Mendigos, fútbol, Lama y los límites
Saturday, 15 de May de 2010 por Ramón
El info-entertainment tiene serios inconvenientes; el principal que no es información. Quienes lo practican terminan por no saber dónde está el límite, qué es noticia, qué espectáculo y qué bazofia y entre tanto laberinto y retorcimiento de los nortes, modales y principios, el periodista acaba por perder también el sentido ético de las cosas y sin él esta profesión resulta una impostura. Cada palabra, cada imagen, cada coma debe ser una barricada contra la deshonestidad.
La televisión, inventora de este subgénero en EEUU y extendido después a todas las cadenas y países, acumula miles de ejemplos más o menos deplorables. Este de Cuatro es, desde luego, uno de ellos.
Un mendigo no es una decoración urbana, como un banco de madera o una farola, con el que se pueda jugar a montar un buen decorado y un info-espectáculo. Un mendigo es una persona que siente y padece y que por razones varias, que siquiera llaman la atención del periodista, ha sido descabalgado de la sociedad y arrojado a una esquina.
Puede que Manolo Lama, un periodista que me gusta mucho cuando retransmite partidos de fútbol por la radio, empezara el show con buena voluntad y se le fuera de las manos como asegura en sus disculpas, pero el problema es de origen, de saber los límites y aplicarlos siempre: nuestro trabajo no consiste en organizar shows ni colectas públicas, ni hablar desde una insoportable superioridad, la del tono de la voz y la de nuestro estilo de vida, de triunfadores con derecho a agua y comida, entre risitas de todos (también desde el estudio).
Toda la secuencia es lamentable. Primero, la gente deposita monedas ante el mendigo que las observa desde otro mundo mental, luego un gracioso añade un móvil y lo retira enseguida; otro le entrega una bufanda del Atleti y uno más tarde arroja al cuenco una tarjeta de crédito. Al mendigo sólo le interesa la bufanda, que es de abrigo, y sigue el resto del teatrillo desde la indefensión absoluta. Después, una mano recupera la tarjeta y otra le arranca de la bufanda. El corte de la imagen nos impide saber si los que donaron monedas también se las llevaron.
Si en lugar de un mendigo hubiera sido un deficiente mental, Lama no habría caído en la tentación de la gracia porque hay, afortunadamente, una fuerte conciencia social (muy reciente). Queda mucho camino por andar. Las personas que tienen una presencia pública deben servir de ejemplos y si son incapaces de ello, que se bajen del pedestal y se vayan a su casa. Vale para todos, políticos y curas también.
Después del escándalo que creció por las redes sociales llegaron las disculpas en directo. Bien, no es algo muy frecuente y eso es positivo, pero hubiese sido mejor que Lama mirase a la cámara y no a su compañero. Los ofendidos están en la audiencia.
Ramón, puedo garantizarte que las disculpas de lama son sinceras y que lo ha pasado muy mal. Error grave, y hemos pedido perdón como cadena y como persona implicada directamente. Sólo pido que el que quiera nos castigue con su mando a distancia, que nos sancione por una buena temporada, pero que no se continúe con esta lapidación pública (en ocasiones creo que hasta interesada) de Lama, que además de un periodista extraordinario es una de las mejores personas que conozco. Lo digo como lo siento y aceptando todos y cada uno de los errores que cometemos. Gracias.
Juanma es un error importante y ya está, no es para que le echen ni le sancionen ni nada por el estilo, pero debería servir para reflexionar sobre la televisión que hacemos. Si los límites están claros es más fácil no meter la pata. Abrazos.
Todo el mundo puede equivocarse. Ha pedido disculpas por algo que se le fue totalmente de las manos. No hay que hacer sangre.
Para ti tb hay Juanma:
http://www.facebook.com/pages/Ojala-el-mendigo-de-Lama-hubiese-sido-Juanma-Castano/119714138058887?ref=search&sid=1010899362.1801317891..1
Manolo hizo mal, un mendigo no es un plaza. Tiene una historia seguramente durísima, dignidad y no se puede mofarse de una persona así (para que por lo menos vea el partido caliente). Pues págale un plato para cenar Joder!!
