Ser giralunas en un mundo de girasoles
Tuesday, 10 de January de 2012 por Ramón
Existen las plantas-girasol y las personas-girasol. Basta con plantarse en un campo, redondear la cara, amarillearla y seguir el sol desplazando levemente los ojos de Este a Oeste para ser uno de ellos. Los girasoles no piensan demasiado, si es que alguna vez pensaron algo. Solo buscan el calor, la luz, la seguridad de los días rutinarios en su perseguir constante del sol-poder, el centro de su universo.
En los días nublados, los girasoles cierran los párpados y se dejan guiar por la memoria de generaciones de girasoles que conocen el movimiento exacto. Es como una religión o una ideología embutida en unas siglas: algo superior decide por cada uno. Así, un día tras otro; desde el nacimiento hasta la muerte, tic-tac, tic-tac, sin cuestionarse la razón y el goce de la existencia, de su servicio de proveedor mundial de pipas o de síes, de los síes de sí señor, señor.
A las personas-girasol les gustaría ser piedra: una vida inmóvil, previsible, segura.
Dentro de los campos amarillentos y de las ciudades y pueblos grises viven disfrazados de girasol los giralunas. Mientras sus primos diurnos estiran el cuello para perseguir su sol y realizar la función que se espera de ellos, los giralunas se agachan y duermen, tal vez por sueño, tal vez por rebeldía. Cuando los girasoles terminan su jornada laboral, los giralunas se despiertan en silencio, casi clandestinamente, y pasan la noche observando la luna y las estrellas, preguntándose.
Los giralunas rechazan la obediencia debida, lo políticamente correcto, la normalidad, el grupo, la dictadura del metroymedio. Los giralunas nunca dan pipas, solo esperanzas. Ser giralunas no se aprende, es una cuestión de piel, una actitud.
Tendrias que haber citado a Aute
http://www.youtube.com/watch?v=2qU1rNb6kcA&feature=results_video&playnext=1&list=PL671B4684BBE6F1AB
Ser y estar solo.
Saludos.
Entiendo que los giralunas no tienen nada que vez con los internautas nocturnos, que esos duermen de día, pero comen 😀
Me encanta y abusando de la confianza, me la llevo: ” Ser giralunas no se aprende, es una cuestión de piel, una actitud”.
No tiene mucha relación con el gran artículo pero te recomiendo esta canción de título ‘Giraluna’ de Sidonie: http://www.youtube.com/watch?v=2qU1rNb6kcA
la pequeña gran tribu de giralunas que existe no solo da esperanzas sino que muestra valentía y rebeldía sin siquiera sentir miedo en cada uno de sus giros.
gracias, saludos.
HOLA RAMÓN: Una buena amiga que lee mis poesías, me dice que se acordó de una mía al leer este artículo tuyo. Y es cierto. Así te he encontrado!!
Un giro para un nuevo amigo!!!
Beatriz Pérez
http://abpg.blogspot.com/2011/03/soy-una-extraterrestre-primera-edicion.html