No celebro el 23-F, prefiero el 24
Wednesday, 23 de February de 2011 por Ramón
Tengo un amigo que no conmemora el 23-F, prefiere celebrar el 24, el día en que fracasó el golpe de Estado. Hace 30 años yo tenía 30 años menos y me sentía feliz, con toda una vida por delante. Ahora que la tengo más bien por detrás sigo pensando que tengo otra vida que vivir. Vivir vidas es bastante divertido. Educa, da poso y mejora la conversación. Es lo que llaman fondo de armario vital.
A partir de una edad, o de dos, la persona camina cargada de contextos, de referencias que le permite ubicarse, sabe en qué planeta vive y qué es lo que defiende. Defender ideas es esencial en cualquier vida. Yo no cambio de ideas para evitar que me bajen del tiovivo. Pienso a grandes trazos lo que pensaba el 24-F de 1981. Son los demás lo que se han mudado con sus siglas y sus boatos de nuevo rico. El lujo prestado ablanda valores y endurece molleras. Mi lujo es no deber dinero. Solo debo cariño y todas las gracias que olvidé dar o que dí en voz demasiado baja. No celebro ni conmemoro golpes; yo solo celebro, y mucho, sus derrotas.
Han pasado 30 años y cuando estudio la foto de los periodistas sentados en el suelo no reconozco a casi nadie. A ellos les sucede lo mismo, tampoco se reconocen.
Tengo El País de Viva la Constitución. Salí a buscarlo a la calle. Es un incunable. No es el papel, la tinta o el titular lo que me gusta; lo que me conmueve es lo que El País y sus periodistas defendieron aquella noche. Me gustan los periódicos que saben lo que defienden, lo que son, por lo que pelean, por lo que creen, que dan noticias y cuentan buenas historias. Ya no quedan héroes, ni Álamos, ahora solo abundan los economistas tijera en la mano. No lo digo por el periodismo, que también, sino por la política.
El 24-F, el día del fracaso, es también un día para la memoria histórica, para recordar y rescatar. Recordar no es un informativo repleto de imágenes en blanco y negro y palabras en sepia. Recordar bien es recordar quiénes somos y qué defendemos. Y no olvidarlo jamás.
Qué te puedo decir!
magnífico
¡Amén!
La verdad es que este año ha sonado muy raro todo esto de la conmemoración del 23 F, no me gusta este tipo de actos para fechas históicas negativas.
Muy buena reflexión Lobo.
Soy muy joven para haber vivido el 23F, pero sí se de gente que me ha contado sus experiencias. Y como bien dices, lo que más celebran es que no triunfase. La reflexión es curiosa, nunca me lo había planteado de ese modo.
http://elmundano.wordpress.com/2011/02/23/23-f-%c2%bfdonde-estabas-tu-hace-treinta-anos-por-rodri/
El 23-F en Radio 3 y RNE (atención a los comentarios).
24-F, el día del alivio. Ni sueño había, pese a trasnochar. Buenos días, 30 años después.
“Vivir vidas es bastante divertido. Educa, da poso y mejora la conversación”. Esto me ha gustado, Ramón.
Muy buena celebración evocadora de lo que somos y lo que defendemos: un poco de memoria entre tanto olvido.
Muy buen articulo.
Asisto a un instituto, todavia en el ciclo de secundaria y propondré a mi profesora de MAE ( MEDIDAS DE ATENCIÓN EDUCATIVA) , – a la que le encanta hacer coloquios- una lectura y reflexión sobre su opinión.
Simplemente “soberbio”, ¡que bueno es cumplir años de armario vital, en vez de los de almanaque!
Ramón, corazón mío, dos puntos, comienza a entristecerme en mis actuales viajes, que se me diga eso de la transición mooooooodélica, de momento lo que hago es mirarle el rictus y, luego separarme con brusquedad para que no me de una pasadita de mano por la espalda. Hoy de los corrientes. Pako