo y en la Tierra.
Este empeño de la Iglesia española en poblar el firmamento de nacionales, nunca mejor dicho, es loable, incluso patriótico. Si alguna vez llegaran a celebrar elecciones allá arriba saldría de presidente uno de los nuestros, o de los de ellos. Quizá Josemari (Aznar) en persona, que es muy salvador de causas nobles, como la unidad de España, la democracia, Irak.
Sorprende que el cardenal Rouco Varela tenga tanta y repetida mala suerte en su misericordioso empeño de hallar católicos muertos a manos del franquismo, sea durante la guerra o después. El lado izquierdo del cielo español anda romo y desapamparado.
Quizá sería más fácil si la Iglesia española tomara empeño en empujar a las autoridades hacia la búsqueda de los 130.000 desaparecidos forzosos que dejó la Guerra Civil, la mayoría del bando republicano. Sorprende tanto silencio en un asunto que es de justicia, uno de los motores de la religión.
También es urgente que pida perdón por su concubinato con la dictadura y por los beneficios que de ello obtuvo y que aún disfruta.
Sería ejemplar que la Iglesia liderase un verdadero proceso de reconciliación en España, como el que presidió en Sudafrica el obispo anglicano Desmond Tutu. No es que cante el asunto de los santos, es que sobre todo canta su actitud con los vivos.
En Argentina los santos europeos no son conocidos, sólo San Cayetano, italiano, que es el santo del trabajo, y eso doy fe, porque cada vez que voy al barrio de Liniers pido y se hace el milagro.
Es el santo que más congrega gente.
Su día es el 7 de agosto, y ya un mes antes hay filas de gente esperando para ser los primeros para entrar a su iglesia.
San Cayetano y por supuesto las distintas vírgenes, Luján e Itatí en la provincia de Corrientes.
Están los populares tipo el gauchito Gil, o Yemanya que es la diosa del mar, pero estos no son de la iglesia.
Lobo, nada que añadir, te ha salido redondo.