Acabo de resucitar y no huelo a tabaco
Friday, 14 de January de 2011 por Ramón
Acabo de resucitar en un país extraño: la gente no fuma en los restaurantes ni en los bares ni en los sitios cerrados; no se han producido suicidios en masa y los negocios que se iban a hundir en cascada por falta de malos humos siguen abiertos. Pensar que la gente no va a comer, copear o cafetear por falta de alquitrán en el aire es pensar mal. Es de idiotas. Algunos españoles siguen con el mantra de la protesta. El otro día escribí en el otro blog que los negocios insumisos a la nueva ley antitabaco eran, por lo general, de derechas. No gustó a tenor de algunos comentarios. La gente no comenta, reacciona ante lo que cree que lee y, a veces, insulta; es su derecho. No leen mis prejuicios sino los suyos. Así es imposible una conversación.
Los insumisos a la ley antitabaco tienen el mismo discurso de los que rechazan la asignatura de la educación para la ciudadanía, la ley de matrimonio homosexual y todo lo que atenta contra su libertad. El problema es que lo que atenta contra su libertad particular es la libertad de la mayoría.
La gente que antes me fumaba en la cara es la misma que ahora me agrede con el móvil en el tren. Renfe debería crear un vagón de silencio. Al comienzo de cada convoy. Vagones en los que se pague cinco euros más por no escuchar ruidos: ni móviles ni niños ni pandillas de ejecutivos salidos. Los macho alfa fuman con la mirada. Les babean los ojos. Los machos alfa también deberían tener su vagón. Un lugar donde puedan medirse la cosa.
Los ejecutivos de empresas parecen vendedores de seguros de vida. No me gustan los seguros de vida. Si mi familia quiere cobrar por mi muerte deberían pagarme ese seguro. Acabo de cancelar el mío. Zapatero se dispone a cancelarme muchos de mis derechos. Los ministros son ejecutivos que se miden la cosa sobre nuestras pensiones. Yo me la mido cuando estoy desnudo en la playa y de la medición aproximada y lejana saco la conclusión de que debo quedarme sentado en la arena. No tengo madera de macho alfa. Me faltan centímetros por un lado y me sobran por otro. Siempre supe que era un problema de organización.
en mi país hace cuatro años que no se puede fumar en espacios públicos cerrados y el mundo sigue girando. Las catástrofes y penurias anunciadas oportunamente finalmente no se dieron. Todos hemos asumido la restricción y si hay que fumar se sale fuera. Lo que me resulta raro es cuando viajo y estoy en lugares cerrados donde todavía se fuma. Realmente es de locos y pensar que hasta hace poco lo hacíamos y no nos cuestionavamos. Además del pequeño detalle del beneficio para la salud pública es de destacar que está bueno volver a casa sin olor a tabaco en la ropa.
Vivo en Alemania; hace varios años que vivo sin humos. Mis amigos que fuman toman como lo más normal y respetuoso salir a la calle cuando estamos en cualquier local o a la terraza en las casas, donde hasta los fumadores jamás fuman en el piso. Y los bares, discos, restaurantes… siguen llenos.
Cada vez que viajaba a España yo era más sensible por la falta de costumbre al alquitrán en el aire, que me quemaba los ojos en bares mal ventilados (la mayoría) y no me dejaba degustar las deliciosas tapas ni paladear el vino que siempre me pido. Por cierto, a quién molesto cuando bebo vino, moderadamente? He pasado los primeros días del año en España y he tenido que aguantar comentarios demagógicos, fuera de toda lógica y pasados de vueltas. “Lo próximo que prohibirán será el alcohol”. “Van a tener que cerrar todos los bares”. Parecía el fin del mundo. Y yo, feliz. Feliz de poder ir con mis amigos con hijos a un café y poder estar sin toser, sin escozor de ojos, y disfrutando de su compañía con peques. Feliz de poder saborear un buen plato de comida en cualquier restaurante. Feliz de volver a casa y no tener que lavarme el pelo y echar toda la ropa a la lavadora. Feliz de que no se agrave la faringitis crónica que arrastro, bagajes de la profesión (soy profe).
Y eso que yo soy de las que muy de vez en cuando me echaba un cigarrito con mis amigos fumadores, en la calle, comme il faut. No fumo porque prefiero cuidar mi salud y porque tampoco lo siento como un gran placer, pero entiendo el placer que puedenencotnrar los fumadores. Muchos también comprenden los efectos del humo.
Igual que comprenden que mantener una conversación telefónica privada, sin aparente fin, en un bus, tren, etc, puede molestar al resto de pasajeros.
En el ICE (equivalente alemán al AVE español) existen departamentos como el que describes. No siempre pagas más por esta plaza “especial” que ocupas, y es una gozada viajar en el silencio que yo siempre consideré normal y esperable.
