El suflé independentista
Sunday, 30 de June de 2013 por Ramón
Barcelona vivió anoche un concierto de emociones. Se cantó a la independencia, a Catalunya, a un deseo de escapar que nos invade a muchos. Se llamó Concert per la Llibertat como si la Transición no hubiera terminado. Supongo que cada uno es portador de sus razones. Las habrá históricas, familiares, culturales, políticas; también de moda y contagio, un cierto miedo a quedarse fuera, señalado.
Es difícil escribir sobre emociones colectivas porque todo lo colectivo arrastra un punto de irracionalidad. He estado esta semana en Barcelona y mis amigos, que son internacionalistas como yo, sostienen que el suflé está bajando.
Ser internacionalista es defender valores y derechos humanos por encima de razas, religiones, identidades y nacionalidades, y comer mucha ensaladilla rusa. Lo de la ensaladilla es broma, claro.
El PSC está tan desorientado porque olvidó sus señas de identidad, se movió con el viento. La política es defender ideas, no buscar votos cueste lo que cueste; la política está preñada de actos de valentía, no de cálculos cobardes.
Creo en el derecho a elegir, pero habría que definir qué es elegir, cuáles son los límites y las condiciones de esa elección. Son importantes las formas, los pactos, los consensos. Es importante no jugar irresponsablemente con fuego, avivarlo. Elegir es un derecho universal, no uno unilateral.
No me molesta el sentimiento independentista, lo entiendo. Comparto esas ansias de romper la baraja, de buscar otra. Me molesta la utilización que hace CiU. Mas y los Pujol sueñan con una patria catalana sin fiscales anticorrupción ni memoria. No son honestos en su empeño. Queremos cambiar de nombre al perro cuando el problema es el collar, las cadenas.
Digan lo que digan mis amigos internacionalistas, palpo que el suflé sigue alto, horneándose en un debate de afrentas con los Wert y Mas vestidos de pirómanos. Es un círculo que se retroalimenta.
Me molesta la reescritura de la historia, el victimismo como militancia. No sé si anoche se cantó Viaje a Ítaca de Lluis Llach, uno de mis músicos preferidos. Muchos lo ven como un himno a la ruta que conduce a la independencia cuando el texto de Cavafis habla de lo contrario. Sostiene que la riqueza que tanto anhelamos no está en Ítaca sino en el camino que recorremos apresuradamente. Se pueden reescribir las batallas, pero nunca los poemas universales. Tienen copyright de interpretación. Así somos los internacionalistas que comemos ensaladilla rusa: inflexibles en la poesía. Feliz domingo.
Ramón, ¿puedo preguntarte en qué página web buscas los videos de las magníficas canciones que incluyes en este blog?. Seguimos cap Itaca como propone Kavafis.
Un saludo,
Alicia
Los tienes en You Tube, Alicia. Gracias
Me encanta lo de ser internacionalista, te lo copio. Con respecto a la política como actos de valentía y no de recuento de votos eso era cuando la Ética y la Política estaban estaban estrechamente vinculadas, ahora están divorciadas, la Política le ha puesto los cuernos a la Ética con la Economía. Lamentablemente ha triunfado Maquiavelo, si me permites el atrevimiento te recomiendo el tema ÉTICA Y POLÍTICA que le doy a mis estudiantes de bachillerato, puedes descargarlo aquí: http://montsepedroche.files.wordpress.com/2010/05/ud6.pdf
Un abrazo, Montse
Bien! me alegra compartir contigo estas ideas! aunque el miedo a quedarse fuera no es tanto. Se acepta el disidente 😉 Hay más de “necesito creérmelo y por eso me apunto.” En CiU hay mucho de “ahora toca creérselo y vendo la moto, aunque yo no me lo crea”.
Totalmente de acuerdo, lo suscribo. Gracias.
Hola Ramon,
Yo también soy internacionalista, y como internacionalista defiendo la libertad, la justicia y la dignidad de todos los pueblos de la tierra.
