Periodismo en el Matadero
Wednesday, 28 de April de 2010 por Ramón
No sé si la antigua sala de degüello del Matadero municipal de Madrid es el lugar más adecuado para presentar fronterad, una excelente revista digital. Quizá sea una metáfora del Periodismo, un acto suicida u otro de valentía, una demostración que de esa sala se sale, de que hay esperanza. Me quedo con esa esperanza y la rebeldía que anida en la revista y en los que creemos en el Periodismo por encima de crisis económicas, publicitarias o industriales.
Me gusta fronterad porque demuestra que la calidad no tiene que ver con los soportes, que la calidad es la única defensa; calidad, sea en el papel o en una web, pero calidad siempre. Quien no lo practique volverá a la sala del degüello, no a la del viejo matadero decorada con sacos terreros y alambres de espino, como si la cultura se estuviera preparando para una resistencia numantina, sino a la otra, a la nueva, a la que mata en una cadena industrial de muerte.
Nada nos garantiza el futuro, ni el talento que Alfonso Armada ha reunido en fronterad, ni los recortes, despidos silenciosos y ERES que se suceden en muchos medios de comunicación, españoles y extranjeros. Nada garantiza nada, pero la historia y la memoria desnudará actitudes perversas y resaltará honestidades.
Debemos encontrar un modo de financiación en la web porque ése es el futuro inmediato y porque el periodismo de calidad es caro, muy caro. Internet salvará el papel, lo obligará a reconvertirse, a expulsar de sus páginas el periodismo declarativo, la agenda intranscendente y las corbatas para abrir espacio a las historias, a los grandes reportajes, el análisis y a las opiniones relevantes, sin olvidar la esencia: las exclusivas. Todo aquello por lo que merece la pena acudir a un kiosco y pagar. Quizá en ese rol de un papel rentable e influyente unido a una web moderna y de calidad esté gran parte de la financiación que necesitamos para pagar sueldos y viajar lejos en condiciones de seguridad.
No sé cómo será el futuro menos inmediato, sólo sé que siempre nos protegerá la calidad, la honestidad y el trabajo bien hecho. Quizá este negocio se mueva hacia las fundaciones, las donaciones o las empresas sin ánimo de lucro, como defiende Steve Coll. Mientras que la gente que sabe de mercados y dineros piensa y descubre la pócima mágica, nosotros, los periodistas debemos hacer periodismo y los lectores, leerlo, y pagar para que sobreviva. Sin información independiente sólo quedaría la propaganda, política o empresarial. Muy interesante esta comparecencia en el Congreso de EEUU, ya citada en el blog de David Simon, uno de los creadores de la serie The Wire.
A la salida del acto de fronterad pasamos delante de una zona del Matadero en rehabilitación (será también espacio cultural) repleto de adoquines. Más que obras en curso parecía una tentación, para que cada cual cogiera uno para lanzarlo después contra algún objetivo personal. Ante la ocurrencia de este bloguero, varios dijeron que sería necesaria una carretilla para cubrir la multiplicación de objetivos. Yo, que daba la vuelta a las piedras en busca de playas, sólo encontré el sonido de esta canción:
esperemos que tengan suerte en su andadura y puedan convertirse en una alternativa y ejemplo a seguir.
¡un saludo!
Sí, Soulinake, que tengan suerte para que paguen a su equipo de colaboradores, porque hasta ahora no lo hacen. Y aquí nadie vive del aire, ni del cuento. Anda Lobo, cuéntanos la historia completa.
¡Qué vivan el optimismo y los optimistas!
Mis felicitaciones al equipo de la joven Fronterad!! Las buenas ideas nunca mueren, y eso es lo que mantiene vivo al Periodismo! Enhorabuena y suerte!
Esperanza, de momento; es un grupo de amigos que se reúne para lanzar un producto de calidad. Hay otros proyectos con pagos muy reducidos. El problema es que estamos tanteando un territorio nuevo en época de grave crisis económica. El dinero, por desgracia, es un elemento clave en todo proyecto, además del talento y la suerte. Talento hay, un buen primer paso. Saludos
El discurso imperante, cínico discurso porque nadie lo aplicaría a la actividad que le procura el sustento, impone la exigencia de cine gratis, música gratis, libros gratis… información gratis. Luego algunos hacen reflexiones metafísicas sobre cómo es posible ir lanzados, cuesta abajo y sin frenos, hacia la cifra “mágica” de los cinco millones de parados. Politicastro venal, sindicalista chungo, docente irresponsable, periodista ful… inyectad basura demagógica en la sociedad, sobre todo entre los jóvenes, dinamitad la cultura del esfuerzo y el mérito, igualadnos a todos (por abajo)… y veréis qué cosecha. Ya la estamos recogiendo.
