Escucho el telediario de los que no salen a la calle
Thursday, 27 de September de 2012 por Ramón
Escucho el telediario de los que no salen a la calle, ni la pisan ni la huelen. De los que han aterrizado en RTVE con mando en plaza y órdenes claras: “Tú, realidad, quién te has creído que eres para ir por ahí estropeándonos las encuestas”. Sale Mariano desde Nueva York con sus tics de toda la vida, esos que se le alborotan cuando las palabras no coinciden con las ideas que bullen en el cerebro, cuando miente, lanza balones fuera o se inventa sinónimos.
Da las gracias, Mariano el Neoyorquino, a los millones de españoles que no se manifiestan, a los que se joden en silencio, a los que tragan promesas incumplidas, falsedades, los que asumen los recortes de sus derechos, de la Sanidad, la Educación y las pensiones, que todo llegará. A Rajoy le encanta la España cobarde, la silenciada, la que síseñorea asustada. La España de los Santos Inocentes que reflejó Delibes.
Mariano vive en una nube enmoquetada, como la mayoría de la clase politica; encerrados todos en una habitación blindada, aire puro y servicio gratis asegurado. Viajan en esa nube, en primera clase, de un lado a otro a varios metros del suelo, junto a los ángeles y arcángeles, sin rozarse con la mugre, los invisibles, los cabreados.
Abajo, a pie de tierra, de suelo, está la mayoría que deja de ser silenciosa poco a poco: los parados, los pensionistas, las pymes que las pasan canutas, los desahuciados, los estafados por las preferentes, los muertos de ERE, los indignados, los que tienen voz y la usan, los que acampan, los que se manifiestan, los que tienen memoria, los que luchan por un país mejor, los Nadies, los imprescindibles.
La suerte que tiene es que no estoy en Madrid y que no quiero ir tras la pancarta ni la bandera de nadie, no me representan tampoco, los míos son los que están como yo, sin trabajo, sin cobrar paro, sin cobrar ayudas, con 39 años cotizados y me amenazan con quitarme la tarjeta sanitaria a toda mi familia, con dos hijos de 23 y 27 años sin trabjao, sin cobrar, sin ayudas, sin futuro, cuidando a mi madre de 83 años con demencia, con una mierda (y gracias) de pensión, sin ayudas a la dependencia, después de 23 años de un minúsculo comercio, cotizando el 30%, siempre sin ayudas, recaudando i.v.a., pagando i.r.p.f., te digo Mariano, eres un fraude, un buhonero, un desprestigio para todos, lo malo es que los anteriores también lo eran y entre aquellos y éstos mi saldo de fe y esperanza está bajo mínimos.
Lobo amigo. Él está confundiendo la realidad con los deseos. Debe ser un mal común en nuestros representantes políticos salvo pocas y honradas excepciones. Como no baja al barro y todo pasa por él sin mancharlo ni contaminarlo no se entera. Esa mayoría silenciosa, -que peculiar concepto tomado de los discursos de aquel Ministro de Información y Turismo que anunciaba fusilamientos como quien se tomaba pastillas Juanola-, es mayoría pero no silenciosa. En ella está el propietario de la Cafetería Prado, apaleado por impedir la entrada de los antidisturbios en el local, oponiendo el Derecho al orden. También ese otro hombre sexagenario que protegía a un discapacitado abrazándole en un banco de la estaciòn de Atocha. Le puede ver sentado en un banco de los andenes de Atocha y mas tarde en un video bamboleado y movido, gritando: ¡Vergüenza!, ¡Vergüenza!. No pedía que dejarán de golpear, de gritarles. Era el grito de la dignidad ciudadana ultrajada, era un lamento por los derechos ciudadanos pisoteados. Pero ese griterío no le llega. Y por eso confunde lejanía con silencio.
acabo de llegar a tu blog y me ha encontado tu articulo. comparto.
Alaba a los borregos, a sus iguales, a los neutrales, porque escoran hacia sus intereses. Yo me pregunto, ¿cómo puede haber gente que se crea las infamias que de esas bocas salen cuando en otros oídos nos suena a risa, a chiste?