Yo he disfrutado mucho con Lama, porque me reconozco más madridista que otra cosa y el periodista me ha dado muy buenos ratos como aquella entrevista a Florentino (que bueno, pudo ser un poco cañera, pero… los entrevistados no tienen porque ir a los platós a que les besen los pies, así lo veo yo…), pero es a simpatia inicial no hace sino acentuar mi decepción como espectadora.
Me parece que desde el minuto cero en el que comienza el “show” Lama se muerta divertido con él, no lo veo incómodo ni mucho menos cuando los tres graciosillos de turno disfrutan de su momento de gloria haciendo como que le donan al mendigo su tarjeta de crédito y su movil… Y me parece lamentable incluso cuando dice “este hombre ha pasado frío toda la noche… quiero que lo enseñes”… Pero bueno, el mendigo qué es? un monito de feria? Y por la cara que tenía el pobre hombre.. no sabía ni lo que estaba pasando a su alrededor… Y ese Lama cantando las ofrendas alegremente… No sé… No es el espacio ni el tratamiento que se le deberia de dar a un tema tan serio como es la indigencia…. Yo he trabajado antes de voluntaria con mendigos y cuando me tocó entrevistar a uno la primera vez, lo único que pensaba es en lo sóla que se siente esa gente y lo que valoran que se les respete… Hay cosas que son para tomárselas muy en serio… No es cuestión de ponerme dramática pero…. A mi me dan vergüenza estos espectáculos y lo encuentro… De una inconsciencia sorprendente.
Mal tb por los que han aprovechado el tirón de la lapidación pública a Lama, como 20Minutos: http://www.20minutos.es/noticia/708270/0/manolo/lama/mendigo/
No conocía esta historia, pero me parece deplorable, como la mayoría de los contenidos de la información futbolística en las emisiras de TV y en la radio, enfrascándose en historias sin sentido, en anécdotas que no tienen ningún interés real, en escenas sacadas de detalles nímios, en micrófonos que captan conversaciones sin las mínimos requerimientos del interés informativo. Haces bien en denunciar esta práctica tan extendida, y en este caso en concreto por su especiales connotaciones sociales. Si escuece que escueza.
@Juanma Castaño: “En ocasiones hasta interesada”. Esa sí que es buena. Si nos ponemos a hablar de intereses, vosotros sois los primeros que tenéis que callar. Así que un poquito de vergüenza, por favor. Es increíble lo vuestro…
¿Qué opinas de lo de Paco González y Carrusel? Así como de la mordaza informativa puesta desde los de arriba, para que no puedan informar/hablar sus propios compañeros del cese/apartamiento?
Ramón desde hace un par de meses que sigo tu blog, siempre tratando temas actuales y de repercusión social, como en este caso. Actualmente me encuentro en Nueva Zelanda y no he podido resistir el hacer un comentario al respeto. Creo que este tipo de ‘show’ jamás se podría hacer en una sociedad dónde cada uno va ‘a su bola’ y el mendigo no hace otra cosa que vagar (de ahí que lo llamen walker) independientemente de quien le mire, le tire una moneda o le dé cobijo. En este sentido, en España, aún queda mucho camino por recorrer para que este periodista, al cual no le tengo ninguna admiración como compañera de profesión, deje de hacer ‘noticia’ con un mendigo ¿por qué? ¿cuál era el propósito de sacarlo en televisión? ¿no se basta el sol en la pantalla dónde le siguen cientos de espectadores?. Se aceptan las disculpas pero afortunadamente llegan tarde.
Me gusta mucho como dirige el Carrusel Paco González y tengo una buena opinión periodística de Daniel Anido, aun metido en una batalla judicial no menos garzoniana que la de Garzón. Carezco de información más allá de lo que se ha publicado y por eso no puedo opinar como opino de otros asuntos de los que tengo más datos.
