Seamus Heaney y la energía que permite escribir
Saturday, 31 de August de 2013 por Ramón
Cuando muere un poeta de la talla de Seamus Heaney se hace un silencio universal; es como si se detuvieran todas las palabras del mundo. Pasada la primera impresión, el homenaje necesario, las palabras regresan a sus griteríos y decires, a los hábitos de contar la vida menuda en espera de que otro gigante las transforme en arte.
Leí que Heaney sostenía que existían espacios -su casa, por ejemplo- en los que uno entra y se conecta a una fuente universal de energía. A veces es una vista al mar o a la montaña, el orden de los objetos, una ausencia, la infancia. El poeta, el escritor, cuando entra en ese espacio mágico solo tiene que situar los dedos sobre el papel o el teclado y estos se mueven solos.
Al mudarse de aquella primera casa tardó meses en poder escribir. El acto sublime de dejarse invadir por los sentimientos, las emociones, las vivencias, se convirtió en un esfuerzo agotador. No había energía exterior. Al leer sobre sus problemas con los espacios me sentí un alma gemela, pero sin su talento. Nos quedan sus poemas: letras impresas en espera de ser resucitadas por cada lector que las pronuncia. Gracias poeta, gracias Irlanda.
No me puedo creer que Seamus Heaney haya muerto… Era un gran poeta sin duda. Gracias Ramón por tu homenaje. ¿Realmente no escribió en meses sólo porque era una casa nueva? Yo me deprimiria si estuviera meses sin escribir.
Para mí, mi casa también es una fuente universal de energía, pero yo no le saco tanto provecho como el poeta q.p.d.