Roma tormentosa
Saturday, 14 de August de 2010 por Ramón
El sábado nació vestido de lluvia y vacío. Amaneció, que no es poco, con ganas de descarga. A ratos lluvia, a ratos sol, casi siempre nublado. En esos días en los que la ciudad se muda de sí misma varias veces uno no sabe bien cómo seguirla. Los más torpes en el juego son los que primero se resfrían. Sigo comiendo tomates de Marcelo, ya escribiré sobre él. La mayoría son pequeños, algo más que una aceituna. Cada mordisco, un sabor. El peso que pesa en libras se ríe otra vez de mí. Tarde o temprano, lo sé, me castigará en toneladas. Cuando me bajo de esa máquina infernal incapaz de reconocer mis paseos y el estado de mis pies con unos gramitos de nada y me miro al espejo del baño lo que veo no me gusta. Alguien ha vaciado Roma de Romas y de romanos y lo ha llenado de miles de espejos. Todos me devuelven tripudo y feo. Horrible, como los sombreros de la reina de Inglaterra. Tomo caminos zigzagueantes para no transitar delante de los espejos del ridículo, que además de devolverte cada vez peor invitan a los transeúntes a carcajearse. Creo que tengo una crisis de confianza física.
Hoy escribí muy bien, ya me acerco a las 8o páginas. El libro, o lo que sea, se ha llenado de tacos y sexo. Mi madre me va a matar. En premio por tanta productividad baje al super para comprar azúcar y respuestos varios. Luego me regalé un largo paseo hacia el Trastevere. En Santa María no había misa cantada. Me compré un helado de tiramisú y yo, que no me gustan los toros, le dediqué un pase de pecho, casi un redondo, a la puta báscula. Lo veis, el lenguaje de la novela que se me mete en el blog. He caminado tanto que he terminado sumergido y palpitante en otro baño de espuma. La vela encendida a los pies es el camino de la luz. Dentro del agua, mar y árboles que dan sombra. Tengo ganas de una birra. Voy a cocinarme la cena, podré dos platos, unos buenos bucatini a la amatriciana y enfrente sentaré a la báscula. Esta vez será claro: si no me reconoces pérdidas, te bajo al recicladero. Ella sabrá. Buona sera.
¡Qué grande eres Lobo!, bueno, … perdón, … no me refería a tu barriga, lo siento, no era mi intención…
A domani.
Joder lobo ! Como te gusta regodearte en tus floffies ( carnes sobrAntes)! Menos mal q lo haces escribiendo con un arte ….. Que ni parecen miserias
Hola Ramón, al habla joven periodista independiente que también se relame con los tacos. A mi madre le horroriza mi blog, quizás a ti te guste.
(si entras pasa del primer post, es un poco largo y vacacional)
Felicidades por inventar cada día
http://www.contornolabial.com/
En estos tiempos, si pasamos de los 30 y no tenemos una talla de adolescente desnutrido, todos tendemos a vernos feos y con sobrepeso. Por eso, las basculas solo se convierten en objetos fetichistas o en articulos de tortura. Puro masoquismo.
En lugar de la bascula, invita a cenar a una romana (que no sea descendiente de los Borgia), y disfruta de la birra y de la cena.
Un saludo cordial.
http://www.youtube.com/watch?v=GDRouuScImo
Me río.
Te pesas mal, Lobo. ¿Has probado a hacerlo como en una viñeta, no recuerdo si de Quino u otro dibujante?
Instrucciones:
Te tumbas en el suelo, y doblas las rodillas; pones el peso apoyado en la planta de los pies, con la aguja indicadora mirando hacia tí, y estiras las las piernas hacia arriba.
Resultado: 0 libras, 0 kilos.
Así estarás tan alegre como los del vídeo.
Saludos…
Buon ferragosto Lobo!!!!! Espero que en tu próximo post nos cuéntes con qué banquete has festejado esta tradición tan exclusivamente italiana. En Bracciano, apenas a 1 hora de Roma, a esta noche hay fuegos artificiales mientras se saca a la virgen en una barca y la gente cena deliciosos platos a la orilla del lago que da nombre a la zona.
No sé si es un recurso literario o es un recurso para ligar (ya sabéis que los hombres usan a veces la estrategia de hacerse los “pobrecitos”). En cualquier caso, lo que parece claro es que últimamente es un recurso recurrente de nuestro amigo Lobo el tormento de la báscula. ¡Ay, estos hombres, cuándo se darán cuenta que la igualdad no consiste en hacerse esclavos de las mismas estupideces que nos han esclavizado siempre a nosotras!
Lobo, imagínate si fueras mujer, lo que sientes se multiplicaría por 100 porque en cuestiones físicas a las mujeres tradicionalmente se nos ha exigido y se nos sigue exigiendo muchísimo más.
Creo que te hace falta venir a alguna de mis clases, estás invitado, septiembre está a la vuelta de la esquina, además cambio de instituto y mis pilas estarán cargadas y llenas de ánimos para inflar la estima de mis alumnos/as.
Buon Giorno, bambino!!!
Dejé de utilizar la báscula de baño cuando me fué inútil, pasaba de los 150 y ella no llegaba a tanto… son unas traidoras, cuando más las necesitas te dejan tirado; ahora la engaño con la báscula del médico y ya he bajado por debajo de los 120.
No es la báscula. No es tanto una cuestión de kilos como la humillación de un cuerpo deformado (respecto su forma anterior), que te recuerda incesante que el tiempo se fue, que han pasado etapas y oportunidades que ya no tendrás; que has perdido mucha inocencia y bastante ilusión… el tiempo pasa, no vamos poniendo viejos… o al menos avejentados. Repetimos que hemos ganado en sabiduría, que la experiencia que tenemos nos da otra visión más rica de la vida, que ahora somos capaces de ver las cosas con serenidad. ¡Y una mierda! Añoramos la pasión, la irreflexión, la sorpresa continua… y aquel cuerpo flexible, fuerte e incansable. Nada que hacer, Ramón, es la puta vida.