Me gustaría que todos los actores tuvieran la sabiduría de reconducir el asunto y que Paco González vuelva pronto al micrófono. Si son ciertos los insultos que se dice que dijo algo deberá poner de su parte. Pero hay algo que a veces olvidamos los periodistas: somos el medio en el que trabajamos y no al revés. Antes de nosotros hubo gente que lo hizo muy bien y detrás vendrán otros que lo harán muy bien. No hay gente insustituible, sólo gente difícil de sustituir. Dicho esto, me gustan los guiños de Pepe Domingo, que no interpreto como un desafío sino como prueba de amistad. Abrazos.
¿cómo puede una persona decir que educa a sus hijos en la solidaridad cuando ha dado un ejemplo de que la solidaridad no es precisamente un valor que tenga muy interiorizado?
yo no voy a lapidar a nadie. todos nos equivocamos. y creo que los periodistas podemos equivocarnos en muchas cosas, pero no podemos permitirnos el lujo de meter la pata en algo tan grave como los valores básicos que deberían regir nuestra práctica profesional. ya ni siquiera hablo de límites, sino de algo que está –o debería estar– incluso mucho antes que estos.
a mí siempre me explicaron que el buen periodismo es el que deja que cuenten la historia los mismos protagonistas. ¿y aquí de qué estamos hablando? ¿de fútbol? ¿o de una solidaridad mal entendida a mi juicio? ese pobre hombre no tenía que haber salido, ni hablando ni sin hablar. seguro que sus preocupaciones son otras, y muy diferentes de “ver el partido calentito”. yo no recuerdo haber visto que junto a los míseros euros le dejaran una televisión y una toma de corriente.
personalmente me ha parecido de vergüenza. y he sentido vergüenza ajena. creo que ni fue un buen ejercicio de solidaridad ni, mucho menos, de profesionalidad periodística.
Creo que merece la pena saber algo más de la víctima. Aquí está un enlace con su opinión. Es al primero que se debería escuchar.
http://periodismohumano.com/economia/no-pueden-burlarse-asi-de-mi.html
Totalmente de acuerdo con Ramón. Manolo Lama es una persona que dedica buena parte de su tiempo en la antena a la lapidación pública de los que no hacen bien su trabajo o se equivocan (los árbitros). Le están bien merecidas todas las críticas ahora. Antes de internet se habría ido de rositas. Ahora sabe que no es el único que tiene un púlpito para decir quién lo hace bien y quién lo hace mal. Parafraseandote, Lama: “Eres muy malo”.
Lo que más me duele de esta historia no es el error -todos, dentro o fuera de esta profesión, podemos cometerlos- sino que cuando tuvo la oportunidad de disculparse, sólo intentó excusar su comportamiento apelando a la solidaridad.
No sé si Manolo Lama ha estado alejado mucho tiempo de las historias de la calle, de los enfrentamientos armados, de la pobreza, de gente que sufre y que padece y que te cuenta su historia y se te cae el ego al suelo. Muchos vagabundos se niegan a aparecer en las fotos de un periódico -esto quizás Lama no le sabe- por si le reconocen sus familiares. Por detrás suele haber un historia de desempleo, de adicciones, de falta de oportunidades. Y sencillamente, no quieren aparecer en los medios. Mucho menos sin su permiso, como fue el caso del mendigo de Hamburgo. Por esto es por lo que debería disculparse Manolo Lama, y no por una bufanda de más, o un móvil de menos.
Con un mínimo de empatía y de decencia, un periodista no utiliza a un mendigo desprotegido como recurso de entretenimiento. De las cientos de opciones que tenía para elaborar sus 50 segundos de pieza, eligió la más infame. Y por esto, no se ha discupaldo aún.
Desde mi humilde opinión creo que la intención de Manolo Lama fue buena pese a que en pantalla la secuencia quedó fatal por la excitación de los atléticos.
