La luz busca una puerta
Thursday, 13 de January de 2011 por Ramón
Mi hoja de luz empezó a bailar esta mañana. Gira y gira como un caleidoscopio. Baila y salta, pero no habla. Pese a su mudez radical ya se deja traspasar. Puedo leer el lomo de los libros a través de su interior construido de espejos. Esta mañana le he buscado su sitio en el salón. Parecía un buscador de una mina oro en trance de riqueza. Cuando le dio un rayo de sol brotaron de él olas de arcos iris. Parecía un mar batiéndose dentro de un sueño. Debo comprarle un hilo más largo porque su sitio es donde el sol bravea durante unos minutos a primera hora de cada mañana sin sombra.
Cada vez que mudo la hoja de luz de sitio primero el techo se queja. El techo tiene un boquete. Si te acercas mucho a sus bordes puedes leer: el dueño de esta casa es un inútil. Es cierto, lo soy. No sé hacer casi nada con las manos. He dicho casi. Me falta paciencia manual. La paciencia personal, que es la madre de todas las paciencias, fue traspasada hace casi 20 años a mi forma de trabajar: ver, esperar, sentir, escuchar y escribir. Ahora tengo una paciencia viajada, madura, conversada, fortalecida. Una paciencia adulta que es la envidia de las paciencias. Querer es una forma de paciente espera.
Paciencia es sentarse y esperar. Cuando un fuerte cierra todas las puertas, tapia las ventanas y almenas, eleva el puente y retira la guardia parece un fuerte fantasma. Hasta hace unos días gritaba desde abajo: ¿Hay alguien allí? Y exigía: ¿podrían encender una vela al menos? Pero desde el fuerte no había respuesta. El fuerte cerrado es un fuerte mudo, más mudo que una hoja de luz que me mide, me estudia. Es imposible entrar en un fuerte cerrado, encogido. A los fuertes cerrados les cambia la voz cuando se silencian. No es una voz de palabras, sino otra fabricada de quejíos.
La paciencia que arrastro me ha enseñado a acampar y encender la vela que demando frente a mi tienda. Es mi señal: aquí estoy, aquí sigo. No huyo, no temo. Solo leo, escribo, acompaño y escucho música.
a mi me pasa lo mismo
encerrada con los recuerdos, algunos lindos y algunos feos
Ya no improviso, no hago nada nuevo, no hago balances, tengo miedo a la ansiedad o a los ataques de panico
huellas de la vida en el recuerdo paso los dias
Hace un tiempo un amigo me dijo que sentía como yo le decía “creo en tí”, aunque no estuviera cerca, él sentía estas palabras, esta certeza, y eso le ayudaba a sentirse fuerte, como tu fuerte.
Espero que te sirva. Acabo de escucharte en el video sobre Haití, en elpaís.com
No entiendo casi nada de lo que has escrito, a veces me pierdes con lo que escribes; otras, sin embargo, me siento totalmente identificada. Hoy me ha encantado la canción de Luz que has elegido, es preciosa y da mucha fuerza y mucha calma al mismo tiempo.
Un abrazo perdido, Montse
Hola, buscador de oro, ¿por qué dices que querer es una paciente espera?. Se quiere, o no, según, pero no lo haces esperando ser querido. Hombre, a todos nos gusta que nos quieran y, a ser posible, que nos lo demuestren, pero no estar a la espera de ello, porque muchas veces te das con el vacío en plena cara, y no veas cómo duele.
Más de uno estamos con una vela delante del fuerte, que cada vez está más oscuro. Por más que gritamos pidiendo luz, está claro que nuestras voces no llegan a sus oídos, ¡tantos son los quejíos que fabrican!
…y hablando de la hoja, no sé cómo es el soporte del que pende, ¿tienes que taladrar el techo para colgarla?, hoy estoy preguntona, no se me puede dejar acompañada (más que nada porque estoy sóla)…en fín, que si tienes que taladrar vas a dejar el techo como el queso gruyere. Al final vas a tener un tragaluz por techo, Ramón, qué bien, aunque no me gusta mucho la palabra en cuestión. Ya hay demasiada luz tragada por éstos lares, pero tendrás al sol entrando a raudales en tu casa. Todo lo que sea luz es bienvenido, igual que la hoja, que refleja muchas gamas. ¿Ves como una mujer ha hecho posible que tengas una hoja de luz?, seguro que tu sirena lo agradecerá. Besos iluminados.
http://www.youtube.com/watch?v=WrIKFS6N9zY&feature=fvsr
Gracias por mostrar tu hoja de luz; la intuía pero verla siempre ayuda. Taladra lo necesario hasta que ella y tú estéis contentos, eso sí, el sol es esquivo y se queda poco ratito, en pos de otras ventanas. Yo la pondría en mi casa pero por esta isla de interior no nos abandona la niebla!, quizás haya hojas de niebla, no?