No sé porque desde fuera de Cataluña cuesta tanto entender que el pueblo catalán quiere simplemente poder VOTAR DEMOCRÁTICAMENTE qué quiere ser, cómo governarse, cómo gestionar sus propios recursos económicos, culturales y sociales, como España, Francia o cualquier otro pueblo del mundo.
Ni suflés, ni oportunismos, ni avivar fuegos, ni poner limites ni nada, simplemente DEMOCRACIA. Los EEUU, por poner una nación, no tienen que pedir permiso a nadie para hacer una carretera ni buscar ningun consenso con Canadá para invertir en un puerto de Florida. Pues los catalanes quieren lo mismo, poderse governarse a sí mismos. Otra cosa es si lo harán mejor o peor… como en todos los paises hay políticos mejores y peores, de derechas y de izquierdas, pero quieren el derecho a equivocarse y rectificar, de hacerlo mal, caer y volver a levantarse por si mismos, como cualquier pueblo libre del mundo. Y no tener que pedir constantemente permiso a Madrid, ni mendigar para que les devuelvan parte de los impuestos que los catalanes y catalanas han generado y se invierten en otro lugar.
Y utilizar el lastre de la corrupción es demagógico, pues hay corrupción lamentablemente en todas partes, por lo tanto no es argumento para no independizarse, si no lo mismo se podría decir al revés, no? que los catalanes se quieren independizar porque los del PP son muy corruptos.
Los que conocemos la realidad catalana sabemos que los anhelos de independencia no vienen ni de CIU, por supuesto, ni de la política, al contrario, es de abajo a arriba. Artur Mas, lo único que ha hecho es aprovecharse del anhelo popular de los ciudadanos que están hartos de que no los respeten ni como contribuyentes (pagan más, reciben menos y todo es más caro, por lo tanto los ciudadanos catalanes son más pobres que el resto), ni como pueblo (se intenta imponer desde fuera de Cataluña cómo gestionar la educación, por ejemplo).
Dices también: “Me molesta la reescritura de la historia, el victimismo como militancia.” Te recuerdo que la historia la escriben simepre los vencedores… no precisamente los catalanes; pero como buen internacionalista te diré que lo importante, más allá de si un pueblo tuvo un estado propio hace siglos, si ganó o perdió una guerra, etc. se define a si mismo como pueblo porque comparte una cultura, unas tradiciones, una lengua (o no), y una voluntad de ser pueblo, o acaso niegas que Cataluña sea un pueblo.
Y lo del victimismo como militancia… ¿porque crees que tantos catalanes (y políticos catalanes, que siempre han defendido permanecer en España) se suman cada vez más a las tesis del independentismo?
Precisamente por el hartazgo de tener que estar siempre generación tras generación mendigando y llorando y suplicando que les respeten. Infinidad de políticos que durante toda su vida han luchado porque se comprenda y respete a Cataluña desde el estado han terminado por rendirse a la evidencia, la máxima del internacionalismo: Todo pueblo tiene el derecho a governarse por si mismo… mejor o peor, pero libremente.
Una frase que me dijo un amigo lo define bien: “Amo a España y amo a Cataluña, pero ya no podemos estar más por debajo, a partir de ahora caminaremos lado a lado”.
La gente está harta, y el éxito de las tesis independentistas absolutamente nada tiene que ver con Artur Mas ni CiU, que son unos oportunistas que se han sumado a la ‘moda’ para sacar más votos. El PP, sin darse cuenta (y hay que estar muy ciego), convence día a día con sus políticas a más catalanes para querer irse de un país que se burla de ellos, en estas últimas no paran de atacar una cosa tan sensible como la lengua: temas como la ley de educación de Wert, los retrocesos del catalán en la Islas Baleares en contra de todo la comunidad educativa balear, el tema esperpéntico y ridículo del PP aragonés de querer ningunear al catalán que se habla en Aragón (por cierto, en Aragón hay muchos más hablantes de catalán como lengua propia que de aragonés), el PP valenciano que dice que el valenciano es una lengua distinta del catalán… y que viene del íbero!! (da risa, la verdad, pero lo grave es que se lo toman en serio y legislan sobre ello), la privación de la libertad de expresión y prensa: prohiben que se pueda ver en el País Valenciano TV3 (perdón, que también han prohibido decir País! hay que decir ahora Comunidad Valenciana).
