Muertos ilustres, memorias constantes
Tuesday, 17 de January de 2012 por Ramón
Tengo un defecto: capacidad de memoria; no me la pudieron extirpar. Crecí con recuerdos en una España gris, negra. Los recuerdos que se multiplicaron durante mi infancia y juventud. Me salvé por un año de cantar la canción de los vencedores formado en el patio del colegio. Nací en una familia dividida, como tantas en un país dividido: unos en el exilio; otros, bajo palio. Me educaron sin odio en una de las dos Españas que ha de helarte el corazón, en la España de la sotana, de los santos y los milagros.
Me gusta esta España democrática llena de defectos y me gustan sus gentes aunque nací en otro por casualidad. Me siento de este país, de los dos, del país completo, el de los millones de personas que supieron festejar la victoria futbolera sudafricana sin miedo a los símbolos. No supimos forjar una nación, un Estado. Basta con leer a Américo Castro. No aprendimos a convencer, solo a vencer, aplastar. No hubo demasiadas luces y libertad en un mundo de sombras e inquisición.
Somos un país que se amputó hace siglos cuando abandonó el espíritu de Alfonso VI, rey de las tres religiones y respetuoso con todas ellas.
Solo quería escribir que la muerte no canoniza, no lava, no borra, no quita líneas, párrafos y folios de una biografía. La de Fraga está llena de sombras; también hay luces: guiar como un Moisés a la derecha franquista hasta la democracia. Fue un largo camino pues venían de muy lejos. Fue un hombre inteligente, iracundo y escaso de humildad que dedicó su vida a reinventarse. Por lo leído, lo logró. De aquella derecha respeto mucho a Adolfo Suárez, a Torcuato Fernández Miranda y a otros. A Fraga, no. Le veo como un Hércules con la calle, que era suya, a cuestas.
Nací con memoria y la conservo. Un problema en un país que decidió librarse de ella, prohibirla. De las dos Españas me gusta la tercera, a la quedó aplastada en la guerra, la que no pudo ser, la España de la Institución de Libre Enseñanza, del voto femenino, de los derechos humanos, la de Chavez Nogales, la de mi abuelo y bisabuelo. Con permiso, me pongo música de esperanza. Feliz día a las tres Españas.
Me gustan el texto y la canción. No me gusta Fraga. Yo también me acuerdo de los tres muertos que comentas. Tengo 54 años. A mi hermana mayor se la llevó la policía de casa una noche. Bueno, la primera noche no, pues nos habían advertido y venían sin orden judicial. Se marcharon y volvieron al día siguiente y se la llevaron. Tiraron todos los libros, vivíamos en casa mis padres y los siete hermanos. Tres días en la DGS. Mis padres, de derechas. Se llevaron un gran susto. Ahí empezó su calvario y miedo con sus hijas. ¿Os acordáis de la película de Missing? Hacía 2 años que acabábamos de llegar a Madrid pues vivíamos en Castellón. Por eso me gusta la canción. Las cuatro hermanas llegamos a Madrid con la guitarra y cantando todas las canciones protesta de la época en catalán. Yo nunca he podido ver la serie Cuéntame completa de tantas cosas que me recuerdan a aquélla época. Éramos una familia Alcántara.
Yo tampoco hago luto.
Gracias.
he perdido la inspiracion
ahora solo expiro
y en la memoria solo queda una dulce sensacion,
inocencia,
amor a lo desconocido…
suave.
cual brisa tempranera.
tu estas dentro
y en mi recuerdo solo juego,
juego contigo al alegre corazon
amor, te amo
namaste
Te ha salido un escrito que refleja perfectamente la situación de este país y de muchos que vivimos en el, se nota escrito con sentimiento, el mismo con que haces todas tus reflexiones, te agradezco esta sabiduría para comunicar con sentimiento, gracias por compartir
Al difunto estoy seguro que le jodería escuchar esta canción; además de protesta y libertad, en catalán. Toma ya.
Magistral!.
[…] extraído del blog personal de Ramón Lobo. Os lo recomiendo. Share this:TwitterFacebookLike this:LikeBe the first to like this […]
Gracias Ramon, has expresado el sentir de muchos de aquellos que vivimos con ilusion una etapa de España en la que todo pudo ser, yo estaba terminando el bachiller y preparando C.O.U. cuando comenzo la transicion ,asi que vivi esa etapa con la ingenuidad de la juventud , despues vino el Madrid de la movida que supuso el fin de una etapa en la que nos permitimos soñar y jugar a ser libres .
Ahora veo con desolacion una realidad que no imagine ni en pesadillas , pero como no existe mayor esperanza que la de un pesimista ..quizas otra generacion se atreva a mirar al pasado solo para recordar donde no hay que volver , mientras crea un mundo donde el pasado solo sea polvo y el futuro este lleno de posibilidades y caminos .
Lo peor de todo (es una opinión, claro) es que sigue habiendo mucha gente que te mira mal si dices que el Cid era un mercenario (como los “private USA”)…en este País sigue fallando algo más de fondo que el hecho de hacer transiciones moderadas…
Y no es de las menos graves que se desprecie, por ejemplo, a gente como Ortega…