Guatemala, la impunidad es ley
Saturday, 20 de April de 2013 por Ramón
Escribí sobre Guatemala hace unos días en Jot Down. Desde entonces, un hecho -la anulación del juicio de Ríos Montt- justifica aún más el título de lo publicado. La manipulación es grosera, permanente. Nadie mira, siempre en silencio. En esta entrevista de Democracy Now, Allan Nairn trae luz; explica por qué el actual presidente Otto Pérez Molina está tan interesado en bloquear la justicia, por qué niega el genocidio. Me llegó a través del tuiter de Jon Lee Anderson.
Tengo más para compartir. Un texto de Sergio Ramírez titulado ‘Herodes y los chocolates’ publicado en El Faro.
El 23 de marzo de 1982 el general Efraín Ríos Montt se hallaba predicando con la Biblia en la mano en un templo de la Iglesia del Verbo, cuando una patrulla militar llegó a buscarlo porque acababa de ocurrir un golpe de estado y los cabecillas lo querían como jefe de la junta militar. Eso es lo que propagaban sus cófrades, que fue la providencia misma la que lo buscó para que cumpliera su misión de salvar a Guatemala de la subversión diabólica, y guiara al país hacia los brazos de Cristo.
Otro del escritor guatemalteco Rodrigo Rey Sosa titulado ‘Los argumentos del general Ríos Montt’.
Casi el 90 por ciento de los columnistas de prensa guatemaltecos niegan que en su país se haya cometido genocidio, y creen que el juicio contra el general retirado Efraín Ríos Montt es injusto. Pero según la tesis del Ministerio Público de Guatemala entre 1982 y 1983 –los años en que “el General” fue jefe de Estado– en el denominado Triángulo Ixil “hubo una campaña de exterminio que eliminó al 33.61 por ciento de la etnia maya-ixil: un desplazamiento forzoso de casi 30,000 personas y 1,771 víctimas mortales”, de las cuales el 38 por ciento fueron niños de entre 0 y 12 años. Para la fiscalía, esto constituye el crimen de genocidio.
Un tercero de Carlos Dada, director de El Faro; un nuevo ejemplo de gran periodismo: ‘Guatemala se enjuicia‘. Pese a que corresponde a un momento anterior a la anulación, lo que se escribe tiene vigencia y contexto.
Por último, un sonido: la entrevista de Javier del Pino a Máximo Cajal, único superviviente de la matanza en 1980 en la embajada de España en Guatemala.
Ramón gracias por no rendirte, deberían de tomar nota aquellos que perteneciendo a la juventud de la transición enmudecen por distintos intereses, ajenos a cualquier tentación que les lleve hacia la honestidad y coherencia consigo mismos y con lo que predicaron ya sea desde el periodismo , la cátedra o la calle .
No tengo mucha fe en ningún movimiento , este es un país sumiso debemos de aceptar la realidad , nos pasamos cuarenta años aguantando una dictadura y ahora nos pasaremos no se que numero de años esperando a que escampe o venga alguien caído del cielo a resolver lo que nosotros mismos creamos en las urnas , mucha indignación al lado de una caña en un bar pero son pocos los que se atreven a solidarizarse con aquellos que abanderan cualquier tímida protesta o reivindicación.
Hay que apoyar a los profesionales que como tu hablan claro y no maquillan la verdad , dais cierta esperanza .
Ramon, estoy leyendo “Las venas abiertas de América Latina”de Eduardo Galeano. Todo lo que he leído más arriba, me parece una continuación ó anexo de ese magnífico libro, que tendría que leerse en los colegios; y no sé si se hará justicia algún día, y de una vez por todas, sentarán en el banquillo, no solo a los genocidas sino a los cómplices, algunos de países muy “democráticos”ellos.
Actualmente, y gracias a algún buen periodista, nos informamos del exterminio por inanición u otros métodos, de poblaciones que tienen la mala suerte de encontrarse en tierras, objeto del deseo de multinacionales pertenecientes a países “muy civilizados”
Ramón, Guatemala no está en todos los medios pero sí en algunos y eso se agradece. No hay que bajar los brazos frente a la impunidad, al genocidio y a las atrocidades. La descripción de algunos testigos es realmente espeluznante. No se puede creer que hayan suspendido el juicio a Ríos Montt, o en realidad sí…Guatemala pierde sin lugar a dudas.
Siento una tremenda furia. En Centroamérica se desarrollo una verdadera guerra de exterminio contra la población campesina. La doctrina de la Seguridad Nacional de EE.UU aleccionó a las castas militares en la Escuela de las Américas de Panamá. Las acciones militares fueron jaledas por las organizaciones políticas derechistas. En El Salvador ARENA, en Honduras y Guatenala otros nombres extendieron la guerra de exterminio en las ciudades. Un número muy reducido de familias cafetaleras e industriales apoyaron con sus recursos a los grupos paramilitares donde se confundían unos y otros. El cierre de la escuela panameña de contrainsurgencia y ‘pacificación posterior’ ha dejado sin castigo una guerra de exterminio más y sus culpables. Rios Mont no actuo solo. ¿Sabes que me enfurece ahora más?. Que esos hechos siniestros, contados en su momento y bien contados, ahora haya que recordarlos por que se han perdido en el tiempo. Que sus protagonistas aparezcan desprovistos de a implicación decisiva que tuvieron. Que, además, aparezcan en solitario cuando nada hubiera sido posible sin el concurso de pequeñas y miserables oligarquias expatriadas en Miami y donde confeccionaban frente al Caribe sus listas de difuntos. Que el relato de lo sucedido en C.A hoy parezca increible ante la inmensidad de su crueldad. ¿Te hablaronde Huehuetenango?.
http://raulfigueroasarti.blogspot.com.es/2012/07/masacre-en-la-finca-san-francisco.html