Cuando tu marido te roba, se burla de ti, no te respeta, te impone prohibiciones e incluso te cambia el nombre o niega tu existencia, lo normal es que pidas el divorcio, y desde la libertad de la soltería y en tu propia casa, tu decidirás libremente que haces con tu dinero, qué lengua quieres hablar, si te quieres cambiar el nombre o no y con quien quieres negociar libremente o con quién te quieres casar o con quien te quieres asociar… son las máximas de todo internacionalista: todos los pueblos tienen derecho a decidir librement su futuro sin tener que someterse a otro pueblo ni pedir permiso para ello… todos somos mayores de edad.
Por cierto, la ensaladilla rusa me encanta!
Feliz domingo, y un saludo afectuoso desde un lugar de Europa,
Aitor
Gracias, de todo corazón. Un poco de sosiego se agradece ante tanto irresponsable.
Hola, admirado Ramón.
Peret, Paco Ibáñez y Lluís Llach pueden equivocarse por separado, pero no juntos.
Me encanta que toques el tema. Es estimulante porque fuera de Cataluña -puede que me equivoque- tengo la impresión que se prefiere hablar de otra cosa. Sólo hay que ver dónde han colocado la noticia los dos principales digitales de Madrid (por cierto, curiosa recopilación de fotos que hace el diario de Pedro José).
Eso sí, siento la necesidad de replicar algunas cosas y quizás se entienda mejor lo que está pasando.
– El internacionalismo no es incompatible con la voluntad de independencia de Cataluña. Como tampoco lo es el sentimiento nacionalista español. El internacionalismo es tal y como lo has definido y sólo es incompatible con el imperialismo y las formas de dominación económica y cultural.
– El problema del internacionalismo es que parte de una foto-finish: la de la configuración de los estados actualmente representados en la ONU. ¿No hay nada más allá? La humanidad, como la historia, no es un sujeto estático. Se mueve, se modula, avanza, retrocede…
– Me da la impresión que, a menudo, el internacionalismo es un subterfugio que muchos utilizan para defender la unidad de España de manera elegante, por temor ha ser identificados con el argumentario casposo del irredentismo españolista. La unidad de España es una opción razonable que sus defensores deberían explicar sin subterfugios, de manera razonada y sobre todo -importante-, sin despreciar los argumentos del rival.
– Despreciar, sí. Una de las grandes victorias ideológicas del PP de Aznar, quizás la más grande, fue construir, difundir e instalar en la sociedad un discurso basado en una serie de premisas 1) el independentismo es fruto de una manipulación 2) los catalanes son unos seres irracionales que se mueven exclusivamente por pasiones y sentimientos 3) El catalanismo es disfuncional y va en contra de la razón, todo lo contrario del concepto de la unidad de España. Estas tres premisas impiden cualquier tipo de diálogo, pues parten de una supuesta superioridad moral que no es tal.
