Despedida a lo grande de Nueva York
Sunday, 11 de August de 2013 por Ramón
La despedida de Nueva York fue a lo grande: miramos en dirección opuesta a Central Park, más allá Broadway Avenue, la frontera hacia el oeste, y descubrimos el delicioso Riverside Park a la altura de la 105, nuestra calle en estos quince días. Fue un acierto de María Exploradora.
Nos cruzamos con una boda en la que las damas de honor vestían trajes morados y llevaban flores lilas, quizá como una premonición. Dos equipos jugaban al fútbol (mal) sobre un césped artificial mientras que un niño negro con una camiseta amarilla fluorescente con el nombre de Eto’o pedía cancha. Decenas de dueños con perro se movían por los senderos unidos por correas elásticas. La gente sonreía, parecía feliz; los perros, también, sobre todo un galgo que movía el rabo como si fuera la hélice de un avión.
Varias parejas jóvenes celebraba un cumpleaños sentados junto a sus proles sobre una isla de césped; una de las madres ayudaba a su niño, no más de dos años, a caminar como equilibrista sobre una cuerda. A pie del río Hudson volaban las bicicletas, algunas de alta competición. En ese doble carril de ida y vuelta que llega hasta Battery Park entraban milagrosamente corredores de fondo, ciclistas, peatones, bomberos entrenando rescates y curiosos. Si en Sevilla saben mover masas en Semana Santa sin incidentes mayores, en Nueva York saben mover el caos con maestría.
Encargué un coche por Internet a la compañía de los siete sietes, con el fin de que nos llevara al aeropuerto después de comer. Pagas un poco más, pero es mejor, al menos a la vuelta a casa. Pasamos una seguridad poco invasiva, discreta, eficaz. Uno de los funcionarios señaló una mochila con el escudo del Barça y me delaté en un santiamén. Se mostró entusiasmado con Cristiano Ronaldo y el Real Madrid tras su partido contra el Chelsea.
Despegamos al atardecer. Antes de girar para entrar en pista, se apareció un Manhattan silueteado entre rojos, azules, grises y naranjas. Una hermosura.
Paula había amanecido triste, irascible. Le expliqué que todo lo bueno se acaba y que todo lo malo, también, que es mejor pensar en lo bien que lo hemos pasado, en lo mucho que ha conocido. Tiene que aprender a masticar recuerdos, digerirlos y protegerlos.
Llegamos a un Madrid vacío, de domingo y en agosto. Parece que alguien le quitó el tapón a la bañera: un desierto, Los dos primeros cajeros automáticos del aeropuerto estaban fuera de servicio. ¡Marca España! Al llegar a mi barrio, a Ópera, sentí cierta pertenencia. No es Nueva York, no somos glamurosos, no es una ciudad para bicicletas, no somos una potencia económica, cultural o periodística, pero esto tiene su encanto. También hay que aprender a regresar a casa, saber quiénes somos, qué defendemos.
Gracias por estar ahí estos días. Feliz domingo.
Ópera, para muchos bohemios, siempre será casa, música, barrio, entrañas del viejo Madrid y la mamá de Sol con su brazo en Arenal.
Gracias a usted.
¡Feliz domingo!
Sí, a mi también me ha sabido mal que haya finalizado el viaje virtual, pero viaje al fin y al cabo. Voy a aprender quien soy y qué defiendo que es lo que toca, dices.
No quiero molestar, vengo de visita al olor de Nueva York. Y me gusta el que habéis visto vosotros.
Saber quién somos y q
Buenas tardes y bienvenido y ahora con esa renovación que da el haber experimentado todo eso, ganar unos eurillos y organizar el siguiente… Quedo a la espera. Muchas gracias por compartirlo 😀
“Al volver de un viaje uno tiene la secreta esperanza de que algún milagro pudo haber hecho que todo sea distinto, pero basta con salir a la calle un rato para que la esperanza se rompa, sin anestesia.”
(Luppi, Lugares Comunes).
Feliz regreso.
…mientras escucho la suavidad de las grandes voces….
sonrio a la esperanza…
este blog, mi tesoro,
mi ventana a la humanidad,
magistral, hermano lobo,
juegos de palabras,
engrandences el castellano…
yo con ti go doonde tu vayas,
ay, amor…..
oh qué tesoro para la humanidad,
ese lenguaje tan fino que a todos deja kao,
e sonriente a l ‘stesso tempo…
great regreso !!!
en una estabilidad,
y esa vulnerabilidad que lo cubre todo…
óle, presencia,
porte.
un simple gesto,
un escudo que hermana y mantiene su regreso a casa.
poca la despedida, grande el olvido.
genio lobo, eres un genio
namasté amor te amo
Continuo dos días después. Es curioso, he descubierto que se puede sentir nostalgia de un viaje que no he hecho.
No me entusiasman los USA, pero hai que reconocer lo artistas que son haciendo puentes… graciñas por el paseo!