Mi cabeza emite vacíos, nadas
Thursday, 7 de June de 2012 por Ramón
Hay días como este en que deposito los dedos sobre el teclado y mi cabeza emite vacíos, nadas. Estoy acostumbrado a que sean esos dedos los que decidan el orden exacto de las palabras, la estructura de las crónicas y los reportajes; los post y los moleskines que tanto me abundan.
Aún no sé qué es escribir. ¿Un acto de sinceridad extrema o de soberbia mal disimulada? Tal vez consista solo en devolver lo leído, como Ray Bradbury: masticado, mezclado, creando mundo propios. O en vaciarse para uno mismo, sin exposiciones. Escribir es arrancarse, dañarse íntimamente. Escribir es un acto privado que hacemos público por ego, temeridad o ambas cosas. Yo ni siquiera escribo lo que leo ni lo que invento. Pierdo el tiempo escudándome en excusas que muchos compran pero que a mí no me engañan.
Leer es escuchar lo escrito por otros, entrar en su mundo subterráneo, bucear en busca de puertas, de ventanas, respirar de otra manera.
Vivo en un mundo acelerado, sin pensamiento, de pasarela. Soy parte del problema. Me faltan valentías para escapar, para subirme a un árbol y esperar a que Italo Calvino me explique la manera de descender sin lastimarse.
Escribo en este blog convertido en un bote salvavidas; escribo de temas cambiantes, a menudo livianos, y visitas escasas. Pasan los autobuses por mi cabeza y por el post atrapados en una rotonda ajardinada. Una diosa de piedra escupe agua contaminada por los pechos. No hay paradas de subida, no las hay de bajada. Los pasajeros saludan vestidos de blanco y negro. Creen que es un tiovivo de feria, pero es solo una pesadilla que se me escapó de la cama.
Querido, de visitas escasas, nada. Por mi parte, es de los pocos que leo. Vamos que me dan ganas de decir a los blogueros del mundo mundial que sigan tu formato: Breve, claro, interesante y con música. Qué más se puede pedir. Por cierto, ¿Qué tal estás? Espero que estés bien. Hasta pronto.
Sólo GRACIAS
Creo que es tu sinceridad y apertura lo que hace que tanta gente te sigamos leyendo desde el principio de este tu pequeño rincón.
Me estoy leyendo Los Miserables de Victor Hugo y sigo perplejo de saber que sus opiniones sobre valentías y revoluciones, hábiles y descastados, son tan reales en 1860 como hoy. Sobretodo teniendo en cuenta que el autor dice que lo que él menciona viene desde 1668 en Inglaterra.
Y es cuando las puertas a otros vacíos a veces a nosotros nos aportan luces y no sólo sombras.
Y viva!.. los vacios y las nadas si son de esa enjundia y calidad! En días así..bocanada de aire fresco y a pasear la primavera. Ahí seguimos..Un abrazo 😉
Leerte supone un alivio. Un inmenso alivio. Muchas gracias.
Muchos escuchamos lo que escribes cada día. Ahí seguimos, como dice Mumma. Gozamos, y aprendemos, con ello.
Yo aún sigo hepatada por tu post de ayer y de nuevo me vuelvo a impactar leyéndote hoy .
¿Y dices que emites vacios? Pues deben ser vacios como los de la galaxia llenos de algo desconocido, pero llenos (de materia, energía, cualquiera sabe…..).
Creo que es un lujo leerte ahora que nada se sabe con certitud de nada, sólo que la Virgen del Rocio nos ha sacado de la crisis, según la ministra de empleo, trabajo o como se llame su cartera.
Sólo individuos como tú nos sacan del patetismo de este país.
Pues (como decimos en Aragón) si tú aún no sabes que es escribir… ¡ imagínate!!!!!; no digas tonterías, no disimules tanto, que bien sabes que escribir es desnudarse, buscar complicidad con palabras, seducir, enfrentar, arrancarse de cuajo las entrañas como bien dices, echarse sal en las heridas y contarlo, sacar de borrachera al ego…… y si es realmente es cierto que no lo sabes por favor, sígueme contando que no sabes escribir. Oye y ¿cuantas más cosas dices no saber que son? Cuéntame, cuéntame. Un abrazo fuerte Lobo.
Alivian tus palabras; suelen estar en su orden. Gracias
Y mira tu por donde. A santo de qué hacer preguntas para las que ya se tiene una respuesta, aunque no se conozca hasta el mismo momento de escribirla?.
Escribir es salvar la vida. Ayudar a que la salven otros. Lo mejo de todo, es que es un bote inabarcable, sin plazas limitadas. ¡Qué fantástico esto que haces Loco! Y cuanto te agradezco hacerme un sitio, de vez en cuando. Allá lejos veo las últimas luces del Andrea Doria, antes de hundirse.
¿He dicho Loco?. Pues si. Quería decir Lobo. Disculpen la dislexia mecanográfica.
Gracias por estar ahí y dejarme compartir tu bote salvavidas. Si todos los que te leen entraran a postear tendrías que fletar el Queen Elisabeth 😀
yo me siento en ti…
tu eres mi mano que escribe
el loco que recuerda
el amante.
en mi cuando quieras quedamos.
vinculo de mis libros vagos, sin armar.
corazon invadido…
eso es escribir.
alfabeto, chaval transparente,
envuelves a niñeces nuestra multicolor sombra.
…y aqui estoy contigo, despues de un año y mas
sin sentir la escritura.
yo sola, te descubri… chaval aniñado.
namaste amor te amoooooooooooooooooooooooooo
Para volver a llenar, primero hay que vaciar Ramón. En una habitación llena de cosas, no cabe nada nuevo.
Saludos…
[…] es escribir? Ramón Lobo aún no lo sabe: “¿Un acto de sinceridad extrema o de soberbia disimulada? Tal vez consista solo en devolver […]
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