El domingo pasado leí por uno de esos facebooks de Dios cómo alguien, que se decía comprador dominical de tres periódicos, tres, anunciaba solemne y cabreadamente que ni un domingo más, que se acabó. Porque “con la información no se trafica”. El motivo, la subida de unos céntimos en el precio de uno de los diarios.
El problema para todas estas iniciativas periodísticas es que las ideas son magníficas y muy nobles, que las personas que impulsan algunas de esas nuevas empresas son trabajadoras, brillantes y honestas, que son verdaderamente necesarios porque, en los medios convencionales, cada vez son más visibles los hilos que mueven a la marioneta colegiada. Pero las cuentas no salen, no hay perspectivas de que salgan en un plazo razonable.
A menos que esos nuevos medios y plataformas se acojan a la subvención o el mecenazgo, de encontrarlos, en lugar de autogestionarse con los beneficios que sea capaz de generar su trabajo. Y esa concesión es la que hace saltar todas las alarmas, porque pone a esos nuevos medios y plataformas a un paso de lo servil, de convertirse en la voz de su amo, de su poderoso amo.
Malos tiempos para la lírica, que cantaban Golpes Bajos. Y peores para el periodismo.
Nadie habla de lo que cobran los periodistas normales, de la calle. la mayoría nos tenemos que ir fuera para que nos traten con un mínimo respeto y sueldo.
Ahora ni ganas de volver, pero en España se cobra casí nada, y se cuenta con el entusiamo de la gente, y las ganas de publicar.
Cuando cinicamente hablan del entusiamo de los jovenes, traducido es que curran sin cobrar. no he visto ningún artículo de ningún periodista veterano, salvo Meneses y algún otro que critiquen que no paguen. los demás con la canconcilla : ” Que suerte tenemos de dedicarnos a los que nos gusta”, pues que nos den……. y quien tenga el mal habito de tener gastos todos los meses, y comer todos los días que se le quite , que es una mala costumbre.
Bueno, ya lo hedicho.
Me gusta Fronterad, no sé si pagan o no, pero el contenido , es bueno. distino y parece independiente. Así pue larga vida.
El cambio estructural que ha traído internet, la cultura del todo gratis, acabará con los cines, con la música, con los libros y para dar la puntilla, también con el periodismo. O no.
Internet ha propiciado una revolución a la que tratamos de alcanzar como un niño calzado en zapatillas a un atleta keniata; muchos pasos por detrás. Se cerrarán periódicos, se despedirán empleados, magníficos profesionales irán injustamente a engrosar las listas del paro, pero el periodismo no morirá, sólo tendrá que adaptarse.
Es muy difícil que un modelo basado en la información de pago sea viable. En Internet abunda la información, su precio es nimio, existen tal exceso de información que la calidad se mezcla con la basura. Ese debe ser el trabajo del nuevo periodista. La selección, la creación y la interrelación de contenidos dentro de la red, enseñarle al lector donde está lo verdaderamente bueno.
Habrán de surgir modelos de financiación, cierto. La publicidad en la red deberá conocer nuevas formas, más adaptadas al usuario con el fin de llamar su atención. En lugar de cobrar por la información puede ofrecerse la opción de una suscripción simbólica (como lleva haciendo periodismo humano desde su creación hace un mes) o incluso ofrecer servicios especiales “premium” bajo esa determinada cuota.
La solución la tenemos ahí, sólo hay que saber encontrarla
…y aún no lo hemos visto todo. La figura del novillero “ponedor”, o sea, el aprendiz de torero que, en lugar de cobrar paga para verse anunciado en un cartel ya se cierne sobre otros ámbitos profesionales.
Atención al mundo de la “autoedición” literaria, que hasta hace poco era patrimonio, casi siempre, de creaciones de las de provocar mucha vergüenza ajena. Hasta ahora. Pronto veremos como no tienen más narices que autoeditarse, y financiar todo-todo-todo de su bolsillo algunas viejas glorias de la narrativa, del ensayo, de la poesía: gente de talento contrastado, no autorcetes domingueros. ¡Qué maravilla, liberar al escritor de las garras predatorias de la satánica, ultracapitalista y neoliberal industria del libro!
Atención al abuso de muchas pequeñas salas que programan conciertos: estamos a pundo de superar ya la fase en la que solistas y grupos tocan gratis. Ya hay casos, cada vez más extendidos, de “ponedores” musicales. ¡Qué maravilla, liberar al músico de las garras predatorias de la satánica, ultracapitalista y neoliberal industria del disco!
Ojo a la eternización, en el periodismo, del rol de “becario” (pero sin beca y probablemente bajo condición de aportar económicamente una buena cantidad para el sostenimiento de la empresa). ¡Qué maravilla, liberar al periodista de las garras predatorias de la satánica, ultracapitalista y neoliberal industria de la información!