– También existen otro tipos de premisas desprovistas de mala fe pero que revelan el grado de desconocimiento de la situación. 1) Esto de la independencia se lo ha inventado Mas para ocultar su pésima gestión de gobierno 2) Esto se arregla con un acuerdo de financiación 3) Todo esto es un pronto, una moda, un “soufflé”, como has dicho, y que naturalmente desaparecerá como las camisas de cuadros. Incluso Fernando Onega, nada dudoso de separatista, comentaba hace poco que ese autismo está impidiendo ver que el proceso es imparable y que no sirve de nada la negación o el desprecio. Lo alimenta aún más. http://arxivador.wordpress.com/2013/06/08/el-harakiri-de-ciu-fernando-onega-la-vanguardia-8-06-13/
– Lo que yo pienso. Artur Mas no tiene nada que ver con el auge del independentismo. Hace décadas que el separatismo no hace más que aumentar hasta situarse ahora mismo en una posición de mayoría social y parlamentaria. Los motivos son variados: crisis de los partidos tradicionales, el agotamiento del pragmatismo convergente, el sentimiento de rechazo por parte de una parte de la sociedad española y –la guinda- la maniobra de recentralización del gobierno de Madrid. Pero hay algo más: la sensación personal de no tener nada que ver con la idea de España que observan en los medios de comunicación. La zafiedad y la caspa han alejado a muchos catalanes. Artur Mas no merece ni el calificativo de pirómano, se encuentra gobernando un país que no llega al final de mes, agobiado por los recortes y que quiere saltar del barco español. Le falta estatura y liderazgo para afrontar lo que quiere su pueblo. Y para colmo, es consciente que su partido está tocado por la corrupción y que hay maniobras en la oscuridad. Sólo hay que escuchar la grabación de Alicia Sánchez Camacho en la “Camarga”. (Como es ilegal poner el enlace, me limito a indicar: buscar “Camargate” en Youtube).
El independentismo actual no tiene nada que ver con las pasiones nacionalistas más allá de la predisposición a exhibir banderas (fenómeno, por otra parte, que he observador recientemente en Madrid y Cáceres). Las nuevas generaciones desconfían de los mensajes nacionalistas, no creen que Cataluña sea un pueblo escogido por la Providencia, ni son anti-españoles (hace muchos años que el odio cambió de bando). En el concierto de ayer no hubo insultos ni descalificaciones. Se hablo de recortes, se hablo de Sanidad, de Educación y se habló de los abusos de la policía catalana. El independentismo de hoy en día es animoso y positivo. Equivocado o no, siente la necesidad de romper el matrimonio y comenzar otra vida.
Puede que después esa pareja se vuelva a encontrar al cabo de mucho tiempo, quizás en la cola del cine, y descubran lo mucho que se han echado a faltar. De esas separaciones, las dos partes llegan al reencuentro como mejores personas. Como extremeño, español al fin y al cabo, creo que España será mejor sin Cataluña, se acabará el uso que se ha hecho de la unidad de la patria para impedir el cambio social. Se acabaron las excusas.
Para Cataluña, también será positivo, sin duda.
Un abrazo
Hola Ramón,
No estoy de acuerdo con tu reflexión, aunque me ha gustado leerla y estoy de acuerdo en algunos de tus planteamientos (todo lo relativo a CiU estoy al 100% contigo).
Soy independentista, y no creo que eso conlleve que no me importen las luchas internacionales o los derechos humanos por encima de las nacionalidades. Es más, me molesta cuando veo a independentistas catalanes sumamente pasionales con Catalunya y irremediablemente pasivos con Siria, la RD del Congo y tantas injusticias enormes tapadas por la indiferencia global.
El suflé está alto como dices, no hay que ser miopes con eso, la gracia del movimiento independentista es que ha surgido a partir de un cansancio general de la gente, de abajo hacia arriba, y no al revés. Mas vio que si no tiraba por el camino de la independencia se lo llevaba la ola por delante, y por eso pasó de no mencionar los asuntos nacionales durante 2 años a abogar por el estado propio. Esto lo mueve la gente, y en mi caso considero que el modelo de España está tan caduco y la baraja está tan gastada que no hay cristo que lo arregle si no hay cambios que ahora mismo ni nos podemos llegar a imaginar. El mayor enemigo de los españoles no son los independentistas vascos o los independentistas catalanes, lo son las élites que patrocinan la selección y la F1 mientras les quitan la cartera y se reservan sus fortunas en paraderos cada vez más conocidos.
