Echo de menos al Notario
Monday, 26 de November de 2012 por Ramón
Lunes. Hace 15 días del deceso. Echo de menos al Notario; al menos daba cheques. Me conformaría con uno al año. Otra semana intensa: preparativos para transformar la casa de siempre en una oficina-vivienda, pintura, mudanza. Aún no he tenido ni un minuto para mi, para detenerme y decir: “Bien, se acabó lo bueno”. Miki sigue con el diseño de la web. No hay prisa, mejor acertar a la primera. Tengo escrito el segundo artículo para Jot Down; lo enviaré el miércoles tras un pequeño reposo de maduración. No es lo que quiero hacer en el futuro con ellos, pero me ayuda a situarme.
Anoche seguí las elecciones catalanas desde casa; eché de menos el barullo, la redacción.
Hoy Valencia; me espera una paella, sea tópico o no. Viajo con la boca aguada. Tengo que centrarme para escribir para mí. Buscar una nueva rutina.
¿Por qué “se acabó lo bueno”? No estoy nada de acuerdo contigo, Ramón. Te sigo desde hace muchos años y tienes un talento excepcional. Eso no se ha acabado y tienes la posibilidad de seguir haciéndolo crecer.
Solo es el inicio de una nueva etapa. La nostalgia es un vicio de perdedores y tú no eres un perdedor. Eres un valiente. Así que deja de perder el tiempo en lamentaciones, tómate unos días de descanso para reordenar tu vida y decide qué quieres hacer con ella. Tienes la oportunidad de empezar una nueva vida mejor aún que la anterior. No la desperdicies. Y mucha suerte. Tienes a muchas personas, como yo, que siempre vamos a estar contigo.
: )
Muy buen lunes Ramón y muy buena estancia.
El barullo de la redacción, los teléfonos, la hora de cierre y el olor a tinta fresca, si es que aún existe ese aroma. Adiós a todo eso. Bienvenido a una nueva vida, pero el cambio es, tiene que serlo, brutal. Feliz estancia al sol de Levante.
Puedes pensar que ahora se acaba lo bueno, pero acto seguido, que empieza lo mejor. Yo así lo creo. Ahora eres el dueño de tu tiempo. Da vértigo, sí.
Los que seguimos leyendo El País, te echamos de menos…también a otros 128 compañeros…el periódico no es el mismo…por cierto, la edición, en caída libre…lamentable…
¿Se acabó lo bueno? . Eso es lo que piensas ahora. A lo mejor estás equivocado y te gusta más lo que viene. Tiempo al tiempo.
Entiendo. Es un poco como estar observando las cosas desde el borde del precipicio. Así me me sentía yo cuando perdí mi trabajo. Al tiempo encontré otro, en otra ciudad, con otra gente. Decir que me costó adaptarme sería poco: extrañaba mucho de mi anterior vida. Pasó hace tiempo así que ya no más. Pero todo eso quedó como un dolor más de los que a veces suceden.
Un abrazo.
Hace ya mucho que te sigo (en silencio), en parte por lo que escribes y en buena parte por la música con que lo acompañas. Desde hace poco relatas una situación que es común a mucha gente, tener que reestructurar el entorno laboral, lo que implica reestructurar casi todo. Es curioso ver como suena con tus palabras. No obstante, creo que Ana tiene razón, es muy, muy probable que lo mejor esté por llegar. ¡Ánimo!
Los vacíos pueden dar miedo, pero son necesarios para poder llenarlos con lo nuevo. Es la quintaesencia de renacer, reinvertarse y no hay atajos. La civilización occidental aborrece los vacíos pero es un miedo adquirido culturalmente y nuestra naturaleza más profunda e intuitiva (sí, esa que los expertos en publicidad y consumo se empeñan que ignoremos) sabe que en ese vacío está el origen y el nuevo germen de las cosas. Hay que confíar en ella. Le irá bien. Ví un video que me hizo acordarme de Ud. Saludos 🙂
http://www.youtube.com/watch?v=dpWEv9Q0XQ4&feature=related
Mientras te centras, preparas tus cosas, buscas rutina, horario, echas de menos al notario y Miki termina la Web…nosotros te echamos de menos a ti, pero tranquilo… vamos a dar la vuelta al mundo ¡Ya verás!
Lobo amigo, estoy encantado de reencontrarte en tus líneas. ¡Ya iba siendo hora!. No sé a otros, pero verdaderamente, el texto me suena a Cecilia, y a los garitos de Huertas y al antiguo café Lyon con sus poemas bajo la cristalera de los veladores y las calles de Madriz y las de ahora. Bien lo señalas. Es donde está nuestro verdadero país. El de todos. Bueno, el de todos no. Que me dejo llevar por el entusiasmo. Andreita Fabra y similares no caben en nuestros paseos. Gracias por el texto.
http://www.jotdown.es/2012/11/ramon-lobo-vivo-en-pais-que-no-conoce-la-voz-de-marilyn-monroe/
Me has hecho reír, que bueno! La frase del notario es genial. No dejes de escribir. Ellos se lo pierden, nosotros no por favor.
[…] su primera intervención en público después de su salida de El País, de su “deceso”, como él lo llama. Y Lobo relataba sus comienzos en el periodismo a una audiencia que, en el mejor de los casos, […]