Comedores de pesadillas
Monday, 27 de September de 2010 por Ramón
Hay personas que tienen la capacidad de comerse las pesadillas de los demás. Abren la boca, esperan a que les digas lo que te da miedo, mascan despacio esos temores y los escupen en el suelo convertidos en polvo. Muchos comedores de pesadillas son altos porque no todas las pesadillas son chatas y fáciles de digerir. Las que hay que exigen pasarlas de la cabeza a los pies para se suavicen en el tránsito. En estos casos, la altura del comedor de pesadillas es una ventaja. Muchas de estas personas singulares tienen dificultades para comerse sus propias pesadillas. Puedes ser muy bueno desmigando los temores del otro y regular con los tuyos. No es fácil transitar los fantasmas de la cabeza a la boca. Hay comedores de pesadillas que pronuncian el miedo y antes de que este caiga al suelo corren detrás de las sílabas suspendidas en el aire para tragárselas como si fueran ajenas. No soy comedor de pesadillas, no nací con ese don, pero he descubierto que si uno se empeña y tiene voluntad y motivación, es capaz de comerse los miedos de cualquiera, incluso de los de un comedor de pesadillas.
Ahora estoy sentado en un tren con el vientre repleto de pesadillas ajenas que no me han dado tiempo digerir porque de tanto rumiarlas se me olvidó escupirlas. Y así ando, o mejor, viajo, traqueteo, masticando con la mandíbula batiente, mecido como los barcos en un puerto cuando se aproxima la tormenta. He mirado pero no hay comedores de pesadillas en el vagón. Busqué en la Red en busca de músicas-acuarela, que en caso de emergencia sirven para sonreír. De todas, prefiero las canciones-balsa. No hay muchas y cambian según se muda el ánimo. Me subo a ellas y navego con la boca muy abierta por si me cruzo con un hada comedora de pesadillas. No ha pasado ni la mitad de la canción y ya me siento bien, escupiendo polvo y felicidad.
Ramón, tan oportuno como siempre. Aunque, claro, Serrat suele ser una apuesta a caballo ganador. Un abrazo.
Escupe, escupe, que es lunes y la semana muy larga…
Estupendo apodo el de “comedor de pesadillas” y puedo afirmar que haberlos hailos, como las meigas. Además es cierto que cuando sufren una propia no siempre son capaces de digerirlas.
Me alegro de no ser una de ellos, aunque a veces me considero una comedora de sueños.
Es lo segundo que leo en en tu blog y estoy encantada.
precioso,sin más. Qué envidia de escritura.
Yo prefiero las revulsivas, la vuelta de tuerca.
recomiendo calle13, la canción ven y critícame en toutube, nada que ver con Serrat.
te vas a covertir en Punset, fumao total.
¡Hombre, es que es más fácil ser comedor/a de pesadillas de otros/as de de pesadillas propias!
Además de la de Serrat, por supuesto, aquí tenéis otras canciones-balsa:
Canción optimista (Indras): http://www.youtube.com/watch?v=KcHCmaKcn2Q
Tu oportunidad (Taxi): http://www.youtube.com/watch?v=VAh1DS4RbBU
Color Esperanza (Diego Torres): http://www.youtube.com/watch?v=PnMqEPamHJ4
Y si queréis alguna más aquí las tenéis en el apartado Vida, Felicidad, Optimismo: http://montsepedroche.wordpress.com/canciones/
Se me olvidó el abrazo en el comentario anterior y de paso aprovecho para compartir con tod@s esta otra canción-balsa de la Señora Luz Casal que se titula SENTIR: http://www.youtube.com/watch?v=b795Use9txw
Un abrazo-bálsamo, Montse