#LospapelesdeBárcenas no tienen dueño
Thursday, 31 de January de 2013 por Ramón
Zapeo por informativos de televisión y escucho noticias sobre los papeles de Bárcenas; esos que afectan a la integridad del PP y del Gobierno. Escribo partido y Gobierno porque desde Moncloa intentan separar, alejarse de la tormenta.
Cospedal, que no está para urgencias en su comunidad, las multiplica en Madrid, en la sede de la rue del Percebe numero 13, donde ejerce de bombera de imposibles. Hoy tenía eco; su voz sonaba falsa, impostada. Lleva tiempo la señora con un problema de credibilidad.
No recuerdo el orden; para eso están las hemerotecas: Gürtel era un invento de la oposición; Bárcenas ya no está en el PP; bueno sí, tiene un despachito, un nada, para sus cosas; le pusimos coche una vez para ir a un tribunal; esa no es la contabilidad del PP…
No sé por cuánto tiempo podrán mantener la estrategia de la avestruz. Un amigo psiquiatra sostiene que es un juego peligroso: los leones te pueden dar por culo antes de comerse lo demás. Sería el colmo para Mariano.
El PP lo fía todo al yo no he sido, al no tenía ni idea. También lo fía al atado y bien atado de sus informativos de la televisión y a que la gente, por lo general, no se entera del Nodo y si se entera no hace nada. Llevamos un yunque de mansedumbre, herencia de la dictadura.
También lo fía al tú más, escupido a una oposición paralizada por su propia mierda, o el recuerdo de ella. ¿Quién va a tirar de la manta? ¿Convergencia, Unió…? No me fío de nadie, pero me fío de algunas personas.
La política debería ejercerse en un Parlamento de cristal; desde sedes de cristal, con cuentas claras, públicas, auditadas desde fuera.
Los corruptos deben ir a la cárcel y no salir de ella hasta que devuelvan lo robado. Si quedarse con 3.000 millones cuesta siete años de prisión, merece la pena robar. Robar el dinero de todos nunca puede merecer la pena.
Los jueces son un pilar esencial en esa regeneración; y los periódicos. Me alegra que El País publique los papeles con nombres y apellidos, una información que ahonde lo publicado por El Mundo. El objetivo es que ningún injusto se siente en un escaño, en un ministerio.
Bárcenas lo niega con una mano mientras sostiene el ventilador con la otra.
El debate de esta semana, el del y tú más, con un presidende del Congreso que no se le entiende una palabra, no sé si por excesos o porque le da pereza el trabajo de vocalizar, fue patético.
Me siento estafado. Supongo que es un sentimiento común en casi seis millones de personas, perdón de parados.
Y encima: Hurtangarín. Lo explicó Íñigo Gurruchaga el domingo en A vivir que son dos días, en la SER: aceptamos los privilegios de la monarquía, y supongo que el de los políticos, a cambio de ejemplaridad y eficacia. Si fallan en eso, si fracasan en la honorabilidad, no tienen futuro.
Este Gobierno no es honorable. Lo dice Mongolia en su portada.