El tiempo pasa demasiado deprisa
Sunday, 27 de June de 2010 por Ramón
Vengo de una fiesta de un amigo muy querido que ha cumplido 50 años. ¿Seguro que no son más? Su mujer le ha regalado un vídeo en el que participamos varios y en el que hemos seguido más o menos fielmente, con más o menos acierto, un divertido guión. Dos cosas han quedado científicamente probadas: no servimos como actores y el tiempo no pasa, vuela.
En el montaje final han salido un par de fotos mías de la etapa de Washington, hace 24 años: delgadísimo, casado, bigote, pelo y el eterno cigarrillo entre los dedos. Tendría que ser muy estúpido para no darme cuenta de las 500 diferencias con la versión deteriorada que llevo a cuestas. Los años son una parte esencial de la construcción de uno mismo, de la historia individual y colectiva que se recorre de la mano de miles de personas, desde los padres al desconocido que hoy he abrazado en la fiesta.
La riqueza deja de estar fuera, en el escaparate y a la vista de todos, y se empieza a guardar en compartimentos secretos sólo a la visión de muy pocos. Al pisar de madrugada la plaza del Callao, de regreso a casa, me he cruzado con decenas de jóvenes comiéndose cada segundo de lo que ellos creen que es la única vida.
Sé que sobrevivir sano y con una relativa lucidez es un triunfo, pero esta noche me ha dado por mirar la botella medio vacía: los años que se fueron, las historias no vividas, y peor, las aplazadas por diversos miedos o destiempos. Ese vídeo maravilloso de una vida recorrida foto a foto entre músicas que son memoria, como este Lucio Dalla que cuelgo al final, me ha dejado un punto de melancolía interior, de tristeza por todo lo que no supe mantener cerca. Han pasado por mi mente, como si fuera una cinta de mi propia vida, un ensayo de muerte, años, amigos, mujeres esenciales, fantasmas del otro mundo, penas y acontecimientos extraordinarios. Y pese a haber cumplido muchos de mis sueños, más de los merecidos, siento ahora un absurdo y estúpido vacío alrededor, un cierto olor de derrota que no se justifica con los hechos ni las esperanzas aún vivas. Pero las botellas medio vacías son así de caprichosas, pueden emborrachar tanto como las medio llenas.
Los años…. no he llegado a los 30 y me siento así….. me imagino que de vez en vez es necesario, sentir la derrota y los sueños no cumplidos… quiero pensar que solo así podemos seguir vivos sin hastío……. peroo no lo sé de cierto solo lo supongo mmmm
Lo de la versión deteriorada es un juicio demasiado severo. No parece justo para un profesional que está, con ilusión y esfuerzo, por ejemplo, implicado en conocer y protagonizar el futuro de su oficio.
Seguramente debe ser una autosugestión eso del vacío porque el vacío en el ser humano no debería existir, eso no es científico, sino que es cuestión de fe o creencia y eso está fuera de toda posibilidad.
Ayer me dio por mirar la botella medio vacía y hoy, sin embargo, veo las cosas de diferente manera. Quizá ha contribuido a este cambio repentino el artículo que he leído, en El Pais de ayer, de Andoni Zubizarreta que escribe, entre otras cosas: “Dicen que dice Bielsa que él, el seleccionador chileno, es un especialistas en fracasos y, lo que es mejor( y le acerca a mi grupo de respetuosos observadores del fracaso), dice que ese es el estado natural de las cosas, ya que la excepción es el éxito.”. Pues eso.
Ramón, tu al menos tienes la botella a la mitad, puedes en un momento de subida emocional verla medio lena; en cambio yo la botella la tengo siempre por debajo de la mitad, así es muy difícil o es de estúpidos verla medio llena. Los años, los fracasos, los kilos, las decepciones, la empeorada calidad laboral, la falta de perspectivas ilusionantes, los amores nunca correspondidos… hacen que la botella gotee cada día haciendo casi imposible esa mirada optimista de la vida. Suerte.
Luis: me refiero a la tripa (cervecera) no a lo demás 😉
Te hace falta medicina. Te hace falta un viaje.
Un abrazo!
Saint-Exupéry escribió: “La ocasión perdida, ésa es la que cuenta”. Creo que si se vive con lucidez, siempre queda en algún lugar el sabor de la derrota, por muchas guerras (mentales, sentimentales y físicas) a las que se haya sobrevivido.
Tu post me ha recordado dos geniales frases: Una de F. Scott Fizgerald “Hablo desde la autoridad moral que confiere el fracaso” y otra de Stendhal “He puesto toda mi felicidad en estar triste.”
Me sumo a lo que dice Bielsa, Enrique. Me gusta.
