Huffington, esclavos, piratas e Internet
Wednesday, 9 de February de 2011 por Ramón
Me acaba de llamar un comprador automático para hacerme una oferta por este blog. No he entendido la cifra. Sonaba tan metálica que es posible que fuera solo calderilla. No alcanza, desde luego, a la talegada que se va a embolsar Arianna Huffington por vender su The Huffington Post a AOL, una empresa que se dedica a las nuevas tecnologías con salarios de bajura. La diferencia es lo que los listos y los economistas llaman beneficio.
El negocio de la web vendida se basa, según el analista de Los Ángeles Times Tim Rutten, en “una galera con esclavos dirigida por un grupo de piratas”.
Las web que se apropian sin preguntar del trabajo intelectual de otros para crear su producto no se ven a sí mismas como Jack Sparrows sino como agregadores. Arianna empezó como una agregadora neta que con mucho talento ha logrado una pasta haciéndose gratis con el esfuerzo de los demás. No es de las que pagan por un blog; ella solo da prestigio a los que acoge.
No discuto la Red; tampoco el Periodismo que tantos desprecian, en el papel y las puntocom. El periodismo es bueno o no lo es, no importa la herramienta. Vivimos tiempos de enorme confusión en los que reporteros como yo no sabemos si terminaremos escribiendo libros sin venta o twets de bajo coste en Twitter. Por si acaso ya me entreno en lo segundo, es más barato y rápido que la literatura. Y Hacienda no lo cobra.
El éxito de The Huffington Post se basa, a mi entender, en el talento de Arianna que ha sabido apostar, tener las ideas claras y seguras. Da una visión de izquierda donde solo hay derecha, extrema derecha y meapilas. Su triunfo, más allá del agregadurismo, es la valentía: no hay vaivén ni miedo.
Pero cuando pinchas en su web no puedes leer nada propio de Egipto porque ellos no mandan periodistas a los lugares en los que suceden cosas, y más si están tan lejos. Esperan que los ciudadanos les envíen tweets, SMS, fotos o lo que sea. Lo llaman periodismo ciudadano. Cuando voy al médico en una urgencia no me gusta que salga un tipo que ha estudiado fontanería, o Derecho, y que me diga: “Buenas, soy un médico ciudadano de guardia”.
Los ciudadanos que compren periódicos y libros y que apaguen la televisión.
The Huffington Post no tiene a Enric González en la plaza Tahrir. Tampoco a Nicholas Kristof, que trabaja en The New York Times. Ni me tiene a mi, o a este blog; perdón por el exceso de egolatría. Creo en el Gran Periodismo que va a los sitios, que paga bien a sus reporteros y que les exige veracidad, contraste de fuentes y capacidad de contar y contextualizar. ¿De qué me sirven los mensajes de 140 caracteres si no tengo el contexto? Mi trabajo es contextualizar.
Me acaba de llamar de nuevo la máquina preguntadora. Dice que es Teddy Bautista y que me va a meter un puro por copiarme las ideas a mí mismo. Al parecer se trata de un problema con mis dos yos separados por una nube tóxica de contaminación (mierda) que se ha asentado sobre Madrid.
Cansado de este miércoles que se me arrastró entre los pies me he comprado un sueño por Internet. Pedí soñar con un tren que llega a Madrid cargado de olores y sabores de mar. Ya huelo a algas y a abrazos fuertes.
El artículo de LA Times dice otra cosa muy importante: vivimos en un mundo lleno de datos (twitter, Facebook, blogs) pero que no son información. La información es lo que nace de la interpretación de los datos como la ciencia nace de la interpretación de la naturaleza. Y nuestro trabajo como periodistas es interpretar, convertir el mundo complejo e inabarcable en información. El resto es ruido.
Completamente de acuerdo, Arianna Huffintong ha sido pionera en ver negocio en lo gratuito, ha sabido dar una vuelta de tuerca en esto de buscar nuevos públicos objetivos, para ponerlos en bandeja para una gran empresa aunque lo pinten como Media Group.
