Pa Negre para todos
Wednesday, 4 de January de 2012 por Ramón
No soy Carlos Boyero, mi querido compañero de periódico; no le llego a la suela cinematográfica; me falta empape en cine para tener un criterio publicable, para opinar en voz alta. Sirvo para charla de café; quizá para blog de andar por casa, entre amigos. Vi Pa Negre, la premiadísima película de Agustí Villaronga, después de unos cuantos aplazamientos. La vi en casa. Desde el sofá, desde donde me piloto un cuarto de vida, más rumiándome que viendo televisión. Me gustó el niño Andreu, que sostiene. Me gustaron la mayoría de los actores, sobre todo las mujeres. Es el relato de una España que huele a guerra, a crimen; es la lucha de lo que deseamos ser y lo que no somos, de lo que parece y es.
La primera escena es brutal, un anticipo de otro tipo de brutalidad constante, diaria, menos visible: la miseria, la injusticia, el egoísmo de una familia que vende a uno de los suyos para no perder el estatus de la nada. Quizá entendí mal en su momento pero lo único que tiene de catalana es que se rodó en este idioma y en un pueblo de Catalunya. El cuadro de fondo que dibuja Pa Negre es el de muchos pueblos castellanos, gallegos, extremeños, vascos, andaluces… Es el dibujo de una España negra, pobre, ignorante y cruel. No importan los nombres, la comarca, el idioma, importa la violencia subterránea, la pérdida colectiva de honestidad que provocan la guerra y los fascismos.
Los Manubens, los ricos que interpretan el papel de los detestables, no son siquiera España, Madrid; son, si jugamos a politizar, la burguesía catalana que hoy alimenta a CiU, tan presta a reescribirse.
Algo me expulsó. Quizá el ritmo, los estereotipos, una cierta rigidez. No es una película redonda. He visto en ella algo de El laberinto del fauno y de Los girasoles ciegos. Esta al menos retrataba la dignidad del personaje de Javier Cámara; en Pa Negre no hay dignidad que se salve y salve. Ni los pájaros, ni la niña-loca.
Pa Negre es una habitación cerrada: huele, asfixia, ahuma. Quizá sea lo que me estropea la película, lo que me arranca de la realidad. Es una cinta compleja que fue subvencionada en un 80%; algo que dice bastante en favor de los subvencionadores: escogieron bien. Pero cuando un filme recauda tanto dinero de las administraciones me resulta sospechosa por recibir tantos premios de esas mismas administraciones.
Pa Negre había pasado desapercibida hasta los premios Goya; algo que dice muy poco de los distribuidores; ellos ya no ven cine, solo ven beneficios. Otra habitación cerrada.
Me apunto la recomendación.
Gracias.