Como es sábado y ando esperando tu habitual regalo musical (gracias!!), te dejo yo también algo que espero que te guste:
Sophie Hunger, “Walzer für Niemand” (“un vals para nadie”):
http://www.youtube.com/watch?v=610THurusKU
(la pelí Wendy y Lucy también te la recomiendo)
y otra canción…”Le vent nous portera”, versión del tema de Noir Désir:
http://www.youtube.com/watch?v=AyUp1rnv7rY
Si, si. Si a todo. Con la excepción de que esto es España y lo que la gente antes hacía dentro de los bares ahora lo hace en las puertas de los bares. Fumar, gritar, beber, cantar, ensuciar. Esta ley que protege a los trabajadores y usuarios de la hostelería perjudica seriamente al resto de los ciudadanos al convertir las calles en un botellón. Para los que ni fumamos ni frecuentamos los bares, vivir encima de un bar se ha convertido en un serio problema de ruidos y suciedad. Un afectuoso saludo para Ramón y para todos.
A mí me ha pasado lo mismo, es un placer. La gente no se da cuenta de que la verdadera libertad es no estar enganchado a nada. Al fumar no eres libre, porque realmente lo haces porque estás encadenado a un vicio, no eres tú el que decide, es la adicción. NO somos libres porque los anuncios, el gran mercado nos manipula como quiere. Pero bueno ese es un concepto que tardará mucho (o quizá nunca lo haga) en asimilarse. Soy científico, el instituto de investigación en el que trabajé en Inglaterra, que estaba en el mismo recinto (enorme) que un hospital, no se podía fumar ni dentro, ni fuera, ni en todo el perímetro del campus universitario. Un día aparecieron unas colillas en un rincón del recinto, y se abrió una investigación. Esto ocurrió hace unos años. A mí me parecía que los ingleses estaban a años luz de nosotros, me parecía una medida muy civilizada. Porque de eso se trata, de ser civilizados. Pero bueno, a España, como en muchas otras cosas, aún le queda mucho…
Jaja… Tienes razón, siempre lo he pensado. Vagones para quienes disfrutan viajando en silencio, nada de cobertura en el metro para gente que no soporta a los que repiten todo el rato frases como “estoy llegando” y restaurantes especiales sólo para padres con niños gritando y correteando.
Ramón, gracias por estas palabras que expresan muchas de las cosas que siento. Me uno a tu odio al ruido en los trenes y tu alegría y sorpresa por la normalidad tras la ley del tabaco. M
Ya existe la recomendación de no hablar por telefono en el AVE en el vagón para no molestar e irse a los descansillos entre vagones. Y ya se ve el caso que le hacen los maleducados y maleducadas que hay, no es todo cosa de machos alfa. Y no siempre es cosa de móviles, están los MP3, radios y walkmans e incluso peor: En un AVE Barcelona Madrid en el que tenía que preparar y revisar materiales para una reunión, al lado había un animalillo, por llamarlo algo, que estaba viendo películas sin ni siquiera ponerse los cascos.
Mucho me temo que con el grado de educación de este país si se pusiese un vagón “silencioso” no serviría mucho, siempre habrá alguno que se cree con derecho a hacer lo que le da la gana, porque quien es el gobierno, la renfe o los demás para coartar su sacro santa libertad.
No yo prefiero seguir fumando disfrutar un cafe con un cigarrillo, quizas me queden resabios de ser humano no perfecto, aun disfruto una buena borrachera, un buen malboro y un sexo desenfrenado, me niego a la imposicion. que todos podamos ser como queramos seria lo mejor, y no te agredo por fumar, no lo hago en tu cara te respeto como para no hacerlo en el tren ni el hospital, para salvar el mundo no estoy, yo solo para vivirlo, y si vivire menos esa es mi eleccion. dejame elegir, tolera ah y no olvides que lo mas democratico de todo va a ser la muerte nos tocara a todos los que fuman y los que no, quizas sea que por temor a morir no fuman … e imponen esta ley ?
No he rechazado jamas la ley del matrimonio homosexual, me molestan los móviles en el tren, los niños tambien……. pero quiero seguir fumando sin perjudicar a nadie, tengo mis derechos si me han envenenado durante 20 años, ……. no soy de derechas, me puede molestar el olor de tabaco en algunos lugares, pero antes de todo quiero convivir y quiero también tener mis derechos, que segun parece es salir gratis a la SS.
también me sobran a mi…..
No se trata de salvar el mundo, sino de respetar al resto, que seguro que hay muchisima gente que quiere disfrutar de un cafe, una borrachera o un sexo desenfrenado sin humos. Eso se llama tolerancia, algo que durante muchos años, no ha existido en este pais con los que queremos disfrutar de una conversacion con una copa, café o comida sin estar en la cámara de gas.
Señores, neguemonos a las imposiciones!!!!!no paguemos impuestos, no reconozcamos a la autoridad, o no respetemos las señales de tráfico.
Es un problema de educación.
Elma comas:
Si de verdad fumas sin perjudicar a nadie, la ley no te afecta EN ABSOLUTO. Es como si no la hubieran aprobado. Si te afecta… es que tu concepto de “no perjudicar” estaba un pelín equivocado.