Medvéded, el iPad y la maldita tecnología
Friday, 25 de June de 2010 por Ramón
Estar a la última y presumir de ello en el cambiante y vertiginoso mundo digital tiene un problema: es imposible. No has terminado de salir de la tienda y presumir ante los amigotes de tu juguete cuando algún envidioso te informa de que has descendido de categoría, de que ya no eres el último grito sino el penúltimo, pues en los minutos que transcurrieron hasta tu llegada a casa o al trabajo ha salido a la venta una versión 2.0 que ridiculiza las prestaciones de la tuya, reduce su peso y recorta el precio.
Sucede con ordenadores, aparatos de televisión, teléfonos (solo los móviles), grabadoras, cámaras de fotos y vídeo y, cómo no, con las tabletas. Nunca con los productos prehistóricos, como un buen par de zapatos pasado de moda. El objetivo de la tecnología es humillar al devoto. Así es el mercado, cambiante y sin sentimientos.
Soy una víctima tecnológica, lo admito, y más aún de los brillantes productos de Steve Jobs, esos que tanto detesta mi redactora jefa rival favorita. Pero con el iPad voy a esperar todo lo que pueda porque tengo una razón de peso: no lo necesito. Es una razón de peso transitorio porque en realidad no necesito casi nada de lo que tengo. Lo esencial, llegada la emergencia y la obligación de la huida, cabe en un taxi (de los pequeños).
No me dio tiempo colgar esta entrada antes de que al bueno de Dimitri Medvédev le colocaran, por este orden, un iPod4 y una hamburguesa all american, ambos con microchip de seguimiento, en uno de los restaurantes de moda en Washington (y ahora más de moda). En venganza, el ruso debería llevar a Obama a comer un steak tartar en Moscú, pero con mucho picante como los célebres del hotel Moskwa de Belgrado. ¡Qué tiempos!
El creador de esta delicia (The Oatmeal) tiene un precedente genial con el iPhone.
Parece que te moló la viñeta. 🙂
No me compraré tampoco el iPad. Creo que no lo necesito y lo abandonaría pronto.
No tengo nada de la factoría Steve Jobs. Gané hace un par de meses un ipod touch en un concurso de blog en árabe pero todavía no me ha llegado, para cuando llegue ya seré de la caverna si ando con él.
Un saludo
No soy nada esclavo de la tecnología, la uso pero no estoy nada a la moda, tengo ahora un móvil “superfantástico” segun mis hermanos (que si son esclavos de esos) y estoy deseando cambiarlo por uno que funcione a pedales por lo menos.
El tema de Apple, y más con el Ipad, es más un tema de “cool” que de tecnología. Me parece un juguete tecnológico -o gadget para el que le guste más- muy llamativo y su diseño es, como todo lo de apple, como un caramelo: se te hace la boca agua al verlo. Pero creo que mucha gente que lo compra lo hace más por ser fan de la marca o por aparentar estar a la última o pertenecer al club de usuarios de apple que por el rendimiento en sí que le va a sacar al aparato, que además es un simple reproductor de contenidos, y algo capado (en cuanto a temas de memoria, usb, flash…). Eso sí, si a mi me sobrara el dinero me compraría uno sin dudarlo. Pero teniendo, informático como soy, 3 portátiles (uno grande, un netbook y un tabletpc mucho más pesado que el Ipad pero también mucho más versatil) y e-book sony… ahorraremos que no está la cosa para bobaditas.
Me pasa lo mismo. Como consumidora de Apple (imac+macmini) por trabajo, básicamente; no tengo pensado comprar el iPad, por la sencilla razón de que “no lo necesito”. Lo mismo apliqué al iPhone en su momento.
El otro día me enseñaron uno (iPad), y debo reconocer que es “espectacular”, y que tiene toda la pinta de que será el portatil del “futuro”.- Pese a todo, algunas mejoras no le irían nada mal, y es muy caro para lo que da, la verdad.
Estoy de acuerdo con la viñeta. Los freaks que se van a hacer cola para comprar un iPhone, son los que dan mal nombre a los que compramos tecnología por necesidad, y no por moda o por ser más cool, y más siendo Apple.
Felicidades a los premiados, pero Steve esta vez no me interesa.
Apúntenme al club “uso Apple y no me voy a comprar el iPad”. Me parece una esepecie de iPhone grande. Sinceramente, no le veo ninguna utilidad.
Existe una caterva de peña que se compra cualquier gansada tecnoilógica que salga al mercado. Por el mero hecho de fardar con los colegas e “ir a la última”. Snobismo y gilipollez. Qué grima. No cabe mayor absurdidad.
Me temo que soy una reliquia. Adicto a la prensa de papel, al libro encuadernado y físico, fetichista del disco. Y encima desconfiando, ya tomando como pura agresión, equiparable, en cuanto retroceso cultural, a la invasión de Roma por las hordas bárbaras, toda esta inundación de “aipads”, “aipods”, “emepenosecuántos” y demás cacharrería digital. Esa cacharrería no es para mí. La rechazo, me provoca alergia, no asumo su presunta utilidad y hasta me genera paranoias: ¿no será una conspiración cretinizadora para tenernos a todos más controladitos por vía digital, entretenidos con cada nuevo juguetito, cada vez más sumisos y cada vez más indiferentes a todo lo que suceda extramuros de nuestro puñetero ego?
Comprendo y soy hasta entusiasta de ciertas potencialidades de Internet, pero me repugna, y desmiento, su presunta capacidad “democratizadora” para la cultura. La cultura no es una meseta anodina donde disfrutar del pasto que “los de arriba” se sirvan facilitarnos.
Este mundo de los “cacharritos” empieza a tornarse para mí, y sospecho que para mucha más gente, en una pesadilla que, en lo que al conocimiento respecta, todo lo achata, todo lo banaliza, todo lo convierte en artículo de usar y tirar, todo lo vuelve compulsivo, superficial y gárrulo.
¡Quiero volver a la sengunda mitad del siglo XX, por favor! Sin cobertura, naturalmente.
¿Tienes Blackberry, Ramón?
No es tecnología. Son juguetes.
El tema de Apple, y más con el Ipad, es más un tema de “cool” que de tecnología. Me parece un juguete tecnológico -o gadget para el que le guste más- muy llamativo y su diseño es, como todo lo de apple, como un caramelo: se te hace la boca agua al verlo. Pero creo que mucha gente que lo compra lo hace más por ser fan de la marca o por aparentar estar a la última o pertenecer al club de usuarios de apple que por el rendimiento en sí que le va a sacar al aparato, que además es un simple reproductor de contenidos, y algo capado (en cuanto a temas de memoria, usb, flash…). Eso sí, si a mi me sobrara el dinero me compraría uno sin dudarlo. Pero teniendo, informático como soy, 3 portátiles (uno grande, un netbook y un tabletpc mucho más pesado que el Ipad pero también mucho más versatil) y e-book sony… ahorraremos que no está la cosa para bobaditas.