Más allá del maldito libro de Petete
Monday, 17 de September de 2012 por Ramón
Escuché anoche a Julio Anguita en la Sexta. Me gustó mucho Jordi Évole, como siempre. Anguita habla bien y piensa mejor, pero hay algo en él, en su discurso, que me resulta raro. Quizá sea su pasado al frente de Izquierda Unida cuando entregó cientos de ayuntamientos al PP por una pataleta antifelipista, la famosa pinza que tanto benefició a Aznar. De aquellos años, en los que Anguita tendría sus razones, nadie aprendió, ni IU ni PSOE.
De allí viene una de las muchas derivas que padecemos: la ausencia de una izquierda amplia capaz de superar el discurso poscomunista, como si no hubiera ideas por las que pelear desde un lenguaje fresco, ecologista, sin clichés ni estereotipos, lejos del maldito libro de Petete.
El problema de fondo es que nadie discute la esencia, la Educación, la estructura, este sistema de explotación y generador de infelicidad.
La izquierda no tiene discurso, al menos en España. Me temo que más allá, tampoco. Cuando Rubalcaba habla de la Diada, de una eventual independencia de Catalunya, me doy cuenta de lo lejos que está de la la calle, de la gente normal, de mí. Esta izquierda tiene poco que hacer en las urnas frente a una derecha que sabe bien lo que hace y quiere. Su problema es que no sabe lo que dice, por eso miente y tiene cabreado a medio país, o más.
Rubalcaba ha contratado o quiere contratar a 400 expertos menores de 40 años para que suministren ideas al partido. Las necesita urgentemente. Al parecer no le sirven los cincuentones, los viejos, la gente de su generación; tampoco los militantes que pagan las cuotas.
En medio de este vacío, de esta ausencia clamorosa de sensibilidad, Anguita parece un faro, o una bombilla, está por ver. Quizá sea de esas personas inteligentes que piensan mejor cuando están lejos del poder y se olvidan de pensar estratégicamente cuando están en él, o en sus aledaños. Tiene razón cuando dice que la solución está más allá de los partidos; está en la gente, en los jodidos, en los que “se jodan” (fabrismo) frente a los jodedores.
Uno de los problema del 15-M es la ausencia de jerarquía, de vanguardias que señalen un camino. Sin vanguardias no hay hoja de ruta, solo confusión y rebaño. La ausencia de líderes beneficia al estatus quo. Sin gente capaz de interpretar, de intuir, de ver más allá de hoy y mañana, el impulso se diluye, se pierde.
Si los partidos están noqueados por ellos mismos, por las élites que los secuestran, si los sindicatos no saben cómo enfrentarse a este plan de acoso y derribo del Estado-Bienestar, si los movimientos ciudadanos se dividen en decenas de corrientes y contracorrientes confundiendo el objetivo con la pose, ¿qué queda? ¿La nueva TVE de telediarios con la Diada de sexta noticia? ¿La Liga de fútbol como distracción nacional? ¿Los toros de José Tomás? ¿Adelson y su hagan juego? Lo que queda es un inmenso vacío. Y quedamos nosotros, los dormidos, y personas como Humberto Maturana. Feliz semana.
Me parece una certera reflexión. Yo añadiría, a lo que comentas, nuestra especial capacidad para la descoordinación y movernos a destiempo. Históricamente siempre fuimos así. El mayor estado de florecimiento del 15M llega cuando hay menos población indignada con un sindicalismo anestesiado, y ahora que aumenta la indignación entre la ciudadanía el 15M parece parece algo empujado a ser residual. Nos falta algún impulso honesto que encauce en sentido positivo este estado de insatisfacción con el sistema establecido. Una revolución democrática, porque sin revolución no hay cambio de paradigma.
Hola, Ramón. muchas gracias por el post. estoy de acuerdo contigo en muchas cosas, sobre todo cuando dices que carecemos una izquierda amplia que haya superado el discurso postcomunista. Es necesaria una izquierda con un ADN nuevo y fresco.
Cuando estaba leyendo tu post, recordaba una reflexión muy interesante que Zygmund Bauman hacía algunas unas fechas: “Ocupar la plaza, como se ha hecho en Madrid o en Wall Street, no soluciona el principal problema y es que el poder ya no lo controlan los políticos y que la política carece de poder para cambiar nada. Tampoco creo que sirva ocupar un supermercado, como se está viendo estos días en España”. (Fuente: http://sociologosplebeyos.com/2012/09/04/zygmunt-bauman-ahora-se-que-el-exceso-de-informacion-es-peor-que-su-escasez/)
No sé, no me gusta ir a los extremos, sean cuales sean, pero quizá vayan los tiros por ahí.
¡Un saludo!