Puede que sea la mía una concepción rancia e insolidaria de lo laboral, pero sigo pensando que el trabajo no retribuido no es trabajo, sino esclavitud. Y que los profetas del gratis total no son otra cosa que los sucesores del señorito tradicional: ese que se montaba fiestorros flamencos llevándose al huerto a lo mejor del gitanerío por un poco de jamón y de vino. Algunos se sentirán muy filántropos echándole unas perras en la gorra al músico, al miserable poeta, al periodista peripatético. Magnánimos ellos. ¿Qué tiene que ver eso con la dignidad? No mucho, creo. Pero cuando Mairena sacó el flamenco de los reservados de putiferio y de las juergas señoritiles, para instalarlo en los teatros, también hubo quien se quejó de la “desnaturalización” de ese arte.
Y es que da tanto gustirrinín hacer caridad y ver cómo el músico, el escritor, el periodista, te pasan la gorra con ojitos de carnero degollado. Es que siente uno verdadera sensación de poder, ¿poder digital?, sosteniendo a esos desgraciados céntimo a céntimo. Y viendo cómo se humillan pidiéndote limosna. ¿Para qué quiere esta gente contratos, seguridad social y garantías laborales? Dejadles ser libres. Como el perrillo abandonado en la carretera.
Lobo, las metáforas son caprichosas, se que no es el caso, pero un matadero también implica casquería y desgraciadamente en el periodismo en los últimos tiempos abunda, en los contenidos y en el trato que se da a los periodistas, como despojos. Salud.
Gracias, querido lobo.
A Esperanza comentarle que es cierto, ninguno de los que participamos en fronterad cobramos, salvo dos o tres que tienen dedicación exclusiva y lo hacen de forma irregular y escasa. También los hay que lo están perdiendo su dinero y no tienen alma de empresarios. Hasta donde yo sé, fronterad jamás nació para enriquecerse.
A Yol, yo soy periodista veterano -llevo en esto más de veinte años- y en una situación pesonal que me permite hacer este trabajo sin cobrar. En esa situación de periodistas veteranos que trabajan sin cobrar están muchos de los que participan en este proyecto.
No se trata de que lo hagamos sólo por amor al arte. Nos gustaría cobrar. Naturalmente. Y mejor aún, llegar a vivir de ello. La idea es la autofinanciación de la revista. ¿Cómo? Publicidad, mecenazgo o donaciones, la mejor opción de todas porque creo que es la mejor para la independencia. Se pueden hacer directamente en http://www.fronterad.com
Con esas financiación funcionan dos de los mejores medios periodísticos que conozco, la radio y la televisión pública de EEUU. Sin embargo, es curioso, porque al tiempo que existe la queja continua contra la publicidad, contra la falta de independencia de los medios, contra el ánimo excesivo de lucro o contra los periodistas que exigen el pago de su trabajo, hay muy poco apoyo a este tipo de proyectos que, por muy buena voluntad que podamos tener todos, cuestan mucho dinero y necesitan de recursos económicos tanto para gastos como para pagar trabajo de todos
Os animo a todos a que hagáis esas donaciones. Gracias.
Un abrazo y gracias de nuevo, maestro Lobo
Querido Lobo, está bien que unos amigos se reúnan para hacer periodismo bueno. Pero, no lo olvides, cualquier periodismo es trabajo y el trabajo, por dignidad, por decencia, se debe cobrar. Porque, pregunto: ¿por qué ninguno de los periodistas de renombre (como tú) colabora en Frontera D? ¿Por qué hay periodistas que primero hacen bandera de la profesión y de la dignidad del trabajador, y por eso fue premiado y premiado, pero ahora están regalando sus contenidos a un blog en el primer periódico de este país? ¿Por qué tantos de vosotros, salvo el digno ejemplo del maestro Meneses (como dice Yol), apenas abordan este asunto, vosotros que estáis bien situados y bien pagados? Dime qué harías tú si no tuvieras nada que llevarte a la boca y sois vosotros, periodistas de primer nivel, los que nutren de excusas a las empresas para que no se pague a las que empezamos. Háblanos de eso y no de mataderos, que ya estamos bastante matados. Buenas tardes y buena suerte.
Si el periodismo se puede salvar, es gracias a proyectos como FronteraD. Si somos capaces de pagar 6€ por un Le Monde Diplomatique o de comprar 4-5 veces El País al mes, no veo por qué no deberíamos – periodistas y ciudadanos – darle un valor también a lo que esta revista nos ofrece gratis. Hoy he decidido hacer esa cosa que nos cuesta tanto a los españolitos, que es pagar voluntariamente por contenidos gratuitos y excelentes. Nada exagerado ni filantrópico: una cifra equivalente a lo que pagaría por una buena revista semanal. Y ahora animo a todo el mundo que le guste FronteraD a hacerlo…