Director o becario
Thursday, 6 de June de 2013 por Ramón
Antes se decía que en un medio de comunicación solo se podía ser director o becario. Lo de becario se ha puesto difícil, no por las condiciones basura, que nunca fueron buenas en ningún arranque, sino por la durabilidad de la penitencia: se entra becario y 10 años después ahí se sigue, en espera de una oportunidad o, al menos, de un contrato decente.
El puesto de director tampoco es una bicoca. Ahora mandan mucho los dueños y no uno como antes sino múltiples e invisibles, con sus cuitas y problemas de caja. Después están los amigos de los dueños, siempre tan cambiantes: hoy me gusta este; mañana odio a aquel. Así no hay manera de hacer una primera página sin jugarse el puesto a los dados. Los medios de comunicación han dejado de ser un asunto de periodistas; ahora lo son de banqueros, una profesión que no pasa por sus mejores momentos de credibilidad. Hay excepciones, claro (en los medios).
Esta noche he soñado que dirigía un periódico. Lo hacía todo al revés: nada de declaraciones, nada de agenda. El trabajo del periodista no es recoger lo previsto, lo que todos saben que va a suceder, lo que nos quieren vender en ruedas de prensa (en España sin preguntas y sin presidente), la cita del Congreso a las cuatro de la tarde. Nuestro trabajo es descubrir lo que nadie sabe, lo que se desea esconder, las historias en las que pocos reparan.
En las reuniones de la mañana las secciones desgranan sus previsiones, hechas por lo general con prisa para rellenar el expediente; el responsable del diario, no menos cansino, apunta lo que escucha cuando ya está escrito e impreso en una papela conjunta. Nadie discute, nadie propone, no se destripa la competencia; solo silencio y monotonía. Todo lo que se dice en esa reunión es lo no publicable. Ya está en las radios, en Internet. Hablamos de un periódico para el día siguiente. Es algo que deberíamos tener en cuenta si queremos cobrar por nuestro trabajo.
Después de tantos títulos e informaciones condenatorias a Grecia y a los griegos ahora resulta que todo se hizo mal, con prisas; los rescates no rescataron, hundieron más al país. Nuestro trabajo no es creer lo que nos dicen, es dudar de todo. Del FMI y de la Comisión Europea, los primeros. Compramos todo sin mirar lo que hay dentro de la caja. La política es una máquina de mentiras edulcoradas por los asesores. Somos parte de su juego. Eso no es Periodismo.
Hay muchos que hacen bien su trabajo. Son los oasis, los pequeños héroes, y están en todos los medios. Cuando soñé esta noche que era director de un periódico soñé también que los juntaba a bajo un mismo proyecto: ser útiles a los lectores.
Ojalá tú dirigieses un periódico y ojalá yo estuviese en tu equipo. En esta vida real, cada vez estoy más desmotivada
Qué cierto es todo lo que dices, Ramón. También a mí me gustaría estar en tu equipo.
Da mucha inseguridad ver como los que gestionan nuestras vidas se contradicen tan a menudo, nos venden una medida como la solución y a los dos días se vuelven atrás, eso a nivel local, pero cuando son instituciones supranacionales, a las que tenemos que obedecer, las que se dan cuenta a posteriori de sus errores, te sientes insultado y perdido. No es un error contable aséptico, es un error político que afecta a las personas y les desgracia su futuro si sobreviven al presente. Es todo tan indignante, es tan chusco que los que nos miran con su lupa, estén todos metidos en líos legales y lo peor morales y éticos. Vaya tríada la del FMI sin ir más lejos. Los impresentables chulos de barrio Rato, Strauss-Kan y ahora la que va de señora con clase pero que se pringa igual que sus coleguis cuando interesa no perder a un amigo “colaborador” y seguir conservando sus contactos que actúan a modo de agencia de empleo para el futuro.
Y encima, con pocos Periodistas.
Justo hoy cuando leí lo del FMI pensé en algo similar. Pero luego parece que si, como periodista, cuestionas el sistema montado por esos organismos oficiales y su labor, ya eres de izquierdas o, lo que es peor, radical.
Buenos días ¡ Y tant!
Hola Ramón,
Soy una alumna de la Complutense. El miércoles pasado viniste a darnos una charla para nuestro título de posgrado a la facultad.
Un compañero y yo estamos realizando un reportaje sobre libertad de prensa en Venezuela. Nos gustaría contar con tu opinión con tres breves preguntas de la manera que más cómoda te sea.
En caso de que te sea posible aquí dejo mi e-mail
kyra_l11@hotmail.com
Muchísimas gracias y un cordial saludo,
Laura