Laberintos ante el espejo
Wednesday, 2 de November de 2011 por Ramón
Esta mañana me miré al espejo; no de frente, sino de reojo, disimulándome, sin asustarme. El espejo me devolvió una imagen que no es mía. Más que una persona recién levantada era un laberinto surrealista sin entradas ni salidas. Me sentí euro, griego, referéndum, incluso un poco Merkozy. Los laberintos son divertidos de niño, cuando se acude protegido por los padres y las migas de Pulgarcito, o de joven y en pareja, que de las confusiones llegan los grandes momentos.
De mayor, o de previejo, como es el caso, los laberintos asustan. Quizá sea el tiempo; al escasear los minutos venideros toda pérdida es una resta irrecuperable. Me acuerdo de El resplandor y su laberinto nevado con Jack Nicholson haciendo de Nicholson. Estoy seguro de que en alguna película de Hitchcock hay laberintos que aterran. Está en el inconsciente colectivo. A nadie le agrada sentirse atrapado, sin salida, enterrado.
Pienso en los desvalidos líderes europeos, con el esfuerzo que hicieron la semana pasada en ponerse de acuerdo sobre algo que no se entendía. Allí están todos en el G-20, empantanados en el laberinto griego. Mucho peor lo tienen los inventores de la democracia cuando el Estado ateniense era poco más que una casa de vecinos con ágora. Ellos sí que están entrampados en un laberinto de recortes de salarios, jubilaciones y derechos, metidos en un agujero negro que todo lo succiona.
Yo mismo estoy en un laberinto telefónico con la compañía de referencia cobrándome tres meses seguidos una línea que di de baja el 1 de agosto. Cada vez que llamo me cuentan una milonga nueva y no devuelven el dinero, la pasta gansa. La próxima vez les llamaré algo gordo, Leheman Brothers, por ejemplo. Eso dolerá de lo lindo, o gustará, que de cataduras morales hay poco escrito. También andan los telefónicos empeñados en cobrarme por un móvil que no tengo ni uso. Como lo di de baja cuando me saquearon 14 euros en enero, ahora me cobran 155,35 por no cumplir la permanencia exigida. Kafka era español.
Pienso en la plaza Syntagma, en su modo sencillo y directo de expresar el descontento mientras que aquí vamos de una ventanilla a otra hablando con descerebrados de voz agradable. En la última queja, la señorita informó de que me iban a hacer una encuesta telefónica sobre el servicio. Le respondí como en el Oeste: “Yo que tú no lo haría, forastera”. Y aquí sigo, enredado, viéndome y sintiéndome laberinto surrealista, dormido de nuevo, mientras me sangran a cobros ilegales. Y después se meten con los griegos. Esto necesita un buen meneo.
Me gusta.
Saludos, Paloma
Muy bueno, el contenido y la forma. Muy imaginativo, qué envidia.
lanza y tiempo
un tiempo y una caña,
la sonrisa de un inocente
somos noventa y nueve
viento del este y de todos
nos llamanos
mas besos
feliz finde
felizna
felizdesp
feliz lo que nos viene y un abrazo namaste
verdades como puños, de los que ud. utiliza habitualmente.
Aleluya, aleluya, por leerlo por aquí.
Democracia ateniense, democracia burguesa … y la que estamos re-diseñando, como la llamarán?
Suerte en la lucha como consumidor indignado.
Me encanta la entrada. Incluido el vídeo. Y digo vídeo por ser básico el apoyo visual (en mi caso).
Por fin un tono pausado (pero indignado). Pero… sigo sin entender ese final que se suma al “panegírico progriegos”, como si el pueblo griego no tuviera hipotecarios y consumistas catalizadores de crisis económicas como todo hijo de vecino… y que nadie me salte con cabronazos tipo LB e GS, que no me olvido de ellos!
Muy buen video, lo de Grecia forma parte de la farsa o mejor dicho de la estafa a que dieron lugar los dirigentes europeos, se trataba de obligar a los bancos dar créditos para que se enriquecieran los de siempre y dar datos bonitos para ganar elecciones, de paso se vendían muchos coches alemanes y franceses y las comisiones inmobiliarias enriquecían a cualquier político , inclusos los alcaldes de pequeñas aldeas. Los políticos no tienen familiares en paro y los empresarios ( que son los grandes deudores) tienen el dinero escondido. Para quitarse a los comedores de telefonía es bueno ordenar al banco no efectuar pagos y pedirles la contraseña de baja, al final no pasa nada por mucho que te amenazan con listas de morosidad. También tienes 1 mes para anular un pago bancario que haya realizado tu banco y con el que no estés de acuerdo.Saludos
Últimamente España es Grecia, hablan más de Grecia que de España en las noticias, pero todos somos todos y sí… esto necesita un buen meneo. ¡Saludos!