Un saludo
[…] This post was mentioned on Twitter by Ramón Lobo, CTC, Sara Oroz Artigas, Lluís Pellicer, José Luis Fernández and others. José Luis Fernández said: RT @galtares: "Huffington, esclavos, piratas e Internet". Gran entrada del blog de Ramón Lobo. http://cort.as/0Ykb […]
“Creo en el Gran Periodismo que va a los sitios, que paga bien a sus reporteros y que les exige veracidad,”
Recuerdáselo a tu dire, Ramón:
http://elteleoperador.blogspot.com/2011/02/creedme.html
Supongo que también les exige no hacer la más mínima crítica a los dueños de la empresa aunque estos de dediquen a venderla al peor postor a cambio de un silloncete en el consejo de admón y una jubilación dorada. Y si se te ocurre criticar te vas a Jerusalen a tocar los huevos allí. Como a Enric.
Pero cuanta hipocresía hay en todos los sitios, hijos mios…
Esta es una reflexión que yo hago todos los días y es verdad, muchas páginas de Internet no tienen a Enric González en la plaza Tahrir. Ojalá todos pudieran. Es más, ojalá yo, que soy periodista, pudiera estar en la plaza Tahrir. Lo intento pero luego me dicen que no me pagan con mi trabajo.
Así que me he montado mi revista, mi chiringuito donde puedo tratar temas diferentes e intentando dar la perspectiva de Egipto de muchos de los que están allí (a veces de Enric González también, un tío con suerte). Comparto tu reflexión, desde luego eso de que cualquiera sea periodista con un móvil no acabo de verlo, y aún está por ver si es ético o no hacer artículos con lo que dicen otros. Pero como dice el comentario de Guillermo, periodismo es interpretar…y a los que no nos pagan por escribir desde la plaza Tahrir, ¿no podemos quizá encajar en un nuevo género, si se hace con calidad? Ojalá sí. Yo de todas formas me voy a la plaza en junio a seguir probando. Saludos
[…] Huffington, esclavos, piratas e Internet – Ramón Lobo […]
Completamente de acuerdo con la importancia de los contextos, y que eso distinque a un buen periodista; lo digo como lectora, no soy periodista, yo agradezco a quien me da contextos, como Lobo ( aprovecho para decir que un párrafo de un post suyo sobre democracia lo utilizo siempre que puedo cuando me toca hablar de democracia). Dicho esto, también me parece que está bien que haya twiters, y personas con móviles que saquen fotos, siempre que no se sustituyan.
Cada día existen mas piratas informáticos , y todo por culpa de la falicidad con la que tienen acceso a dicha información para realizar y ejecutar técnicas de hacking, la mayoría son Lammers (novatos) y no tienen ni ídea ni de las cosas que están realizando.
Un saludo
Enrique Robles
Lobo, el periodismo es demasiado serio para dejarlo en manos de aficionados, desgraciadamente sólo lo sabemos los periodistas y lo ignoran los propietarios de los medios de comunicación y los lectores y las audiencias. Yo entre un médico y un curandero prefiero ir al médico, pero a lo que se ve en esto del periodismo se apuesta por el curandero. Buen artículo. Salud.
Nota.- Dile a Constantine que no se preocupe que a tu dire le quedan, menos mal, dos editoriales.
Hoy no tengo muchas fuerzas para escribirte ni casi para pensar pero me encanta que tú sigas escribiendo. No te preocupes que no vas a pensar por mí, lo que yo voy a hacer es pensar sobre lo que tú escribes. Por cierto y a cuento de lo que escribes, esta vez no dirán que el humo/mierda de Madrid es por culpa de los despreciables fumadores, ¿no?.
Un saludo Ramón, (¡qué gracia, como si nos conociésemos!).
Sobre el “periodismo ciudadano”, todo el mundo intenta defender su parcela profesional, pero es una falacia (muy común, no es la primera vez que oigo o leo exactamente esta comparación), comparar el periodismo con la medicina. Creo que no hace falta explicar el porqué.
Me recuerda a un chiste de Perich:
“-Exigirán la carrera de Ciencias de la Información para ejercer el periodismo
-Para escribir cartas al director bastará con los dos primeros cursos”.
Saludos.