Plomo en los bolsillos
Wednesday, 6 de June de 2012 por Ramón
Subo el Alpe D’Huez con la lengua arrastrada. En los auriculares canta Enrique Morente. No veo curvas ni rampas ni letras de ánimo escritas sobre el asfalto. Solo veo una recta interminable y empinada. No existen el paisaje ni los rostros de las personas ni las manos que se agitan. A la velocidad del agotamiento extremo solo distingo una paleta de pintor descolorida, goteante. Escucho voces sin palabras. Persigo a un fantasma encaramado en un bicecleta de cuatro ruedas, un tacataca. Al llegar a meta con los brazos rígidos, las piernas rígidas, la mirada rígida, un tipo me cubre con una manta de muerto, me da palmadas en la espalda rígida y me ofrece agua resucitadora de Lourdes. Me bajan de la bicicleta entre tres mecánicos. Soy una estatua ganadora. Me colocan a un lado mientras que los informadores me lanzan preguntas y fotos. Cuando abro la boca salen quejíos flamencos, como un morente duplicado. Antes de subir al podium me cambian de gorra y de gafas; también me ponen sonrisa. En lo alto me comen a besos. Es lo bueno de las victorias, que te coman sin masticar. En la derrota nadie come, solo devoran al perdido. Cuando subo una montaña no pienso en los besos, solo en el baño caliente del hotel: el cuerpo dentro, humeante. Pienso en el masaje, en volverme persona centímetro a centímetro.
Acabo de empezar Plomo en los bolsillos, de Ander Izagirre. Libro del KO.
Excelente relato. No encuentro palabras adecuadas para adjetivarlo. Al leerlo salta el resorte automático de pensar, reflexionar, releer, aplaudir. Clap, Clap, Clap.
Cuando subo una montaña, no me doy cuenta del sacrificio que he hecho hasta llegar a la cima y echar la vista atrás; reflexiono, me doy cuenta de los aciertos y de las equivocaciones aunque ya sea tarde para rectificar. Vivo en una constante pendiente… escogida para auto-motivarme… pensaría en el masaje, si fuera una conversación pendiente con El Lobo o con Marialuz… entonces si que sería una meta con un premio interesante.
Un abrazo a los dos.
Ramón, hemos llegado ya a Logroño con las bicis, me he dado una ducha y empiezo a volverme persona otra vez, poco a poco. Llegamos el sábado a Madrid y creo que coincidiré contigo en la caseta de la Feria del Libro con los chalados de Libros del K.O.: ya soltaremos unos cuantos quejíos. Gracias, abrazos, y aupa Walkowiak!
[…] Ramón Lobo ha empezado a leer Plomo en los bolsillos y sube Alpe d’Huez soltando quejíos flamencos. Creo que el próximo sábado coincidiremos en […]
¿Lobo y Ander juntos? Menudo sorpresón. 🙂