Lo siento, no tengo ganas de escribir
Tuesday, 28 de December de 2010 por Ramón
No tengo ganas de escribir. Observo las palabras y veo culebras. Miro la televisión y se me aparece el Gran Hermano multiplicado en todos los canales. Ya no hay CNN+ ni TVE1 ni 2 ni Plus ni Sexta ni Cuatro… Solo unos tipos que pretenden hacer el idiota cuando no deberían pretender tanto pues les sale natural, como a los programadores. No tengo ganas de escribir ni de cantar ni de pintar. Tengo ganas de meterme en la cama con un piedra negra en la cabeza y contarle los 11 pasos amarillos. Abro los ojos y veo un castillo sin personas ni humo ni centinelas. Cierro los ojos y se me aparecen Iñaki Gabilondo y Antonio Sanjosé vestidos de Reyes Magos. Esperan a Baltasar que ha ido a cobrar el subsidio. Tomo el mando de la televisión y voto por expulsar a todos de la casa de los idiotas.
En la pantalla aparecen Alex de la Iglesia, dos payasos deformados y un Franco enano de porcelana. Habla de las descargas legales y de las ilegales. No entiendo nada porque no han puesto subtítulos. Acaba de pasar José Antonio Labordeta por el salón de mi casa de camino al cielo. Dice que anda con celeridades impropias de su estado porque allá arriba anuncian un ERE de santos y beatos antes de finales de 2011 y conviene tener amarrado el escaño junto a Dios. Pues sí que estamos mal, le respondo.
El castillo sigue cerrado. Tiro libros a una de las ventanas pero nadie responde. Ni siquiera las palabras que viven en los libros. Comienza a llover agua de mar, algas verdes y escamas de alguna sirena triste. No tengo ganas de escribir ni de caminar. Abro la ventana que da los tejados y grito un nombre. Nadie responde. Ni el eco de mi voz que me vuelve callado. Solo escucho el huesear de la soledad que me vigila como una sombra. Hay noches de temporal interior y noches de sol. Vuelve a pasar Labordeta en dirección a Aragón. Dice que se le olvidaron las banderas. Pienso en los colores. Elijo el rojo; es sangre, lucha. Elijo el azul; es mar, cielo. Elijo el verde; es esperanza. Elijo el blanco; es lo que está por escribir. Ahora tengo ganas pero ya no puedo porque se me perdieron las manos entre las sabanas de una cama lejana.
Nosotros estamos con alerta rojo por el intenso calor
asi que, hacemos poco
Pero en los conflictos, el argentino, a pesar del calor, aparece .
como decimos nosotros somos “quilomberos”
nos gusta el lio
vaya, siento que haya durado tan poco el que se mueran los muermos y el pesimismo o la tristeza te haya agarrado tan pronto otra vez. en estas fechas hay mucha gente triste, más de lo normal supongo. la soledad se magnifica y distorsiona, no es real, es un espejismo, una imagen distorsionada que nos devuelve la felicidad obligada de todo el mundo por navidad.
Me inventaré un cielo solo para ti
si me das una pequeña esperanza de que tu llanto marchito se despojará de vez en cuando de esas penas .
Tiene mucha belleza tu tristeza, así que, solo de vez en cuando..
Normal no querer escribir… yo no escribo y tengo esa misma sensación la misma desesperanza al encender la televisión (que si te soy sincera ya ni enciendo) pero GRACIAS POR ANDAR ESCRIBIENDO POR AQUÍ… 😀
Pues ercribe siempre que no tengas ganas porque te ha salido un post chulo.
El cierre del canal informativo que presentaba, entre otros buenos profesionales, Iñaki Gabilondo nos ha dejado a muchos sin ganas de escribir. El otro día mantuve un debate con mi querido -y siempre sabio- padre sobre el futuro de ese oficio tan malinterpretado como necesario llamado Periodismo. Soy pesimista; me temo que sin altruismo no hay optimismo. Y el altruismo no está de moda. Todo es negocio. Todo debe ser rentabilidad. Un abrazo y que disfrute usted del merecido descanso, que este año se presenta complicado.
que bueno…
yo cuanado me pasa eso…no sé explicarlo tan claro y con tanto arte.
feliz año a peasr de eso
El Plus si existe caballero. Créame.
El Plus si existe caballero. Se lo prometo.
Será que la tristeza es también musa -o incentivo- para la creación de belleza? porque te salió un post precioso, a pesar de que no estén los tiempos para la lírica. 🙂