Y el video ¡geniál! No se lo que dice pero prefiero ser ignorante
Y el de azzurro ¡geniál! también
Ciao, ciao, ciao…
Comparto lo que dice Guillermo, “creo que si se vive con lucidez, siempre queda en algún lugar el sabor de la derrota”. De todas formas, sentir ese vacío en ciertos momentos no es lo peor que a uno le puede pasar. En el fondo, es una forma de sentir la vida, aunque se una forma que duele. ¿Pero quién dijo que la vida fuera siempre JAUJA? La vida es alegría y es tristeza, es amor y desamor, compañía y soledad… La vida es, o mejor, se hace, nada permacece, todo pasa pero al mismo tiempo todo queda y gracias a todo lo vivido, bueno y no tan bueno, hoy somos lo que somos.
Benedetti en su libro titulado VIVIR ADREDE escribe sobre la alegría:
“Uno tiene derecho a la alegría. A veces es humo o es niebla o es celaje. Pero detrás de esas demoras ella está, esperando. Siempre hay una hendija del alma por donde la alegría asoma sus despabiladas pupilas. Entonces el corazón se vuelve más vivaz, se extrae de su quietud y es casi pájaro.
La alegría sobreviene después de las ausencias, al fin de las nostalgias … Después de todo la alegría es un préstamo, no nos pertenece. Es una locurita, un premio pasajero, per la disfrutamos como si fuera propia, como un lucro, como una primavera de la vida. Ella se aferra al tiempo, arrastra su poquito de la infancia y se mete soplando en la vejez.
Semana tras semana, año tras año, la alegría va llenando vacíos. Hasta que no puede más y se vuelve tristeza”.
Ánimo, Ramón, la alegría está por venir, un abrazo, Montse.
PD: Por la otra vía, mi análisis más personal
Ramón, dos regalitos para que empieces bien la semana. Yo me lo he propuesto y voy a conseguir, voy a abrirle las puertas a la alegría, de par en par.
Regalito 1: Defender la Alegría (Serrat-Benedetti): : http://www.youtube.com/watch?v=pPZsRVWlnTs
Regalito 2: Hoy puede ser un gran día … y mañana también (Serrat): http://www.youtube.com/watch?v=jObiI4g-iQk
Abrazo, Mont.
Lobo,me has amargado por un momento la night.
Uno no debería escribir bajo efecto de la resaca. Pasan estas cosas.
Ramon, escucha la conferencia de Srikumar Rao Plug en TED (Ideas Worth Spreading).
Despues de escucharle empece a cuestionarme algunos de los modelos mentales que me acompanan hace muchos agnos, y me ayudo mucho.
Un saludo cordial.
DERROTA
Khalil Gibran
Derrota, mi Derrota, mi soledad y mi indiferencia;
Tú eres más querida por mí que mil triunfos,
Y más dulce para mi corazón que toda la gloria del mundo.
Derrota, mi Derrota, mi conciencia y mi desafío,
A través tuyo sé que soy aún joven y de paso ligero,
Y que no seré atrapado por laureles marchitables.
Y en ti yo encontré la soledad
Y la alegría de ser evitado y despreciado.
Derrota, mi Derrota, mi brillante espada y escudo.
En tus ojos he leído
Que ser entronado es ser esclavizado,
Y ser comprendido es ser menospreciado,
Y ser apresado no es sino alcanzar la plenitud
Y es como una fruta madura que cae y es consumida.
Derrota, mi Derrota, mi osada compañera,
Tú escucharás mis canciones y mis llantos y mis silencios,
Y nadie sino tú me hablará del batir de las alas,
Y del furor de los mares,
Y de las montañas que se incendian por las noches,
Y tú sola escalarás mi escarpada y rocosa alma.
Derrota, mi Derrota, mi inmortal coraje,
Tú y yo reiremos juntos por la tormenta,
Y juntos cavaremos tumbas para todo lo que
muera en nosotros,
Y nos detendremos ante el sol con voluntad,
Y seremos peligrosos.
Ramón, ¿te has parado a pensar que precisamente lo bueno es “venir de la fiesta de un amigo”? Tenerlos es genial y para mi un privilegio. Pero si la botella está medio vacia es porque está medio llena. Y puestos a pensar en lo deprisa que pasa el tiempo, no olvidemos que “hoy es el pasado de mañana”. Y como tal lo veremos seguramente con añoranza en el futuro. ¡Pues disfrutemoslo ahora! No lo dudes, añoraremos los años actuales como algunos de los mejores que jamas tuvimos. Luego somos unos privilegiados. Un abrazo.
[…] Y, la segunda, un precioso poema que alguien llamado Jesús nos regaló a todas las personas que visitamos el blog de Ramón Lobo […]
EN ESTE MOMENTO DE MI VIDA COMPARTO EN MUCHA LA OPINION SOY UN FRACASADO EN ESTE MOMENTO SIN ENVARGO HE SENTIDO EL EXITO EN DIFERENTES ETAPAS DE MI VIDA Y SE QUE ME VOLVERA A LLEGAR SOLO HAY QUE PROVOCARLO CON ACTITUD Y PENSAMIENTOS POSITIVOS