Que me ahogo, coño
Tuesday, 8 de February de 2011 por Ramón
Hoy me crucé conmigo mismo y casi no me reconozco de lo sucio que estaba. Iba con una nube negra alrededor de la cabeza. Como los ladrillos del Van Gaal de los guiñoles. Su caminar sonaba como una fabrica antigua. Parecía un fantasma con la sábana sucia. Mi otro yo se detuvo al verme y preguntó: “¿Qué te pasa en la cara? ¡Está llena de grasa!”. En vez de palabras me salió un vaho de hollín y una burbuja que parecía una declaración en un cómic. Solo acerté a escuchar: “Mierda”.
La gente iba y venía tambaleante por la calle peatonal, nunca recuerdo si es Fuencarral o Hortaleza, en dirección a la Gran Vía. Los carteles estaban cubiertos por una niebla densa, londinense, de Jack El Destripador. Los coches estaban aparcados de lado, como en Sarajevo durante la guerra, cuando los volteaban para protegerse de los francotiradores. Aquí nos protegemos de los responsables políticos.
En una tienda de caramelos me dijeron: “Solo nos quedan de regaliz”. Dos fumadores en la puerta de un bar aspiraban basura tóxica ambiental sin necesidad de encenderse un cigarrillo. ¡Qué ahorro!, murmuró el bajito. Pasó la lideresa dentro de su caballo blindado vestida de amarillo saludando a los cadáveres exquisitos que amueblan la ciudad en la que sobrevivo. Parecía un cuadro de Picasso sin firmar de lo fea que iba la pobre.
El alcalde daba pasadas entre la caravana nupcial encaramado a una escoba nuclear. Mientras hacía cabriolas por el aire contaminado y sujetaba con una mano el volante de la bruja-móvil con la otra disparaba con su escopeta de perdigones sobre los viandantes. Se ría como el Joker de Batman.
Los encargados de medir la basura que respiramos manipulaban los aparatos y los cambiaban de sitio para no pasarnos del límite permitido por la UE. Al lado de los falseadores yacían siete muertos con el grito de Munch atrancado en la cara.
Los responsables de esta ciudad han mandado a los suyos soplar desde las ventanas para que amaine el Prestige aéreo y puedan llegar a las elecciones municipales. Ya preparan los carteles electorales a todo color. La Picasso sin firma posa disfrazada de pintora, ya se sabe, de Sara Mago; el alcalde voraz de Pepito Grillo pío pío que yo no he sido. En los carteles publicitarios no hay ideas, solo una ciudad encantada llena de parques, bicis y tranvías. Debe ser extranjera.
Si sobrevivo al anticiclón de grasa que nos aplasta igual les boto; perdón, bato. ¡Coño! Quiero decir: les voto. Lo siento, pero es que llevo el cerebro sin soplar.
¡Ya es miércoles!
Me quito el sombrero mugriento, toso, esputo, pero sonrío… Chapeau.
entre niebla que leo tu texto y no veas lo que me gusta.
[…] This post was mentioned on Twitter by Ramón Lobo, Raúl García Hémonnet, inma mr, leyre, rosa maría artal and others. rosa maría artal said: De quitarse el sombrero mugriento… Madrid se ahoga en mierda: http://cort.as/0YYu @ramonlobo […]
Lo peor de todo es cuando en Aluche pensamos que la mierda no nos toca. No somos del centro. Que el sombrero gris, mugriento e infeccioso que se ve desde aquí comienza en la Calle 30 – ¿dije calle? –
Hola Lobo…
Mal dia de cotaminacion para madrid y sus ciudadanos..
Mal dia para mi..estare out una temporada si sobrevivo a los medicos..que ironica es la vida..jamas pense que seria paciente..y voy a serlo por tercera vez en diez meses…toda la vida cuidando de la salud de los demas y ahora soy eso que nunca quise ser…un paciente jodido..y lo que es peor saber casi toda la pelicula es malo ..muy malo..
Ya se que este post no tiene que ver con la contaminacion pero es un desahogo escribirlo..en cualquier caso es un mal dia
Hoy es un dia rojo como decia Audre Hepburn en Desayuno con diamantes…
besos..y espero volver..aunque no me voy hasta el domingo
Me río. Divertido relato. Somos un punto imperceptible y breve en el tiempo y en el universo, incluidos Gallardones, Lideresas y otros especímenes de la política: perversos y malvados. El otro día vi un documental en el que explicaban cómo en unos millones de años los continentes se juntarían de nuevo en uno solo debido a la actividad incesante de las placas tectónicas. Y si nos quitan la nube negra o chapela gigante, entonces suben los grados de temperatura lo cual es peor. No hay salida.
No somos nadie. Así pues, mejor reir.
Saludos, Paloma
Suerte y ánimo Audrey
Ya veras como todo sale muy bien Audrey, muchos animos y un abrazo fuerte.
Buenas! Pues desahógate, Ramón! Aquí, en solidaridad (que no se diga) también estamos en las mismas, aunque me parece que no tanto, que la capital es la capital… 😉
Tiene que llover a cántaros.
Me uno a vuestro sentimiento para ayudaros a soplar;
os envío un poco de aire, no tan puro como parece, pues tenemos un pequeño aeropuerto de provincias aquí al lado.
Besos Audrey, hasta pronto.
Audrey, lee el blog de Enrique Meneses, el último artículo quiza te anime.