Dónde está el fin del mundo
Tuesday, 18 de December de 2012 por Ramón
Falta poco para el fin del mundo, apenas tres días, y sigo en pijama, sin duchar y sin poder capitalizar el paro. Me asomo por la ventana por si oliera a azufre, a diablo cojuelo. Estudio el movimiento de las nubes y de un sol escondido en busca de alguna cabriola mística, la señal de que todo se acaba. De tanto mirar a los astros y a los dioses olvidé encender la televisión, donde se acumulan los signos en cada telediario, no importa la cadena.
Escucho a Camille O’Sullivan convertida en un bote salvavidas en medio de un cabaret global. Navego por la nada en busca del fin del mundo de los mayas cuando el mundo que se ha terminado es el mío, el de los periodistas que cuentan historias a cambio de un sueldo que te permita vivir decentemente.
Toca día negativo, es el tobogán emocional del que hablan los más experimentados. Peor lo tienen los que compran lotería y cultivan la ilusión de lo imposible; invierten un dineral en un sorteo inútil que se celebra el día después del fin del mundo. Eso se llama mala suerte.
Buona giornata a tutti.
El fin del mundo llegó hace rato, solo que sin jinetes ni bolas de fuego. Y cómo nos va a cada uno en este proceso depende de qué tan cerca estemos del poder. Pero para ser amigo de los poderosos de todos los tamaños tendríamos que dejar de ser quienes somos. A veces pienso que los punks la tenían clara: no future, la vieron venir. Otras veces me asalta el optimismo.
el fin del mundo está en uno mismo. si se vive encerrado a las viejas estructuras.
Hay que hacer un cambio, y ver la vida de otra forma.
Este montaje en torno a una inexistente predicción de los antiguos mayas, aparte de servir para hacer caja a los gurús new age, para hacer bromas y para animar un poco la superficialidad de la prensa-espectáculo, también es interpretado por los actuales mayas como una agresión más a su cultura. Al día siguiente y durante mucho tiempo se dirá que los mayas fallaron en su predicción, una demostración más de que su tradición cultural es “atrasada”. Los mayas son víctimas de la colonización cultural y la marginación en todos los ámbitos. Dejemos de hablar del fin del mundo, aunque sea para reflejar tan magistralmente emociones personales.
Te deseo una tarde más luminosa.
conozco el paisaje pero encontré una tabla de salvación en la boca del lobo
Creo que los mayas no dijeron exactamente que era el fin del mundo, como nosotros lo entendemos, sino el final de una época, del mundo tal y como lo conocemos. Estoy viendo esto como algo que nos tiene que hacer resurgir a la fuerza. Necesitamos realmente otro mundo. En tu caso ha coincidido tu experiencia con el Inem con el fin de época en unas fechas muy próximas pero estos 5 últimos años han sido el fin del mundo para millones de personas, demasiadas para perecer pero suficientes para renacer. Creo que en este nuevo mundo que se avecina, diferente y no necesariamente peor, vas a sentirte muy acompañado, somos muchos los que andamos perdidos y preocupados y buscando vivir en una sociedad menos economicista y mercantil, sólo nos falta tiempo para adaptarnos. Deberíamos empezar por ser más generosos.
Ánimo!!
Ha vivido tanto finales este mundo, que a veces se confunden con comienzos: el comienzo de la primera guerra mundial, de la segunda, de tantas otras… de tantos genocidios, la extinción tantas civilizaciones… ya se han vivido bastantes y crueles finales, que comparados con nuestro mundo, a pesar de la situación de crisis, solo puedo tener una reacción: reír y tomármelo a guasa, porque los siete caballos del apocalipsis van a visitarnos y yo con estos pelos! debería pedir cita en la peluquería antes del viernes…
Hay quien dice que el maya encargado de hacer los calendarios para la tribu se cansó de contar en el 21 de diciembre de 2012… que cuenten otros!
Ana, mejor dicho IMPOSIBLE, creo exactamente como tú.
Ramón, como disciplina, nada de pijama y a la ducha!! 😀 Después un cafelito y lo verás todo mejor desde tu ventana y a lo mejor te dan ganas de salir por tu precioso Madrid.
Lo ideal sería que actuasemos como si de verdad el mundo se acabase el día 21. Hiciesemos aquello que no nos ha dado tiempo a hacer, liqudasemos todo……
Estoy seguro de que el día 22 seríamos mucho más felices.
Perdón por la digresión, pero vaya maravilla la canción y la cantante; gracias por descubrírmela, señor Lobo
Animo Ramon!!! no mas días grises s: )
Pues nada, si es el fin del mundo, estupendo. ¡Qué descanso!
Yo puedo morirme en paz. No necesito más tiempo para nada.
¡Aaaadioosssss!