Don Ramón, desde la más sincera admiración hacia sus escritos, le emplazo a ahondar en el contenido del séptimo parrafo, el de la falta de jerarquía en el 15-M. ¿No será eso precisamente, la ausencia de líderes, su mayor virtud? ¿Entendemos realmente que son las relaciones en horizontalidad? ¿Sabemos encontrar y crear soluciones por consenso, y no por mayorias, y el ejercicio que ello supone como persona, mucho más allá que como ciudadano? ¿Realmente deseamos asumir esta responsabilidad?…Si las respuestas a estas preguntas fueran afirmativas, ¿qué es un lider? ¿que aportan las jerarquías?…
Lo dicho, mi mas sincera consideración don Ramón.
Totalmente de acuerdo, necesitamos una organización con fuertes lideres pensadores que nos dirijan para conseguir alcanzar los objetivos, los de todos que son los mismos, a ellos les da igual lo que digamos se lo están pasando de p.m. jugando con el “Monopoli” (monopolio) de la democracia. ¿Cómo hacer para que uno no grite mierda y el otro joder? Si al final todos estamos hasta las narices de los mismos. Dímelo tú.
Las redes sociales ayudan y mucho pero al final no hay más que 140 caracteres para explicarse para llegar a un acuerdo, objetivos y consenso en la lucha se necesita algo más. Por favor Ramón tráenos a Maturana para poner orden.
Una vez más, Ramón, muchas gracias por compartir tus reflexiones con todos nosotros. Comparto contigo y con mi querido amigo Juan Pedro Molina Cañabate que carecemos una izquierda amplia que haya superado el discurso postcomunista.
No obstante, cuando oigo hablar a políticos como Julio Anguita me doy cuenta de la mediocridad que impera actualmente en nuestra clase política. Personajes como Mariano Rajoy, Luis de Guindos, Fátima Báñez, María Dolores de Cospedal o Pepe Blanco así lo ponen en evidencia. Personajes que se dedican a repetir cansinamente el mismo discurso que cada día les dictan sus directores de comunicación.
Con la salvedad de políticos como Patxi López y Eduardo Madina (aunque este último algo constreñido por Ferraz), no existen personajes con amplitud de miras, incapaces de ofrecer un discurso alternativo como el que ayer ofreció Julio Anguita en ‘Salvados’.
Si la solución es que la población llene ese vacío, ahí estaremos. Un saludo.
Estuvo muy bien, como siempre, el programa de Évole, un poco de brisa fresca y de sentido común, tan necesario como escaso, en los medios de comunicación.
Somos seres racionales pero últimamente actuamos con mucha irracionalidad. Ya no hay discurso, da la sensación de que en este país no hay nadie con el talento y el coraje suficiente para analizar y plantear cómo enfrentar esta situación.
Es deprimente, aunque verdad, que no hay ningún partido que nos pueda sacar de esto. Entonces, ¿qué papel juega la política? ¿qué haremos en las próximas elecciones?
Demasiados adioses, demasiado pesimismo justificado, demasiados intereses de la deuda, demasiados inútiles dirigiéndonos, demasiados ciudadanos pasivos, demasiado quietismo ante tanta provocación. Y el Rescate a punto de caramelo.
Un gusto leer tus posts
Buenas tardes:
Sí, hay algo… hay quien está trabajando.
http://www.cafeambllet.com/press/?p=17423
Mientras el PSOE siga siendo un partido con una cúpula de derechas y unas bases de izquierdas, el entendimiento es imposible. Hablamos de superar el discurso poscomunista, pero la necesidad de esa vanguardia que señale el camino, que marque la hoja de ruta fue señalada por el propio Lenin. Sin vanguardia no hay revolución. Y nadie está pensando en un Stalin. ¿Se puede entender la independencia de La India sin un Gandhi? ¿O el final del Apartheid sin un Mandela y el CNA? Sin plan, ni hoja de ruta, la espontaneidad de las masas es absolutamente estéril. La idea del 15-M es buena, pero ha sido una simple mosca cojonera momentánea para el Establishment, no ha supuesto ninguna amenaza seria. Si el 15-M se hubiera presentado como alternativa a las elecciones, aunque fuera sin intención de ocupar ningún escaño, se hubiera canalizado el voto y hubiera tenido una repercusión infinitamente mayor. Una mayoría absoluta para el PP era el peor de los escenarios posibles. Por lo pronto, no hubiera estado nada mal conseguir sacar del poder a los dos partidos mayoritarios.
No hay pensadores, ni intelectuales, ni filósofos porque éstos tienen que salir de la base, de la sociedad. La nuestra lleva más de 30 años teniendo como única preocupación poseer, poseer, y poseer lo último de lo último en todo y que no me quiten nada. Una sociedad basada en el consumo y en el egoísmo. Y éstos son los resultados.
Saludos.
P.D. ¡La Aguirre se ha ido! ¡Por fin! A ver si muchos otros masculinos y femeninas, siguen su camino.
El problema reside en considerar al PSOE un partido de izquierdas (y más en ese contexto), la mentira que supone la pinza ha sido ya explicada decenas de veces por el propio Anguita