Héroes en un chino peligroso
Wednesday, 10 de November de 2010 por Ramón
Escribo desde casa, frente a una chimenea imaginaria que se esconde detrás del aparato de televisión. Sé que está allí porque a veces de los lados de la pantalla brota un hilo de humo blanco que asciende al techo en espiral. Si abro y cierro los ojos muy rápido veo frases escritas, algunas tan obscenas que no me atrevo a repetir. Estoy contento, lleno de otros, de su generosidad. Comí en un chino cerca del periódico que tiene algo de ruleta rusa, en lugar de balas sortea cagaleras. Al fondo del restaurante había 10 personas entorno a una mesa. La mayoría con síndrome de Down. No parecían jóvenes y sí muy dependientes. Una chica y un chico menores de 30 años les acompañaban. Eran sus monitores. Uno de los hombres se atragantó con el arroz. Los chicos le ayudaron a ponerse de pie y a superar el susto. Después le limpiaron la baba de los labios con una servilleta de papel. Me fascinaron los movimientos: suaves, sin aristas, preñados de amor. Me dio ganas de levantarme y darles un abrazo pero me pudo la vergüenza. Ahora trato de abrazarles con esta entrada y esta música.
Ellos pertenecen a la parte de la sociedad que hace algo más que quejarse o consumir. Son los que merecen la pena, los que se entregan sin preguntar. Son los héroes, los únicos, los valientes, los imprescindibles, personajes mayúsculos que nunca encuentran un hueco en las páginas de los periódicos ni en los telediarios tan atiborrados de pompa y palabras huecas. Prefiero a los verdaderos nadies de Galeano, a los reales, que a los otros que teniendo mando y herramientas para modificar se escudan en el “ya veremos”, en promesas si hay urnas por medio o en un pragmatismo que solo es una forma de cobardía.
Los medios de comunicación que batallan por subsistir en la era de Internet tienen que escoger: escribir (y filmar) solo para políticos y empresarios que viajan en coche oficial o escribir (y filmar) historias de y para gente real, con polvo en los zapatos y un agujero en sus cuentas a medio mes, si no es antes. Una medida sabia sería eliminar la publicación de cualquier noticia que no contenga algo de la vida de una persona, un soplo, una frase, una realidad. Me refiero a personas normales que sienten, padecen, hablan un lenguaje que se entiende, y no ese otros alambicado de los extraterrestres que llegaron al planeta a bordo de naves con nombres incompresibles y poco atractivos: PP, PSOE. IU, CIU, PNV…. Puestos a provocar diré que Batasuna al menos se ha trabajado un poco el suyo.
PD. ¿Quién escribe las noticias de economía en los boletines de RNE? ¿Es su objetivo que no nos enteremos de nada? ¿Resistiría el redactor un examen sobre los conceptos que maneja? ¿No es posible decir IBEX sin añadir siempre la muletilla de “selectivo”? Ese boletín, y otros tantos, y noticias impresas, y a buen seguro este blog, son ejemplos del periodismo que hacemos, el que no interesa. Nos hemos olvidado de los ciudadanos y ellos, en justa correspondencia, se están olvidando de nosotros.
Citando a Galeano, a la humanidad en sí misma, una canción del Omega, que probablemente sea el mejor disco de la historia. Tenía razón G. Marx cuando decía eso de lo de apagar la tele para leer, ya sea un buen artículo o un libro en condiciones.
Muy bueno, Ramón. Me temo que los medios han escogido la primera opción, que aunque no es la que “vende” más, sí es la que “compra”. Esas historias de gente real quedan bien como retazo costumbrista, no sea que el lector se sienta desligado del todo de la (des)información que lee, escucha o ve y deje de consumirla. Ah! Este blog sí interesa, precisamente por artículos como éste.
Héroes imprescindibles, sin duda. Muy bueno Ramón.
Las historias de la calle, del día a día, del tú a tú son las reales, son las que salen del corazón y las entrañas.
Gracias por éste post tan generoso, Ramón, y no te confundas, éste blog está lleno de humanidad, es un toque de atención a todos los grandilocuentes extraterrestres a los que has hecho mención.
Menos palabrería y más cercanía y calor humano a todo lo que está a ras del suelo, eso es lo que he escuchado a tus sentimientos decir cuando te he leído. Un beso.
Pd: No te avergüences de ese tipo de abrazos, son los más hermosos.
Hola Ramón,
Aunque no venga muy a cuento con el contenido del presente post tuyo (y quizás sí), te recomiendo -y por extensión a todas las personas que siguen este blog- el documental “Señora de”, de Patricia Ferreira, que se está proyectando en el cine Paz de Madrid, en la calle Fuencarral: la historia de mujeres gallegas que, en tiempos del Franquismo, bien se separaron, bien fueron madres solteras, bien fueron “señoras de”, con todas sus peripecias a cuestas. Imperdible e imprescindible para comprender tiempos recientes desde los ojos acotados y a la vez ilustrados, con la mirada tan querible de estas mujeres.
Un saludo.
Suscribo todol. Y me doy cuenta, además, de que gente que lleva mucho en los medios es clarividente, que lo que deciden los dueños o mandamases de esos medios no les ha hecho claudicar. ¿ Que para qué sirve eso, dirán los cínicos ( muchos de los cuales, además, no saben que lo son) pues mire ud: para mantener la esperanza, es decir, para darse cuenta de que no todos son iguales, de que algunos no tragan por el todo vale. Gracias a ellos vamos tirando sin sentirnos vencidos del todo. Y esto es mucho, porque pongo la radio y es ruido, leo mis periódicos de toda la vida, aquel que sentí como un pilar de la democracia y me digo quien te ha visto y quien te ve,…..y en esto se mete una en periodismo humano (por ejemplo) y se da cuenta de que no todo estáperdido. Ni mucho menos. Ah, he visto ESPIA A LA CAZA. Es buena, y aunque no son los protagonistas, los iraquies que salen en ella, lo que pasó con ellos, me parece que es de lo mejor que tiene. Duro, triste, sí pero quien tenga oídos …y ojos, ctc, ctc.
Solo un momento, un momento de atención.
Yo soy una mujer Saharaui
http://vimeo.com/8910857
De vez en cuando necesitamos sacudidas que nos hagan ver que que no todo gira en torno al dinero. BUEN POST