Los magos pelotas
Thursday, 5 de January de 2012 por Ramón
Vengo de la cabalgata de los reyes magos de Madrid: buenas carrozas, algo aburrida, demasiado espaciada, sin ritmo ni intención; falta de música y sobrada de publicidad encubierta. Lo peor: el simulador de Melchor haciendo la pelota a su jefa en la clausura de Cibeles. ¿Es creíble que un rey mago auténtico llegue a Madrid para dorarle la píldora a la alcaldesa más reciente?
Esta política de bajura que todo lo ocupa y corrompe con su nadería existencial debería ser expulsada de los espacios robados a los ciudadanos. Peor es Baltasar, el favorito de los niños, de los niños que no son neonazis, claro. Mientras que el impostor saludaba tiznado en la plaza donde mi equipo celebra sus triunfos, una docena de inmigrantes africanos, negros auténticos, corría top manta al hombro delante de la policía municipal en Sol. La España teatral, la del Señor Lobo de Tarantino, chupándose siempre la cosa, y la otra, la España real, la que apenas existe en los comunicados oficiales y en los medios que los cortan y pegan.
La música elegida para resaltar la entrada de los magos a Cibeles tenía ruido, parecía distorsionada; sonaba a bajada por Internet. Manda huevos, que diría el héroe de Perejil. El Adeste Fideles retumbó a martirio de la Inquisición. Me gustaron los fuegos artificiales, muy trabajados, y me gustó mi ciudad. Madrid conquistada por decenas de miles de personas volvió a estar por encima de su cabalgata y de sus regidores. No es difícil. Ni con unos ni con otros. Feliz regeneración para todos.