El borrador de la película
Sunday, 24 de January de 2010 por Ramón
Hay fechas en las que uno se detiene, se orilla un poco, busca un mojón donde sentarse y piensa. Allí delante, dentro de ese pensar que es una forma de mirarse, pasa la película de la vida vivida mezclada con las ilusiones y esperanzas de lo que se desea vivir. No es la película definitiva, que ésa sólo se estrena segundos antes de la muerte, sino un simple borrador. En esa selección involuntaria y provisional de momentos claves no aparecen las cosas que dimos tanta importancia y en las que nos dejamos energía, salud, amistades y amores. Mi primera imagen esencial es la nieve de Madrid a los seis años recién llegado de Venezuela e Inglaterra. Me lancé a tocarla y me quemé. Por eso sé de qué habla Gabriel García Márquez en el inicio de Cien años de soledad.
Las demás imágenes esenciales las voy a mantener en secreto porque si desvelo toda la trama nadie querrá verme en el estreno. Hay fechas, como este 23 de enero, que sirven para recordar que el camino es lo importante, en él están las riquezas como dice el poema Ítaca. En el pasado están las tristezas y en el futuro los miedos. En medio de esos dos colosos existe un presente ínfimo, apenas unos segundos, y si estira mucho, minutos. Es todo lo que tenemos, lo único real y por lo merece la pena vivir y luchar. Lo demás son molinos de viento.
Escuché hace muchísimos años decir al padre de mi amigo de la infancia Jesús Álvarez: “A veces nos empeñamos en luchar por cosas que no vamos a disfrutar”. Sé que ya ha transcurrido con creces la mitad de mi vida, pero he aprendido mucho en esa parte. He aprendido lo suficiente para estar seguro de que lo que queda va a ser apasionante, creativo, divertido y útil. Espero.
(Gracias a todos por los mensajes)
Buenos días, Ramón. En el pasado, además de la tristeza, también coexisten retazos de felicidad, satisfacciones por obejetivos medio logrados, fotogramas de bellezas, etc. A mí, lo que en verdad me aterra, es el presente; al futuro, ni lo tengo en cuenta, es una abstracción indefinida del presente, y este si que muerde si te descuida.
La frase del padre de tu amigo es un tanto peligrosa: si sólo lucháramos por lo que nos afecta, el mundo haría cientos de años que habría dejado de girar. Debemos luchar siempre, o casi siempre, sin pensar qué nos tocará del reparto del botín; nuestro premio será haber sido, cada vez que hayamos podido, medio coherentes. Además, la utopía no está al alcance de todos: sólo es un concepto ambiguo para aquellos desdichados que la necesitan para seguir arrostrando sus inseguras vidas. Esperaremos más adelante, cuando se estrene la película.Saludos.
Qualsevol nit pot sortir el sol de Jaume Sisa.
Dos versiones: una es de “los Manolos” y la otra de Sisa.
Para acompañar los recuerdos… Queda mucho bueno en la segunda parte de la vida, si se sabe mirar bien.
Saludos…
http://mx.youtube.com/watch?v=pK_0DHgxfdA
http://mx.youtube.com/watch?v=pdlvAvC4Tw4
Nunca es tarde. Ahí va mi regalo de cumpleaños
http://www.youtube.com/watch?v=9yN-8LAJtnQ
Felicidades y abrazos.
nota (si es necesaria): pendejo en Argentina significa joven, adolescente.
Tienes la habilidad de hacer que nos sintamos reflejad@s en lo que escribes, creo que por eso enganchas. Sin embargo, discrepo en eso de que “en el pasado están las tristezas y en el futuro los miedos”. Yo creo que en el pasado, en el presente y en el futuro hay tristezas y alegrías, miedos y seguridades, risas y llantos. Y tampoco estoy del todo de acuerdo en que lo único que tenemos es el presente porque el presente siempre está cargado de pasado y proyectado hacia el futuro y es lo que es gracias a lo que fuimos y a lo que queremos ser.
Lo que sí comparto es eso de que el camino es lo importante, por eso Cavafis nos aconseja eso de “Cuando emprendas tu viaje a Itaca pide que el camino sea largo, lleno de aventuras, lleno de experiencias”. Y tú, por lo que leo, de aventuras y experiencias no puedes quejarte.
Con respecto a la frase del padre de tu amigo, no sé si la interpreto mal pero me suena un poco egoísta, ¿no? Si todo el mundo hubiera luchado nada más que por lo que iba a disfrutar la mayoría seguríamos siendo esclavos.
Te dejo una canción de Jorge Drexler que trata sobre el correr inexorable del tiempo: http://www.youtube.com/watch?v=ZGFqd_-tq5Q
Puede ser una fecha de calendario. Puede ser el resacón absurdo después de una noche hueca. Puede ser lo indigno de verte apoltronado frente al televisor, consumiendo culpablemente basura. Puede ser la sensación de estar mecanizándote laboralmente. Puede ser el azar de encontrarte una vieja agenda telefónica (de las de la era pre-móviles), llena de ausencias ya irreparables o de amistades cortadas por una soplapollez, o por la inercia estúpida del abandono. Puede ser una temporadita criminal de tournée por hospitales, tanatorios, cementerios y funerales. Puede ser la necesidad de rebelarte contra quienes te van a convertir, si sigues escuchando y dando crédito a sus soflamas, en un bocazas sectario. Puede ser algo tan simple como tomar conciencia de que administras muy torpemente los tiempos y las prioridades en tu vida… Si suenan las alarmas ponte a bracear. Cuanto antes, y a contracorriente.