Hay quien está a favor de buscar otro modelo de estado en España. Yo creo que un estado oligárquico, desigual, basado en unas élites corruptas, parasitarias que se han enriquecido con la desgracia de los demás … no es el tipo de estado que quiero. No es por Bárcenas, ni por Roldán, ni Mario Condo, ni siquiera por todas las fortunas que se hicieron durante el franquismo. Ha sido así desde los tiempos de la conquista de América, ese genocidio imperialista que produce tantas erecciones en el españolismo más rancio. Tan rancio que, dentro de su sectarismo, no se llega a plantear como un país que tuvo tanto por explotar no ha sabido administrar esa riqueza robada como para crear un país puntero. Sólo la corrupción, el inexistente reparto de la riqueza y la falta de previsión endémica permiten entender como se llegó a esa situación.
No creo que el estado cambie, necesita más shocks, y creo que la independencia de Catalunya podría ser uno de ellos. ¿Se muere el bipartidismo? Y sube UPyD. Con la complicidad de los mass media, otra España es imposible de obtener. Tenemos un enemigo común, pero el andaluz señalará al catalán por rácano, y el catalán al andaluz por vago. Ambos son voces de amos que se dan la mano. Las luchas van más allá de la nacionalidad, pero mientras no haya un shock y sigamos viviendo donde vivimos, nos pasaríamos la vida discutiendo de lo mismo. Y los mismos seguirían saliendo ilesos de esa lucha estéril.
Una vez llegado al estado propio, desapareceríamos los independentistas. Y esa sería la mejor noticia de todas para los catalanes. Tendríamos que elegir entre el modelo social que queremos, sin medias tintas edulcoradas por nacionalismos o partidos fuertes que ‘sabrán negociar’ mejor con el estado español. Y ahí es donde, de una vez, podremos combatir a nuestras élites. En varias encuestas se ve que el público catalán se considera de centroizquierda, ¿Cómo se explica entonces el gobierno de CiU durante casi 30 años? Por ese factor nacional no resuelto. Una vez dilucidado, basta con que mires las encuestas. En el camino al estado propio, señalan que CiU llega a mínimos históricos mientras ERC volvería a ser la primera fuerza por primera vez en más de medio siglo -aunque, dicho sea de paso, ya vimos de qué sirven las encuestas en las últimas elecciones en Catalunya-.
Con catalanes (y quizá vascos) fuera, me gustaría pensar que los españoles en general sabrán localizar su enemigo, que ignorarán de una vez las proclamas que les quieren encender desde los medios de toda la vida. Ya no habrá ETA ni nacionalistas periféricos que señalar. Habrá que pedir algo más que resolver los casos de corrupción. No bastará con el fútbol. Me gustaría pensar que os irá muy bien, y que a nosotros también, y que seremos buenos vecinos. No tengo nada contra los españoles, no les conozco a todos como para poder hacer un juicio. Simplemente estoy cansado de un modelo de estado que, ante la mayor de sus crisis, quiere optar por las soluciones más antiguas de todas (recentralización y ataque a las clases más desfavorecidas), disfrazadas, eso sí, de una seudociencia barata vestida de etiqueta y con sello de la FAES.
Esa es mi versión. No está opuesta a la tuya, más bien pretende ser un acompañamiento. No nos están engañando, no nos están tirando al precipicio con una bandera, ni nos están enfrentando a vosotros. Simplemente buscamos otro camino una vez comprobado que el de España no es el nuestro. A lo mejor nos saldrá bien, a lo mejor no, pero podremos decir que lo hemos intentado.
Perdón por el rollo, pero quería explicar bien mi punto de vista.
Salut
Jaume
Totalmente de acuerdo con lo que dices. Yo también soy internacionalista y ciudadana del mundo. En mi familia más directa hay sangre vasco-navarra y castellano-andaluza. Y yo nací en Bioko. Asín es queeeee…
¡Internacionalista!
