Sin frenos y cuesta abajo
Thursday, 18 de July de 2013 por Ramón
Cada día, una sorpresa. Ya no es el incesante goteo de la lista de Bárcenas, la exposición pública de las (des)vergüenzas de un partido presidido por un inepto o las noticias que llegan desde Andalucía donde muchos dirigentes del PSOE son de esa formación porque es el que lleva más de 30 años en el poder, no por ideas, o por convincción.
El poder corrompe sin distinción de sigla y corrompe absolutamente. Por eso, en democracia son imprescindibles los contrapesos. En esta crisis política que lleva larvándose décadas, desde una transición mal acabada, los líderes han dinamitado todos los controles. Sucede en las dictaduras y en los países más corruptos.
No existe Parlamento. Solo unos grupos parlamentarios que votan en comandita y unos diputados obedientes -salvo excepciones notabilísimas- que se reparten prebendas sin deber de transparencia. La Jefatura del Estado está tocada por escándalos yernísimos y por la sensación ciudadana de que han dejado de ser útiles. Los jueces; bueno, los jueces: depende del magistrado que instruya la causa para que salga cara o cruz. Y si este es rana, como Garzón, se le fulmina.
Ahora resulta que además de Cospedal y los 200.000 del ala y los huevos ventosa de Rajoy, el señor que preside el Constitucional es militante del PP, de los que cotizan, y dice que tampoco dimite, que es todo legal: ser militante e independiente a la vez.
Si no queda una sola institución para contrapesar este desatino, este saqueo, quedará la calle, como cuando vivía Franco. Pues en eso estamos.
Buenos días. En eso estamos aunque va lento, cuando el Franquismo carecíamos de tantas cosas y derechos, que ellos estaban en el filo la navaja, ahora vamos tirando con lo que queda y concienciar después del shock llevará su tiempo, aunque también es cierto que con su comportamiento diario están facilitando el cambio. A ver si surge alguien a quien veamos y sea independiente a los tejemanejes corruptos.
En otra web dices que la culpa no es de Rajoy sino de los españoles. Ahí está el problema que Rajoy es uno de estos españoles. Pero más