Por eso, no entiendo esta criminalización a Manolo Lama por lo que seguro inicialmente fue una buena intención. Para mi no hay diferencia entre el que se equivoca y el que critica al equivocado, los dos están errando.
Un saludo.
Pienso que todo empezo mal y termino mal.
Esto deberia quedar como una mala experiencia, y dar lugar a alguna reflexion sobre las personas “sin hogar” (una frase que tiene mucha historia por detras). Quizas algo positivo podria quedar de todo esto, si nos llevara a tomar un poco mas de conciencia sobre la pobreza y la marginacion.
Pero lo que me parece mas llamativo, desde el punto de vista social, es que ante cualquier error, en este caso del periodista, aparezcan una serie de opiniones que lapiden a otro con comentarios a matar. Nunca mas claro, el refran, “hacer lena del arbol caido”.
La verdad es que aunque ambos hechos son lamentables, me produce mas pena el segundo, porque en el primero hubo mucha inconsciencia, pero en el segundo la tendencia destructiva esta muy pensada y elaborada.
Que tenebrosos y vengativos podemos resultar los seres humanos.
Un saludo cordial.
Efectivamente, el error es de base: un mendigo no puede ser tratado como una farola, y ponerlo frente a una cámara y junto a una pandilla de borrachos no parece una buena idea, por muy buena intención que se tenga. Las disculpas de Lama me parecen escasas, pero al menos se ha disculpado.
A ver si al menos sirve para desterrar este tipo de “periodismo”.
Un saludo
Y despúes de la lección de moralidad contra Lama… todo sigue, nada cambia.
A mi humilde entender le deberían sancionar en Cuatro por la imagen que ha dado de la cadena (y de los españoles)
Hay errores y errores.
Me da pena porque me caen bien los “Manolos” a mi que no me gusta el fútbol. Hay que tener mucho cuidado con el éxito y con el ego pero eso, nos puede pasar a todos en cuanto menos lo esperamos.
Esto es algo que escribí hace 2 años al ver a un inmigrante en la calle de madrugada. Hay que tener respeto. Somos unos privilegiados. Pelín largo. Lo siento. Al que no le interese que no lo lea.
Saludos…
“De la necesidad que tenemos de dar un sentido a los espacios… o de la vinculación con lo sagrado como único cabo donde agarrarse ante tanta insolidaridad”
De camino a casa de mis padres como todos los viernes a las 7.30 de la madrugada para punturarles, me encuentro en una plaza, bajando por la calle Bravo Murillo, a un joven inmigrante negro rezando arrodillado sobre una manta y orientado a la Meca, sin inmutarse ante el paso de los transeúntes que a esas horas no somos demasiados todavía pero sí los suficientes como para sentirse observado.
Tenía su habitáculo en los grandes ventanales de un negocio cerrado que dispone de unos espacios lo bastante amplios y elevados del suelo como para que quepan en ellos un colchón y unas mantas.
Lo que me llamó la atención fue, no el hecho de que fuera un “sin techo” más, (lo cual en sí ya es una desgracia para los que pasamos sin inmutarnos, acostumbrados a esa imagen cotidiana de seres desechados por la sociedad y que forman parte de nuestro mobiliario urbano como si eso fuera lo normal), sino lo que estaba haciendo: preparaba con suma atención y delicadeza un espacio para hacer sus oraciones en él, como si estuviera en su casa, oculto a miradas ajenas. Otro desheredado del mundo. Desubicado, desarraigado, abandonado de todo, un paria de la sociedad.
Con un frío que pelaba, y sin apenas pertenencia alguna, era capaz de crear espacios en un lugar sin espacio dándoles distinto uso. No lo hacía todo en el mismo hueco no; en uno dormía y en el otro rezaba. Me parece impresionante. Este hombre, separaba la acción de dormir con la de rezar utilizando lo único que poseía: su actitud y la nada.
