Tiempos duros, voy porque me mandan
Thursday, 4 de April de 2013 por Ramón
La cuestión no es si el periodista debe acudir o no una pantomima-plasma o son sus jefes los que tienen que dar la orden; lo que nos está matando es la ausencia de debate interno, de crítica, de cuestionamientos. Los directores de los principales medios de comunicación escritos firmaron un compromiso sobre las ruedas de prensa sin preguntas. A ellos les compete cumplir su palabra. Aunque no todos mantienen el puesto, el pacto se mantiene porque es de instituciones, de empresas, no de personas. Quizá debería renovarse, airearse de nuevo. En este envite nos jugamos la credibilidad de todos.
No podemos exigir a un gobierno, el que sea, que mantenga sus promesas si somos incapaces de sostener los nuestras, de cumplir la palabra y los libros de estilo. Las redacciones no son cuarteles de la Guardia Civil ni centros de entrenamiento del Cuerpo de Marines, donde la obediencia ciega al mando es ley; las redacciones son centros de trabajo intelectual que se nutren de la diferencia de criterios, del debate, de la discrepancia educada. Antes se llamaba riqueza; ahora, rebeldía.
Para un jefe son más cómodos los sumisos, los que no rechistan, los que pelotean. Una redacción obediente es siempre una mala redacción. Sería bueno un debate interno en todas ellas, y en las radios y televisiones, sobre todo en las televisiones, para analizar lo que está pasando, nuestra escandalosa complicidad en la pérdida colectiva de derechos, de calidad democrática.
A una farsa-plasma solo debería acudir un fotógrafo y un camarógrafo para dar testimonio de un rechazo, del plante.
Nuestro trabajo es fiscalizar al poder, no rogarle anuncios oficiales, darle o recibir palmadas. Nuestro trabajo es ser duros y honestos, con tolerancia cero en casos de corrupción y de mala praxis democrática. Los periodistas, sean becarios, redactores o jefes, no podemos participar en espectáculos que nos denigran. En este camino está la muerte del Periodismo. Así vamos directos a la insignificancia.
No creo que las redes sociales puedan sustituirnos, realizar el mismo trabajo de jerarquización, contextualización y verificación de una persona entrenada que pasa por unos controles de calidad. Pero si renunciamos a nuestros valores, a la esencia de este trabajo, a la critica, serán entonces otros los que reemplacen. Ganará el poder, los poderosos, perderemos todos.
No hay más información, solo hay más irrelevancia, aturdimiento y confusión, como se afirma en el Manifiesto de la revista francesa XXI.
Tres perlas:
El filósofo Jacques Ellul tenía razón: no estamos amenazados por un exceso de información sino por un exceso de insignificancia. El periodismo que distrae y aturde, que admite todo y lo contrario de todo, es arrastrado por un engranaje paroxístico. Por otra parte, el periodismo que enriquece, que ayuda a reflexionar, que vincula el lector a los demás y al mundo, es útil
Un periodista que pasa su tiempo reescribiendo comunicados de prensa merece ser reemplazado por un ordenador.
En un mundo en que los lectores son llamados ‘consumidores de información’, se perfila un nuevo oficio, al que podríamos llamar ‘técnico de la información’.
Para lograr financiarse únicamente en la red sin perder un solo dólar de beneficio, una redacción de la talla de The New York Times debería tener la audiencia de Google. La barrera resulta infranqueable
Buenas:
Me pregunto a mí mismo, como espectador de la noticia que ví ayer y sin tener mucho conocimiento de las interioridades de la profesión de los que allí estaban cumpliendo su trabajo, en cuanto a lo que se jugarían por hacer algo como lo siguiente:
¿A nadie se le ocurrió levantarse y, como quien no quiere la cosa, plantar una pegatina en el centro de ese plasma cual “mosca” de la TV para denunciar visiblemente (el resto de compañeros se limitarían a hacer su trabajo, enfocando ese plasma) de alguna manera el hecho tan ridículo que estamos presenciando en estos momentos extremadamente excepcionales, en los que los ciudadanos, más que nunca, queremos respuestas y aclaraciones de los que nos gobiernan (por decir algo) ?
En fin, me imagino que tal y como están las cosas, semejante acto de valentía y dignidad periodística seguramente sería tachado de “vandalismo” y en lugar de ser defendido por su empresa, el profesional perdería su trabajo inmediatamente… somos esclavos.
Mas que “técnicos de la información” se les debería llamar “cocineros de la intrascendencia”.
Exacto. Pero, ¿cómo cambiar esta triste realidad cuando a los grupos empresariales que dirigen los grandes medios no parece interesarles el periodismo, el de verdad, lo más mínimo, y cuando a los directores lo único que parece moverles es demostrar su afinidad hacia unos y el rechazo hacia otros? ¿Cómo promover ese debate interno en las redacciones cuando la periodística debe ser una de las profesiones con mayor tasa de paro y, por tanto, buena parte de los periodistas están atenazados por el miedo a la represalia?
Enhorabuena!!
Los alimentos se consumen, no necesito interactuar con el nutriente proteínico. Con la información se interactúa, debe ser bidireccional (edans dixit). La noticia no es para ser digerida sin más, necesita ser “excretada” (redirigida). El periodismo de “sentido único” es el que no tiene futuro…
Muy interesante tu articulo, pero si acción, seguiremos igual…
[…] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos Tiempos duros, voy porque me mandan http://www.ramonlobo.com/2013/04/04/voy-porque-me-mandan/ por ite_ite hace nada La cuestión no […]