Hoy me desperté con mi dedo sexual recortado
Thursday, 12 de July de 2012 por Ramón
Me desperté sin el dedo sexual de la mano derecha. Una voz orweliana me informó desde el fondo de la taza del retrete de que había sido recortado por el bien de España y de Europa. También me dijo: “Si la prima de riesgo no cede tendremos que recortar el izquierdo”. No protesté porque tenía el baño invadido por cinco antidisturbios porra en ristre. Miré, conté. A ellos no les faltaba nada; nada que estuviera a la vista, claro.
Dije a la voz del retrete que lo comprendía, que España era una gran nación, pese a que mi dedo sexual derecho tenía unos deberes históricos con la sociedad en la que vivía y que sin él no solo sufría yo en mis partes íntimas; también, los placeres indirectos de otras personas. Tras mi discursito, un segundo del cuarto hora de fama de Warthol, se fueron los antidisturbios: un, dos; un, dos, ¡ar! El último, antes de salir, me dio un porrazo en el pie. Supongo que es su forma de comunicarse, de decirme que me quiere.
A los funcionarios les van a amputar la paga de diciembre enterita y unos cuantos moscosos de propina. Tienen suerte: conservan los dedos sexuales. En el caso de los polis se llaman dedos del orden público. Sirven para sujetar el disolvedor de manifestantes, una especie de vibrador negro en permanente excitación.
Las medidas de recorte anunciadas ayer por un señor con barba en la cara y tics en los ojos han gustado a los empresarios, no confundir con emprendedores. Algunos dicen que son oportunas y argumentan que sacarán a España del precipicio, aunque no descartan que volvamos a él. Los recortes que tanto gustan a los sectores no recortados tienen propiedades mágicas de quita y pon. Son un bosón paralelo en sí mismas.
La crisis es un agujero negro que todo lo chupa. Es un agujero negro selectivo, como el Ibex: solo se alimenta de derechos sociales y laborales, de sueldos y parados. Los bonus de los empresarios se los deja para después, para después del fin del (nuestro) mundo.
Bajé a la calle amputado, tímido de encontrarme a mi economía indirecta, y sin esperar, como dicta la cordura, a saber qué dicen los mercados; es decir, si llueve o no. Todos los peatones caminaban cabizbajos con un guante de Michael Jackson en la mano derecha. Parecía una epidemia. Deduje que el recorte de placeres era general, inapelable.
Pasaron tres coches oficiales que venían de boda, con sus tiras de colores anudadas a los tubos de escape. No cascabeleaban latas vacías, como manda la tradición cinematográfica, sino miles de dedos sexuales que emitían ayes al golpearse con el asfalto. Después pasó una escuálida banda de música con el pasodoble de Manolo Escobar en play back para ahorrar en músicos.
Los Jackson no aplaudimos por timidez y falta de costumbre en el aplauso mutilado. Transitaron más coches oficiales y autobuses cargados de asesores achispados por la farra y un circo con domadores sin leones, que se quedaron en las jaulas distraídos con Belén Esteban. Al final, tras las mayoretes disfrazadas de Cospedales, apareció el camión-escoba con un altavoz gigante en el techo que escupía un oeoeoeoeoeoeoeoeoe machacón. No era la selección. Solo un espejismo.
Termino con Francesco de Gregori, uno de mis favoritos: Titánic, una palabra de moda.
Antes debo confesar que sin el dedo sexual de la mano derecha tecleo peor y no sé llamar al ascensor. Ni saludar a los amigos. Tampoco sé mandar a cagar a los impostores. Mi gesto con el puño cerrado, vuelto hacia mi, y el dedo sexual tieso como… ¡como un vibrador civil! resulta ridículo, incompleto, interruptus. No solo me han recortado el placer, también el derecho a una protesta contundente. Habrá que educar a los otros dedos. Buen fin de semana.
Joder Lobo, como molas… a los antidisturbios si que les falta todo lo que no está a la vista no lo he comprobado pero una chica se da cuenta de eso enseguida… ¿y a esto algunos le llaman profesión?, que trabajo de mierda tío. Me matas y me rematas lobo, me encantan tus post. A mi también me han recortado, la paciencia Lobo, la paciencia. Esta tubería está atascada, ya no traga más mierda. Ayer fue un día esperpéntico, los recortes, la subida de impuestos, las hostias a los mineros, los aplausos entre los miserables, soy de lágrima fácil… Y aún no me he recuperado, Joder!! Aún no. Buen finde para ti también.
Me encantas, en lo q va de mañana, es lo q mejor he leido, bueno, lo q mas me ha gustado. Me nutren tus palabras, y tu selección musical siempre exquisita.
Ante tanto recorte y sobre todo desmotivación y desánimo, urge la búsqueda de lo que nutra.
Gracias por tus palabras, por tu ingenio. Te sigo
Surrealista boda. Difícil de digerir y, por eso, espectacular post.
el mejor Ana, el mejor… yo no me canso de leerlo me lo paso genial. gracias Lobo.
A mí no me extrañaría que justificasen el “que se jodan”.
No sé cómo, pero lo harán. Eso seguro.
¡Ay, Lobo! Como se nota cuando te buscan las cosquillas. Buen fin de semana 🙂