Me dio escalofríos el ver cómo a esas horas, de noche, con frío, sin enseres, aquél ser preparaba con gran cuidado su templo, un sitio especial para comunicarse con Dios, el cual, debía de ser ya su único interlocutor.
Y todos los viernes cuando pasaba, a la misma hora, me lo encontraba realizando el mismo ritual, con la misma rutina que nosotros cuando nos levantamos en nuestras cálidas casas todas las mañanas y nos tomamos un café caliente cuyo aroma se derrama por todos los rincones dándonos esa sensación de hogar y de reconciliación con la vida.
Debe de dormir todas las noches allí y no acabo de imaginar en qué escondrijo guardará el resto de la jornada su colchón y sus mantas.
Quizás para este hombre la Oración, sea la única acción del día que siente que le da el suficiente poder como para trascender el tiempo y el espacio y le permita escapar del atrapamiento de su cuerpo trasladándose a otra dimensión que le alivie de su dura existencia. O tal vez viaje a su lugar de origen y se encuentre con los que dejó atrás, o tal vez simplemente sea lo único que le de paz.
No lo he vuelto a ver pues ya no salgo tan pronto de casa pero seguro que sigue allí formando parte de nuestro mobiliario urbano.
Paloma
Las disculpas no son sinceras. Al contrario, se reitera en el error de apreciación de partida: que se trataba de un acto de caridad. De caridad, nada, porque si se trataba de esto, no se filma, porque la caridad, cuanto más discreta, mejor. Simplemente lo que quería era compadrearse con los energúmenos niñatos que le rodeaban porque ése sí es su negocio; fomentar los bajos instintos como reclamo de audiencia.
Este señor debe salir de la televisión porque es una burda manifestación de la telebasura; si no se dio cuenta del alcance del acto, más razón tiene que salga, porque estar frente a una cámara y ser un líder de comunicación como él exige más que a cualquier mortal.
Acabo de repasar los dos videos: Lama y sus críticos andan en el mismo error de concepción. La última conexión de Lama, la “sorpresa” que tiene preparada, es dar dinero a un mendigo. Quien por otra parte está en el puente pidiendo limosna y destila la aparente intención de aceptar el dinero que le ofrezca el hombre de la cámara. Si los aficionados hubieran dado monedas religiosamente, en cola y sin jaranas, el mendigo quizá hasta habría esbozado una sonrisa. Es la finalidad legítima que defiende Lama en sus disculpas al día siguiente, la sorpresa que nos tenía preparada: una sonrisa del mendigo gracias al dinero Atlético.
Bien, de haber funcionado, habría resultado igual de lamentable aunque tal vez no hubiera generado polvareda en la red. Eso no salvaría nada. El problema anda en el enfoque, las deformidades que abren los géneros antinaturales diseñados para la caza de audiencia: información y entretenimiento, info-entertainment. Eso nos lleva a una clara conclusión: agradecer a Ramón Lobo que enfoque el debate en su punto justo, los límites que ningún género debería sobrepasar. Aunque el mendigo sonría y la sorpresa se emita sin pena ni gloria ni adhesiones al facebook.
¿Disculpas sinceras, Juanma?.
Una leche. “Parece que hay gente que le ha molestado” ya lo dice todo. El traductor claramente escupe “la culpa es vuestra por molestaros” y “a mí me han obligado a hacer esto”.
Si Lama tuviera un mínimo de sentido común y de decencia, esto jamás habría ocurrido. “Se me fue de las manos” no vale nada porque la frase correcta es “jamás deberíamos habernos acercado al mendigo”. De vergüenza. Otra vez.
Los comentaristas depportivos de cuatro son unos auténticos gañanes que valen bien para la barra de un bar, pero son impresentables fuera de ahí.
Lo peor de lo del mendigo, aparte de la inconsciencia y poco saber estar de Manolo Lama, lo peor decía es el tío que le quita la bufanda de las manos al mendigo.
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