Mourinho, Pérez, las encuestas y una mujer fuerte
Tuesday, 18 de May de 2010 por Ramón
Cuando José Mourinho aterrice en Madrid el presunto director de Marca sentirá un vacío existencial, un nudo en el estómago, un no sé qué. Me inquieta que un personaje tan apasionado y poco asentado caiga en la melancolía. Podría ser peligroso para todos. Me dicen mis amigos que no debo preocuparme tanto porque siempre habrá una piscina que defender.
En realidad me da igual que el entrenador se llame Manuel Pellegrini o Mourinho, lo que quiero es un proyecto, una idea y paciencia, mucha paciencia, y que se juegue al fútbol. El chileno lo ha hecho muy bien en su primera temporada pese a que se perdieran los partidos claves. El público, que no es tonto, le apoya encuesta tras encuesta. Esta de El Mundo es muy reveladora. Florentino Pérez se la juega otra vez (El día de la marmota) con una repetición del desatino de echar a Vicente del Bosque que tanto desvarío le provocó. Lo único bueno de Mourinho es que con él se acaban los entrenadores-empleados que tanto daño han hecho estos años (no los entrenadores, sino el concepto). Otras cosa buena: habrá portadas para todos no sólo para el presunto Inda.
Muy interesante, como siempre, el recordatorio de las tres portadas de Marca en el blog La libreta de Van Gaal. Deberían enseñarse en las Facultades de Periodismo como ejemplo de lo que nunca hay que hacer. ¿Existe aún la asignatura de Ética? Pues eso: un gran ejercicio de deshonestidad profunda.
También me gustó, como siempre, la charla de Santi Segurola con sus lectores: Destaco esta respuesta, que aunque es larga clava el análisis, y os recomiendo la lectura de la última que demuestra, como era de suponer, que Marca no es sólo Inda. En ese diario hay mucha gente estupenda:
El problema alrededor del Madrid, y en el club, es la falta de perspectiva, de convicciones y hasta de estilo. Me parece que la gente confió en una regeneración del Madrid a través de Florentino Pérez. Los aficionados, al menos eso creo, estaban hartos de tanto bandazo, de tantas contradicciones, de tanta superficialidad y de tanto ruido. Los socios perdonaron a Florentino Pérez que participase en ese delirio, especialmente a partir de la temporada 2003-04, donde el presidente del Madrid entró en una fase autodestructiva que le llevó a abandonar el club un lunes cualquiera de febrero, después de fichar en dos años y medio a Camacho -dimitió-, Luxemburgo -despedido- y López Caro, a Arrigo Sacchi y a Benito Floro, a buenos jugadores -Sergio Ramos y el primer Robinho- y a medianías procedentes de Inglaterra: Beckham, Owen, Gravesen, etc. Fue un pésimo batiburrillo que degeneró en una crisis terrible. Lo que sucedió después, en gran parte gestado por integrantes de aquella junta directiva, llevó al Madrid a un descrédito sin precedentes. La gente del Madrid terminó harta. Se entregó a Florentino como si fuera un Mesías. Había un deseo enorme de estabilidad, de creer en un hombre que volvía con la experiencia de sus aciertos y sus errores, con su credibilidad ante los bancos. Un año después, el Madrid sigue sin saber lo que quiere, a pesar de que el Bernabéu no se ha quejado ni del entrenador, ni del equipo, pero el club repite los síntomas que le llevaron a una crisis que no termina nunca. Es un club enfermo, atacado por una inestabilidad y unas urgencias desesperantes. Uno de los problemas, de los más graves en mi opinión, es que el Madrid, con su presidente a la cabeza, sólo está dispuesto a ver lo malo de las situaciones, no los datos prometedores y ha habido unos cuantos en una temporada de luces y sombras. Sombras muy profundas: Kaká y Benzema, las lesiones de Pepe y Cristiano, la debilidad del centro del campo. Así y todo, el Madrid ha conseguido una cifra récord de puntos y casi de goles, con un equipo integrado habitualmente por Casillas, Sergio Ramos (Arbeloa), Albiol, Garay, Marcelo (Arbeloa), Granero, Xabi Alonso, Gago (Lass), Van der Vaart, Higuaín y Cristiano Ronaldo. Esa fue la alineación de ayer, una de las más frecuentes de la temporada. Si a cualquier aficionado le dices que ese equipo va a lograr 96 puntos y 102 goles, no se le cree ni borracho. Ha sido un equipo de gran mérito, con un entrenador de gran mérito. Pero los méritos no importan porque se ha caído en el exitismo -perdón por el palabro- y el trayecto no vala para nada. Es muy preocupante la falta de compromiso de los dirigentes del club con sus decisiones, o por lo menos con lo que vendieron a principio de temporada. En fin, el Madrid está donde estaba, a punto de desaprovechar una oportunidad para la sensatez.
Grito de guerra para el Bernabeu en la temporada 2010-2011: “India dimisión”.
PD: un beso enorme y mucha fuerza a una mujer extraordinaria, Luz Casal.
Mi Betis sigue en Segunda y Lopera sin dimitir…
Muy buena entrada. Tengo que estar completamente de acuerdo con ella: se ha cometido (o se está a punto de cometer) un atropello con Pellegrini, y el Madrid, como bien apunta Perarnau, sigue instalado en la más pura esquizofrenia. A punto de convertirse en el Atlético Real Madrid, por aquello de los despropósitos del difunto Jesús Gil, capaz de fichar entrenadores y jugadores por docenas con unos rendimientos paupérrimos. Sobra neurosis en el Madrid, y sigue faltando sentido común.
Saludos.
Señor Lobo: Bonita canción, pero yo pondría alguna mucho más optimista, porque nuestra “luz” va a salir adelante de esta y ya hay que ir jaleándola… Gracias caballero.
Muchas gracias por las habituales y cariñosas menciones a mi blog. Un saludo.
No es un camcion triste, es un poema maravilloso de Rosalía de Castro de la obra Follas Novas, pero si quiere cantamos otra:
http://www.youtube.com/watch?v=83b_KNcduOk&feature=related
¡Qué pesado estás con el Real Madrid, Ramón! Hoy tocaba hablar del Sevilla o del Atletico de Madrid.
¡Aupa Atleti! ¡Viva el gitano Reyes!
PD: ánimo, Luz. Vas a vencer al monstruo.
Hola Ramón, casualmente he subido ya con anterioridad varios posts sobre fútbol en esta sintonía de la idea, el proyecto y la filosofía, en mi blog personal.
Estos planes de fútbol pasan por la articulación de un proyecto futbolístico (misión) y deportivo articulado en el largo plazo (visión) y una serie de objetivos por cumplir sustentados en anhelos y sueños de fútbol.
El vacío existencial en el periodismo deportivo (ése que es por exceso forofo) no suele durar mucho; como decía el personaje del representante de un futbolista en ciernes en la película argentina “El Crack” (José Martínez Suárez, 1960) , mientras asistía desde la grada al fin de la carrera de su pupilo: “Ya vendrá otro”. Que en el fútbol, para desgracia de los aficionados más racionales, todo es de quita y pon.
Por cierto, que gane esta noche el mejor entre el Sevilla y el Atlético de Madrid, dos clubes que, junto con mi Athletic Club de Bilbao, tienen los himnos más bonitos del fútbol español.
Háblame de amor, Lobo, que el fútbol no es lo mío (aunque he de reconocer que con tu adictivo blog me estoy aficionando).
Yo también le deseo lo mejor a Luz Casal!
Y si ademas se queda Guti yo encantado.
¡Sí, anda, háblale de amor a Ana, Ramón! 🙂