El volcán que no deja volar
Sunday, 18 de April de 2010 por Ramón
Más allá de las revoluciones tecnológicas, los avances científicos y una cierta soberbia en el progreso y en el todo vale para ganar dinero no podemos olvidar que la Naturaleza tiene, afortunadamente, la última palabra.
El volcán Eyjafjallajokull, Eyjafjalla o como se llame, tiene varada a gran parte de la flota aérea de Europa. Toda esa humareda procede de Islandia, la isla de las mujeres y las borracheras, que el escritor Julio Verne escogió como escenario para su Viaje al centro de la tierra. Cerca de 17.000 vuelos cancelados ayer que se suman a los 17.000 del viernes. Un buen lío. Peor que una huelga salvaje de los controladores franceses.
La columna de humo, gases, minerales y cenizas -que ya no es tal, sino un ejército compacto y creciente que avanza imparable a la conquista de nuevos territorios celestiales- va cerrando aeropuertos en el norte y centro de Europea, y pronto en el sur también. Se trata del mayor caos en el transporte aéreo de la historia, mucho más grave que el creado por los atentados del 11-S. Ahora no dependemos de nuestros avances, sólo del capricho del viento.
Además de las incomodidades para muchos pasajeros hay quienes que, además, sufren en el bolsillo, sobre todo empresas que deben aplazar reuniones decisivas u otras que dependen de la eficacia de los aviones, como las de mensajería. Las que más padecen son las compañías aéreas (148 millones de euros por día), cuyas acciones han bajando en los últimos días. No es falta de confianza de los inversores, sino simple oportunidad de negocio para los especuladores. Donde unos pierden dinero, otros ganan a espuertas: hoteles con los precios del George V sin importar las estrellas ni la calidad y casas de alquiler de coches que piden 3.000 y 4.000 euros por un viaje Madrid-Bruselas. Esto es capitalismo: el negocio está en la desgracia de los demás.
Este vídeo de Richard Attenborourgh sobre los volcanes de Islandia es una joya. Conviene prepararse porque volcán Katla, también islandés, está a punto de despertar. Lleva sólo dos años desperezándose.
Eyjafjallajokull o Eyjafjalla ha afectado a la reunión del Ecofin de la UE, que se celebra en Madrid. “No importa si falta la mitad de los ministros, se reunirá la otra mitad para que nadie se dé cuenta de que da igual que se reúnan o no, que la crisis económica sigue su curso independiente de lo digan los que dicen dirigirla”, comentó el viernes un veterano y sabio periodista que había llegado sin problemas al aeropuerto de Madrid. Otra periodista no menos sabia pero más joven añadió ayer: “Para lo que han decidido da igual que falten cuatro o todos”.
Cada vez son más las informaciones que se repiten en todo su aburrimiento. La UE es en esto única: se pueden repetir titulares sobre sus supuestas noticias sin que nadie se dé cuenta de que son antiguas. De hecho, en El País nos ha pasado dos veces. Parece el día de la marmota informativa continua. Pasa cada vez más con Obama y Berlusconi. Sus países han desaparecido de la agenda informativa. Ya no hay personas ni historias de gentes, sólo líderes que repiten como un loro la misma canción.
Sin aviones, sin móviles y ordenadores, inventos todos muy recientes en la historia de la Humanidad, nos sentimos en la Edad de la piedra. Quizá sería una gran idea reunir el G20, el ampliado para que quepan muchos, y encerrarlos en una aldea africana durante un par de meses. Es una idea de la que ya he escrito en este blog y que me vuelve a la cabeza con las informaciones que escucho estos días. Sólo en esa aldea, bajo las condiciones reales en las que vive gran parte del planeta, los dirigentes serían capaces de encontrar buenas soluciones.
Da miedo, pero eso de la aldea global está bien que se convierta por unos días (o meses) en una auténtica aldea, como en “perdidos en la tribu” pero sin traductores, no estaría nada mal, pero, ¿quién informaría del reusltado?….
Correctísimo. Todavia los g-20 son arcáicos. Les queda poco para enterarse
He oído decir que en algunos aeropuertos ha habido reclamaciones por “la falta de previsión”. Propongo que de ahora en adelante se establezca un protocolo obligatorio para los volcanes y que estos deban solicitar permiso de erupción. Yo creo que es positiva esta cura de realidad para los humanos, para todos, pero especialmente para los del tipo citado. Me sumo a la propuesta de esa cumbre en una aldea africana.