Buen verano
Querido Ramón,
Sabes que compartimos los mismos postulados internacionalistas y la conciencia plena, y antigua, de ser ciudadanos del mundo. Podemos compartir la ensaladilla (si me permites poner la mahonesa) y me gustaría poder compartir también la apreciación de que no hay ninguna contradicción entre el internacionalismo y el anhelo de libertad e independencia que ha cuajado en Catalunya. Los catalanes no tenemos nada contra los españoles (exceptuando quizá algunos taxistas madrileños…), nos entendemos perfectamente y nos continuaremos entendiendo perfectamente. Nuestro problema es que debemos zafarnos cuanto antes y como sea de un estado que no solo no nos sirve (que ya es grave), sino que nos agrede, nos expolia, nos humilla, nos asfixia cada día más. Y resulta que queremos seguir viviendo, plenamente integrados en el mundo. A los españoles, exceptuando a la casta que vive del estado, también les iría muy bien librarse de él. Bueno, no me enrollo más porque Aitor (6), Nicolás (8) y Jaume (9) ya lo han explicado muy bien. Gracias por sacar el tema.
Un abrazo.
Ricard
Me ha encantado leerte, Ramón. Enhorabuena.
Buenísimos matices Nico, suscribo completamente. Aunque sí hay algo de victimismo, entre los catalanes. Y somos cansinos, llorones, no suficientemente inteligentes, de esa inteligencia emocional que ahora tan de moda está. Deberíamos ser más “putas” y, por ejemplo, decir en las encuestas que no queremos la independencia para rebajar los miedos de Madrid, para que nos dejen hacer la consulta y que cada uno vote en libertad. Sin niguna duda saldría el sí. Aunque esto que digo es una quimera, claro está. Porque así somos los catalanes. Desconfiados y resignados. “Ojalá nos quisieran en España!” decimos para adentro, esto es lo que más nos duele. El desamor.
[…] agradecer los comentarios al post el suflé independentista; muestran más nivel que la mayoría de los […]
“nos agrede, nos expolia, nos humilla, nos asfixia cada día más.”
Llego un poco tarde (eso es lo que tienen las vueltas a Ítaca!) y por eso copio y pego: si esa frase pegada no es victimista que venga algún dios (de todo tipo) y lo vea!!
Y además del más puro hegelianismo: el responsable (será mejor decir el culpable?) es el señor estado español!!!
Pido perdón por intervenir de nuevo, pero es que nada más cercano a un hermano Grimm que un independentista…
“Una vez llegado al estado propio, desapareceríamos los independentistas. Y esa sería la mejor noticia de todas para los catalanes.” (independentista dixit)
Por lo visto cree en los cuentos de hadas (sabiamente tergiversados!) y ni sabe del cantonismo ni de la esencia insolidaria de todo independentismo… para que estará esa cosa llamada Historia!!
@16 Imagino que Holanda tuvo sus independentistas. También Cuba, Filipinas, México, Argentina. El mapa de hace 300 años no tiene nada que ver con el de ahora. Me refería, más que nada, a que una vez logrado el estado propio no tendremos que soportar esta fatiga de tener que explicar cada dos por tres nuestro pensamiento -algo que, por mucho que hagamos, sirve de poco-. Ya podemos decir misa y dar un mensaje conciliador, que el mensaje sobre nuestro punto de vista será siempre el mismo: desde la etiqueta de insolidario hasta la apelación a la historia que, como te digo, demuestra que montar un estado es una cosa (independentismo) y como vaya después ya es otra bien distinta (depende de como se lo monte la gente que vive allí); ¿O me dirás que, al haber independentistas insolidarios por naturaleza, el estado holandés tiene las mismas características que el estado cubano? ¿O el argentino es igual al de Filipinas?
El independentismo se acabará, y créeme que descansaremos de una vez. Y espero que vosotros también. Este tema es, sin duda, otra de las cosas más divertidas de estas discusiones. Unos dicen estar hasta las narices de tener que explicarse, otros están hasta las narices de tener que aguantar a alguien que se quiere ir -y que es mayoría ahora mismo, guste o no-, pero los segundos apelan a seguir igual. Si estamos todos hasta las narices divorcio y adéu, no pasa nada.
Fíjate que, en todo momento, he hablado de un estado español que no nos gusta y no nos va bien, por eso marchamos. Insisto en no valorar a todos los españoles. Sin embargo, tú haces tus propios juicios sobre los independentistas catalanes (nada más cercano a un hermano Grimm); y el nacionalista soy yo. Y ahora seré victimista por comentarlo. Son ya años de esto… todos nos creemos muy originales y al fin y al cabo damos vueltas sobre lo mismo.