La Cifu y demás dicen barbaridades; por cierto en el 24 horas escuché a tres tertulianos respetados (presuntamente) hablando de cosas que no sé en qué mundo vivían. O como el Pedro J. A veces hay quienes se exceden con los libros y no saben cómo funciona la realidad, como este sujeto o como Vargas Llosa; otros, como los políticos, ni libros ni calle, solo vergüenza
Los que no salimos simplemente no nos hemos tragado las tonterías de cambiar el sistema por otro mejor. Eso ya lo vimos en la Unión Soviética y lo seguimos viendo en Cuba.
Y encima Rajoy lo dice con un aire paternalista que me revienta. Yo creo que la película Los Santos Inocentes, vista ahora, no tiene nada de desfasada. La ví hace no muchos días en la TV y me dolió más que nunca al comprobar los paralelismos entre los que deciden por nosotros y nosotros mismos entre la película y la realidad actual. Qué insultantes son toda esta banda. Y los peores, los viscerales periodistas y voceros que les hacen campaña dia y noche, año tras año. Me agota ser española.
Bravo Lobo, bien Galeano. yo también me siento “nadie” y me gusta que hablen de mi. NECESITO que hablen de mi.
Galeano nos recuerda la extraordinaria dignidad de los nadies, Rajoy nos muestra la extraordinaria y absoluta discapacidad, la soberbia estupidez de los nadas. Mariano nos recuerda constantemente con sus argumentos, con sus discursos e ideas que él era un nada, que es un nada. Él está donde está porque un día un presidente decidió que él sería el que le sustituyese, a dedo, porque estaba claro que él era el más nada de todos los que había con posibilidades para sustituirlo; el más nada, garantía su nadería para que aquel entonces presidente, que prometió marchare a los 8 años de mandato, pudiese seguir moviendo los hilos de ese poder que tanto les embriaga, a la sombra de esa garantía que suponía este nada soberbio. Un nada al que la constancia de su servilismo no le dio la oportunidad esperada hasta 8 años más tarde, fruto más de sonrojantes incompetencias ajenas que de méritos contrastables de este nada sublime. Los nada, que por caprichosas circunstancias en ocasiones llegan a tener serias responsabilidades, acostumbran a abrazarse por conveniencia a los nadie, no sólo por cuestión de votos, también en ocasiones, y como se demuestra en este caso, por una falta total y absoluta de capacidad. Unos tiene su dignidad guardada en un pañuelo anudado, los otros no tienen nada, porque no son nada.
Yo, por memoria histórica generacional prefiero la izquierda, pero como en este Pais no tiene representación en el Parlamento, entre centro-derecja y derechona, prefiero el centro derecha…la manipulación de los medios es bestial, quieren que siga existiendo una izquiereda y una derecha irreconciliables, la época franquista se ha anulado de temario, pasan directamente de la guerra civil a la monarquia constitucional…pero algunos, muchos nadies tenemos memoria histórica y se la enseñamos a nuestros hijos, para que conozcan una España real, donde siempre han pagado los mismos, y a los únicoa que se les pide sacrificios de lo que ellos dilapidan, somos más y, esta vez no nos callaremos…
Y defenderemos ,con uñas y dientes , cada derecho conseguido y recogido en la Constitución, que no solamente son deberes y leyes, sino también derechos, que, curiosamente, figuran los primeros. No es que la Constitución sea mala, aunque todo se puede mejorar, es que ellos no la cumplen y solamente es inconstitucional lo que ellos quieren…se han saltado: el derecho a la sanidad, a la educación, a la libertad de expresión y de agrupamiento, se han saltado el derecho a un trabajo digno, se han saltado tantas cosas que es de risa que recurran a la constitución cuando se ven pillados y acorralados…
De acuerdo 100% con su artículo, no obstante creo que pueden cambiar las cosas y los que aún no salimos de casa lo hagamos pronto, lo están pidiendo a gritos. El vaso está demasiado lleno.
