Ya vienen los reyes zarandeados
Wednesday, 4 de January de 2012 por Ramón
Ya vienen los reyes, ya vienen los reyes (cantado). Y los camellos, la parte censurada del cuento. Ambos, reyes y camellos, nos llegan sin magia, recortados, despedidos, zarandeados y sin un euro. Más que magos de oriente parecen sobrevivientes de la troika que tortura Partenones; ya saben: FMI, Comisión Europea y BCE. Este año no hay puestos fijos en el desfile, solo pajes sin contrato ni seguridad social.
Ya llegan los reyes encaramados en carrozas patrocinadas por la CEOE y sus socios. Corre un rumor macabro: una de esas plataformas rodantes llevará las banderas arriadas del Lehman Brothers. No es una provocación ni una bravata, solo un homenaje entre creadores de riqueza. Hace 40 años esos reyes, ¿o eran otros?, desfilaban ensillados en camellos. Parecían magos, no salteadores de caminos. ¡Qué tiempos! Cuando en la noche del 5 de enero Madrid olía a cagada de camello. Ahora Madrid, Valencia, Andalucía: España, huele a cagada general.
Tiempos de sueños gratuitos, sin peaje ni cadena. Hoy por una simple pesadilla te pueden multar sin derecho a reducción y con apercibimiento de cierre del cerebro. Lo llaman Ley Sinde. Aseguran que las peores pesadillas laborales que vendemos como nuevas llevan copyright del XIX.
Esta noche tuve un sueño hermoso; lo escondí en una caja de seguridad a prueba de ciberrecaudadadores. Parecía más que un sueño, era una utopía. Las utopías penalizan diez veces más que las pesadillas porque generan esperanza, ilusión, y la esperanza es revolucionaria, como la risa: síntomas visibles del descaro, de rebelión. Aunque las religiones son mitos disfrazados de utopías no pagan al fisco. Tampoco al fiasco, que el engañado nunca regresa de la muerte a protestar. Al revés, reciben millones del tesoro público por jugar en el bando de los buenos, es decir, de los vencedores. Las religiones en vez de distraerse con sueños bobos, loterías, enamoramientos, hijos, felicidad, se centran en lo esencial: en el cultivo del miedo. Pero más allá del miedo siempre está la libertad. Por eso he pedido a los verdaderos Reyes Magos un mapa para saber llegar. Feliz día 5.