Salut
¡¡Mi madre cómo está el patio!! Antes de remitirme a algunas de las cosas que se han escrito, quiero recordar que el concierto lo he pagado yo. Y también la retransmisión por TV3. Y no soy independentista. Así que con mis impuestos se difunden ideas políticas que no comparto y no tengo derecho a decidir. Y siguiendo con los impuestos: no es cierto que se pague más en Catalunya, aunque hay quien esta dispuest@ a creérselo. la presión fiscal es la misma para todos. Y cada comunidad recibe una parte del pastel directamente de sus ciudadanos y otra desde el estado central. Con ese dinero elabora sus presupuestos y hace con ese dinero lo que le da la gana y pone carreteras donde quiere, además de las que hace Fomento. Bueno, si hace el presupuesto (Catalunya ahora mismo no tiene, Ciu, ERC y otros plastas no son capaces de hacerlo) Y sobre el reparto de ingresos “vía Madrid” nada hay más neoconservador que pensar que todo el dinero de los impuesos debe gastarse donde se generan. Llevado al absurdo, mi vecino Manolo, dice que el quiere gastarse SU dinero de los impuestos en SUS necesidades sin imposiciones. Vamos que si se genera un impuesto en Hospitalet que no se gaste en el Priorat. (¿No podríamos pedir también la independencia, perdón, el derecho a decidir, por pueblos o por calles?)
Otra cosa que he visto por ahí es el manido tema de la barbarie de América y lo malos que fueron los españoles. Yo no lo sé. Los baremos de los derechos humanos de hace 500 años no deben ser muy ajustados al presente. Pero siempre me queda una duda ¿por qué no se refiere también la imponente conquista de Mallorca? ¿es que ahí sé les pusieron un abogado a todos los “moros” y se les dejó hacer una llamada?
También me hace gracia lo de “tener que explicar lo que pienso”. ¿y a quién le importa? De acuerdo con las elecciones de los últimos 25 años Catalunya es tremendamente conservadora. ¿hay algún motivo para creer que va a dejar de serlo? Y que nadie confunda una manifestación -por mucha gente que convoque- con unas elecciones. Aunque quizá en eso consiste la independencia, en una república de derechas.
Otro tema manido es el de la lengua y la enseñanza. En Catalunya hay dos lenguas principales que conviven sin problemas. En todas partes menos en la escuela, que es 100% catalana. ¿No habría manera de vivir en catalán, pongamos, el 80% del tiempo? No parece que sea justo privar a los niños del uso de su lengua materna ni tampoco muy afortunado vistos los resultados escolares. Y no es cierto que se informe a los padres de que pueden pedir escolarización en castellano. ¿si no es problema en la calle por qué ha de serlo en la escuela? Es mejor hacer amar una lengua que imponerla. Y como profe, sé de lo que hablo.
Uy, me estoy pasando de la raya, mejor ser breve y resumir: soy catalán. Lo eran mis abuelos, bisabuelos y tatarabuelos, mi patria es mi infancia y los estados nada tienen que ver con todos los vientres de mujer de los que procedo. Si alguien quiere hacer algo por mí, por favor, que no me salven. Y sobre todo, que no hablen en 1ª del plural.
Hola Victor.
Me ha gustado mucho tu comentario y lo suscribo al 100 %. Yo también soy catalán de 4ª generación y con mis amigos ni siquiera puedo hablar de estos temas: es una locura colectiva lo que estamos viviendo en estos tiempos. Incluso tengo un amigo, funcionario del estado español, que cuando le digo que con la independencia perderá inmediatamente su puesto de trabajo o tendrá que marcharse a España, dice que le da igual. Así de loco está el mundo. Si no eres independentista eres un facha. No hay termino medio. Me asusta pensar que hará esta gente con los que no comulgamos con sus ideas “el día después”.