El precipicio menguante
Tuesday, 27 de July de 2010 por Ramón
Camino por una frontera convertida en un precipicio. Miro a los lados y no veo ejércitos, solo banderas trizadas de retirada y un niño que saluda. En la aldea del norte no quedan mujeres, en la del sur se fueron todos los hombres. Reuno matojos y preparo un fuego. El humo es blanco hasta que sopla un viento racheado que levanta polvo. Entonces el humo es tan negro que no hay hombres ni mujeres ni un niño que saluda. Solo el vacío. Pasan un perro que maulla y un gato que ladra. No pregunto que ha pasado porque sé que es el fin del mundo.
¡Uáu!
No sé por qué la entrada me ha recordado el genocidio contra los armenios de principios del siglo XX. Y a una de las voces (que yo sepa, la única con difusión mundial) que ha abordado expresamente esa vergüenza. No para los turcos, para la Humanidad entera.
Diamanda Galás, aviso, no es de digestión sencilla. Es una bruja terrible, soprano de los infiernos, recuperadora de un blues esencial, que aúlla y da zarpazos al piano, que se encapricha de poetas que ya casi nadie lee, como César Vallejo, que, consecuentemente con su aspecto y sus modos de posesa, puede interpretar sus “guernicas” sonoros en decenas de lenguas vivas y muertas. Es la voz de la guerra y tal vez la que mejor pueda acercarnos a lugares recurrentes en el mundo de Ramón Lobo: Sierra Leona, Kosovo, Haití…
http://www.youtube.com/watch?v=lxhoa1WowtM
Quizás sea el principio de un nuevo mundo, más extraño todavía que éste, al que nos acabaremos adaptando porque esa es nuestra esencia. Y abocados a ese cambio, sólo unos pocos sobrevivirán, pero ya no serán los mismos ni cantarán ni bailarán la misma música. Y, al día siguiente, cuando amanezca, si es que esto pasa, el olvido se convertirá un mal necesario para continuar respirando ese aire cargado.
Um, Alfonso, recuerdo a Galás por su colaboración en la banda sonora de “Drácula, de Bram Stoker” de Coppola, a las órdenes de Woojkiech Killar, hace el copón de años, y por lo que parece no ha suavizado sus formas, no. Ya en aquellos años tenía la costumbre de dar los conciertos cubierta de sangre de los pies a la cabeza.
De todos modos, creo que el fin del mundo es más parecido al futuro que, accidentalmente o no, describieron los colaboradores de Ridley Scott en “Blade Runner”. Un mundo superpoblado hasta la exageración, dominado por grandes corporaciones y unos poderes públicos practicamente al servicio de estos. Y soledad, en el fondo, mucha soledad .
Y digo sus colaboradores porque , del “Nighthawks” de Edward Hopper, que es el efecto que Scott les dijo que quería produjera su película, al universo que vemos en pantalla, hay un trecho bastante majo que ellos se encargaron de rellenar. De hecho hasta el mítico discurso final de Ruger Hauer fue improvisado por el actor.
Pero lo dicho. Creo que el mundo es mucha gente, mucha tecnología y, pese a quien nos quiera convencer de lo contrario con el tema de las redes sociales, mucha soledad.
Un saludo desde la aldea sur donde nos gusta alargar los finales… ese ritmillo de los puntos suspensivos, o de la brisa entre los velos femeninos.
Siempre creí que el fin del mundo sería como el principio…
http://vimeo.com/13085676
Joder Lobo, ¿¡qué te ha llevado a hacer este relato!?…
Constantine, suelo huir, como de la peste, de los creadores “tremendistas”. Sean tremendistas en su cine, en sus libros, en su música, en su toreo o hasta en la distancia corta del artículo de prensa. Me parecen siempre impostores que tratan de encubrir la mediocridad a golpe de efectismo, para conseguir únicamente que esa mediocridad quede más en evidencia.
Diamanda Galás supone una rara excepción. Tal vez porque no es tremendista, sino tremenda. Seguro que hubiera tenido una carrera mejor comprendida de controlar mejor determinados excesos de su puesta en escena. Pero, bueno, supongo que tendrá interiorizado que para acongojar hay que acojonar primero. Leí hace poco una entrevista con la grecoamericana y parece que los años, lejos de atemperarla, la vuelven más bravía. Afortunadamente, principio y fin de raza, porque cualquier posible imitadora está condenada a no parecerse a ella, sino a Mónica Naranjo.
Pero ha conseguido ser la perfecta traducción sonora a determinadas pesadillas vinculadas a lo peor que pueda encerrar la condición humana. Todo un mérito.
Yo me pregunto lo mismo que Vicente…joder…que semana/mes llevas…
Fantastic article! Thanks for the information.