Ficciones, películas, realidad
Sunday, 28 de March de 2010 por Ramón
He vuelto a ver Up in the air, una gran película. Tiene muchas lecturas y matices. Me gusta sobre todo Ryan Bingham, el personaje de George Clooney: una máscara andante, un tipo cínico cuyo único objetivo vital es acumular millas aéreas y que no cree en el amor ni en el matrimonio ni en los hijos. Me siento próximo cuando el hombre de la mochila ligera se quita el chaleco antisentimientos y se queda desnudo. La vida sin protección emocional nunca resulta fácil, pero al parecer llena más. En ese camino cada uno debe tomar sus propias decisiones y ser valiente. La mayor decepción siempre es la cobardía, el no saber pronunciar las palabras adecuadas.
A veces uno se enreda en ficciones laborales o amorosas y las convierte en realidad y se empeña en vivirlas como lo que no son. Hay personas que tienen la capacidad de instalarse en un mundo paralelo y habitarlo hasta morirse si más consecuencias que las que produce vivir demasiados años en Babia. No soy uno de ellos, nunca lo fui, y menos ahora. Dicen que la primera vez que alguien te miente es culpa suya, la segunda es culpa tuya. La vida es un aprendizaje constante, una escalera llena de peldaños: a veces se sube, a veces se baja.
Esta ranchera de José Alfredo Jiménez en boca de Maná siempre me llenó desde que la escuché por primera vez en mis años de Fuerteventura.
Muy bueno, el tipo de textos que uno adora leer y desearía escribir. Sencillamente añadiría que en ocasiones es necesaria esa Babia, ese estado de ilusión absorta que hace más llevadero el día a día…
Jo, qué triste hoy esto…
Yo, que no me quito nunca el chaleco antisentimientos… No me lo puedo permitir ya, me han hecho demasiado daño anteriormente; el problema es que ahora casi que no me siento vivo, y cuando leo cosas así me doy cuenta de mi posible error, pero no me lo puedo permitir ya.
Cómo empatizo..Ramón , Vicente. A veces la realidad supera la ficción..y cómo duele . Aún así es mejor no llevar chalecos , por mucho daño que nos hagan o sintamos. El chaleco te paraliza lo bueno y lo malo..no te deja respirar.
El chaleco para esas personas que se creen que están arriba en el primer escalón..y miran hacia abajo sin sentir a quien sigue en la escalera ; el chaleco para los cobardes que viven y crecen a costa de los sentimientos de los demás ; el chaleco para los que se enorgullecen de sí mismos..; el chaleco para los que sólo dicen : lo siento, lo lamento,no era mi intención…. El chaleco para los que no tienen sentimientos.
Y perdona que dude Vicente, yo creo que no llevas chaleco.. por eso te llega y sientes…este maravilloso artículo de hoy .
El chaleco antisentimientos es, la mayor parte de las veces, solo una delgada coraza de cristal que se rompe ante la primera sonrisa o una lagrima.
Si aprendimos a creer y a entregarnos, dificil sera dejar de hacerlo. Es parte de nuestra naturaleza, y por muchas ganas que le pongamos, seguiremos confiando y cayendo. Pero es cierto, no es posible tocar la punta de una estrella, cuando no se ha tocado fondo. Este sube y baja, quizas sea el que nos eleva a las mayores alturas, y el que nos permite ser realmente conscientes de los momentos en que nos sentimos felices.
El problema Ramon, no esta en bajar peldanos, sino cuando nos empujan a descender varios de un solo salto, y ahi es cuando se nos empieza a resquebrajar el piso. Pero siempre terminamos levantandonos, aunque cada vez nos cuesta mas, especialmente cuando se han acumulado agnos y experiencias.
La sabiduria esta en rehacerse pronto y eso es lo que me gustaria aprender. Se podra?
Un saludo cordial.
El chaleco es anestesia, y siempre es una mala elección circular anestesiado por la vida. El chaleco no elimina ni los miedos ni sus causas: si acaso los aplaza, los disimula. El chaleco lleno de ficciones ni abriga ni te hace más impermeable a los análisis ajenos con vocación de crueldad. ¡Chalecos fuera!
No recuerdo que aparezca la palabra “chaleco” en ninguna canción de José Alfredo Jiménez, pero él habló como nadie sobre los chalecos.
Te pueden hacer daño pero el amor es siempre tuyo, está en ti y no en el otro, ¡y qué privilegio sentirlo!: “Sólo es nuestro lo que damos”, escribió Borges.
toda la razón del mundo, lobito bueno. hay momentos para engañarse y momentos para decirse la verdad. pero lo que en definita cuenta es amar como si fuera cierto. besos
Los chalecos acaban escociendo de tanto llevarlos puestos y si dijeramos que quienes los llevan fueran visiblemente mas “felices” pues uno quizás se lo plantearía, pero va ha ser que no, que dentro del Lacoste, debajo de la Chanel Nº5 y detrás de las Ray-ban al final están tan confundidos como el resto, la vida no tiene manual.
Como decía mi abuela: hijo, tanta historia para acabar todos en el mismo agujero.
Interesante entrevista de Iñaki Gabilondo a Carlos Barrabes (4 partes):
http://www.youtube.com/watch?v=RsTfk8eG4iA
Gracias Jose por la entrevista a Carlos Barrabes. Lo conocía de escucharle en el programa Ser aventureros de la Ser y siempre me parece interesante lo que dice y cómo lo dice. Me lo perdí en CNNPlus así es que muchas gracias. Muy interesante lo que dice.
¡Ah! Saludos…
Me encanta la expresión “chaleco antisentimientos”, nunca la había oído y ya te la he escuchado en varias ocasiones. Creo que me identifico bastante con dicha expresión y que, lamentablemente, en la vida de hoy muy pocas personas viven sin chaleco. Yo creo que la mayoría de las veces vivo sin chaleco, de hecho, en el apartado de mi blog que titulo “Sobre mí” me autodefino, entre otras cosas, así: “Algo importante en mí es que me gusta abrir mi alma, aún a riesgo de hacerme vulnerable. Y, por supuesto, disfruto intentando escudriñar el alma de los demás. Estoy convencida de que la vida es riesgo, de que para conseguir algo hay que quererlo y sobre todo no tener miedo a conseguirlo, atreverse a soñar, vivir a pecho descubierto y saber que no hay vida auténtica sin dolor. Hay quienes prefieren quedarse con sucedáneos, a cambio de no sufrir. Yo, por mi parte, quiero sacarle el jugo a las emociones que la vida me brinda y que yo me propicio, aunque ello implique más de un batacazo”. Así que trato de ser valiente, disfrutando al máximo lo bueno y sobrellevando lo mejor posible los momentos jodidos. Y creo que los años me están enseñando a llevar cada vez mejor los momentos jodidos sin dejar de disfrutar ni un ápice de los momentos felices. Pero la mayoría de la gente no sólo no se atreve a vivir sin chaleco sino que, además, no aceptan fácilmente que otros/as nos atrevamos. ¡Cuántas preguntas he tenido que reprimir sólo porque no es lo que se espera, cuántas cosas no hay que decir porque no hay que se transparentes sino herméticos/As!, ¡cuánta actuación constante! ¡Qué aburrimiento!
Saludos, Montse
Gracias Vicen, pero delante de la pantalla soy más yo, y más abierto, existe la barrera catódica; eso me permite abrirme sin necesidad de sentir indefensión; pero todo llegará, me temo que con el avance de la tecnología y cuanto más me aficione a este mundillo más me deberé proteger, ya con estas palabras me siento algo desnudo, y te aseguro que para mi no es cómodo la desnudez del alma.