Es un placer leerle. Gracias
Bravo Lobo, estoy en contra del uso de la violencia y creo en la democracia; pero en la práctica España funciona como una seudodemocracia. Los políticos prometen, los ciudadanos les votan, los políticos hacen lo que les da la gana y como no hay mecanismos eficaces (ni no eficaces prácticamente) para echar a estos malos políticos, el pueblo tiene que j… y aguantar al menos cuatro años, hasta las próximas elecciones. Así que yo apoyo estas manifestaciones y además, me sumo a ellas. Un abrazo
Otro de los “recortes” de libertades es la TV públicva. El programa 24 horas es infumable ahora. Nos quedan algunos comunicadores via Internet (como Vd. Sr. Lobo), la admirable periodista Angels Barceló en la SER y poco más. ¡ Verguenza, verguenz!, queremos gritar y la voz no sale porque estamos paralizados… ¿hasta dónde y hasta cuando?.
Estoy completamente de acuerdo contigo , como lo estoy desde hace tiempo con Galeano .
Yo no estaba en la calle , no vivo en Madrid pero mi hijo estaba por mi , por todos los de su familia que no podían estar . Y hay que seguir en la calle porque hay que “hacer” cosas .Sólo las acciones cambian la realidad . ¡Que se lo digan a ellos cuando recortan , acosan , amedrentan , pegan , reprimen , dictan y ejecutan , decretan…!Todo eso son “acciones” .
Enhorabuena por este blog.
Lo seguiré desde ahora.
Pues si te parece Susana, aquellos que no os tragáis las tonterías de cambiar el sistema por otro mejor podéis retroceder en el tiempo y volver al sistema esclavista o al propio feudalismo. Por otro lado, no hace falta que te vayas a la Unión Soviética o a Cuba, puedes probar con el norte de Europa. Con estadísticas en mano, te aseguro que mayoritariamente viven bastante mejor que la ciudadanía española. Otra cosa ya sería formar parte de la oligarquía privilegiada de este país, que lleva siglos dejando las cosas atadas y bien atadas. En ese caso, no conviene hablar de cambios de sistema no vaya a ser que también cambie el statu quo. Al igual que la burguesía no llegó al poder pidiendo permiso a los señores feudales, cualquier cambio de sistema lo hará con o sin el beneplácito de aquellos a los que este mundo les parece el mejor de los posibles porque no forman parte de los millones de personas que pasan hambre, entre otras muchas cosas. Como ellos no eran, no les importó. Si las tornas dieran la vuelta otro gallo cantaría. Que se lo pregunten a María Antonieta.
Se olvidó de los Querubines…
Iñaki Sebastián: ¿Cuando nos vamos a preocupar de los “nada” que aupan al gobierno a un NADA? Porque ahí está el problema.
mcjaramillo Lo disfrazan de fiesta de la democracia, lo de votar digo, pero hace años, décadas, que es imposible esa lucha que planteas, La Casta política tiene absolutamente controlado el hecho de que los que participan de esa “fiesta” tengan reducida hasta lo impensable la capacidad de elección. Mientras la economía permitió un nivel de satisfacción general y un hipotético crecimiento para cometer los más impresentables gestos de irresponsabilidad económica y política, no fue tan llamativa y evidente la infame transición a la que nos sometieron, ni el deterioro moral constante en el que La Casta se fue hundiendo en todo ese tiempo. La estafa a la que nos están sometiendo evidencia la inmoralidad de tanto miserable “nada” que hizo de la política un “modus vivendi” de alto standing, ofreciendo a manos abiertas todo el lamentable servilismo que fuese necesario, sin pensar en un ejercicio de responsabilidad moral desde el que comprometerse con lo que la base de política debería ser, servicio y garantía en la defensa de los derechos sociales fundamentales como base de desarrollo. La situación y la estafa inimaginable cometida en estos años exige movilizaciones y responsabilidades a la ciudadanía (así como una continuidad) que no sé realmente si está preparada para asumir. Falta conciencia, preparación e información para que “los nada” que mantienen a La Casta tomen verdadera conciencia de las consecuencias que tiene su gesto de apoyarles. Debe de haber una reforma total de esa Casta política. Un duro, responsable y supongo que largo cometido en el que algunos referentes serían muy agradecer, para ayudar concienciar a esos “nada” responsables del bárbaro “naderio” infecto que hace política y nos lleva hacia un abismo que era absolutamente inimaginable hace no demasiado tiempo.
Estamos hablando de un país envejecido donde el sector más progresista acabó en las cunetas, exiliado o bien jodido.