No se trata de volantazos ni de buenos y efímero propósitos de todos los fines de año (se acabó el fumeque, empiezo a estudiar swahili, dejo de jugar a la ruleta rusa con el colesterol, hago algo con mi puesta en escena, que vaya pintas que llevo, cambio la espirituosidad por la espiritualidad…). ¡Paparruchas!, que diría Scrooge.
No hay puntos y aparte, ni consignas necias de libritos de autoayuda que puedan garantizarte que tu ingreso en la “madurez” vaya a mejorarte en nada y que de esa mejora se beneficien los que tienes alrededor. No sé si es una cuestión de indulgencia cero con tus meteduras de pata, o de aferrarte a un concepto tan poco atractivo como “disciplina” para sacar de tu vida lo que sobra e introducir (o reintroducir) lo que la pueda hacerla más interesante, plena o, si eres menos ambicioso, soportable, en su segunda mitad, en su último tercio.
Estoy plenamente de acuerdo con Ramón Lobo. Nuestra soberanía está en el presente. Las máquinas del tiempo no existen y la única manera de hacer más llevadero el peso de las equivocaciones de antaño es otorgarle a ese presente, y a las cosas y personas que en él puedes disfrutar, amar, conocer, toda la importancia, toda la atención, toda la intensidad que requieran.
El pasado no creo que sea tristeza, sino una lección para hacer mejor el futuro. No hay que arrepentirse del pasado si en este pasado se hizo lo que uno considero correcto.
Cada vez que alguien logra ser feliz le está haciendo un favor al mundo.
He recordado una frase de Amos Oz en una entrevista de La Vanguardia, hace años: “Barcelona o Tel Aviv están llenas de personas que trabajan más de lo conveniente para ganar más dinero del que realmente necesitan para comprar cosas que en realidad no les hacen falta para impresionar a gente que en verdad no les gusta.”
Ser sincero y espontáneo simplifica mucho la vida.
¡Feliz día de no-cumpleaños, Ramón! Un saludo para todo.
Hay quien pregunta para qué sirve un blog. En esta entrada y la anterior se resume la esencia de una de las motivaciones principales. Salud!
También es cuestión, lo de trabajarse todos los presentes del futuro desde un presente con ánimo de regeneración, de soltar lastre. No se trata de meterse en burbujas, torres de marfil ni cotos vedados. Porque convertirías tu vida en pura distorsión. Pero sí puedes y debes elegir: o sea, lo de “La muralla”, que cantaba Ana Belén, llevado a terrenos menos épicos.
Así que, en la segunda mitad, en el tercio final, en los cuatro días que te quedan, en lo que sea, venga a abrir y cerrar la muralla. Que es un ejercicio que, por otra parte, llevas haciendo toda la puñetera vida. Así que, a seguir abriendo y cerrando, pero ahora con criterio.
Y, por mi parte, voluntad de muralla cerrada, para siempre, a los frígidos de corazón, a los gatuno-desconfiados, a los que te persiguen con el aparatito de rayos x para radiografiarte ideológicamente, a los infatuados, a los depredadores. Sentido de las distancias, como en el toreo (aunque imagino que, lamentablmente, la mayoría de ustedes serán antitaurinos). No hay manera de evitar el vivir “cerca” de ellos, pero es perfectamente evitable vivir “con” ellos.
Ay Ramón, yo sí entiendo bien la frase del padre de tu amigo. Cuántas veces nos empeñamos en luchar por un futuro que no existe y que es posible que nunca lleguemos a tener en nuestras manos, olvidándonos de vivir lo que realmente poseemos, lo único que es capaz de hacernos felices. Yo espero aprender la lección pronto.
De momento, con tu permiso, me quedo de figurante en esta película. No quiero perderme nada del making off.
Habra estreno o nos encontraremos directamente cara a la “critica” cinematografica que censure la pelicula antes de poder montarla y estrenarla.? Ya que incluso delante de la muerte somos desiguales. A unos, se les acerca la muerte y la sienten cada dia mas proxima y por tener que contar sus dias tambien se les permite hacer enmiendas y montajes de su vida, dirigir la pelicula que presentaran; a otros, lo que les espera es la Parca “segadora” que no se anuncia y no deja oprtunidad de retrospeccion.
Si consideramos que todo lo que a lo largo de nuestras vidas vamos construyendo va a ser para “habitarlo”, tambien somos desiguales, ya que en realidad no tenemos todos el mismo modo de empleo ( ni el mismo terreno, ni las mismas normas, ni debajo de nuestros pies los mismos fallos sismicos), aunque se puedan hacer las cosas bien de muchas maneras. Y a veces no te quedan mas que escombros y te empenas en que nadie te ayude a despejarlos, porque es obra tuya.
Creo que el drama es individual, el drama colectivo no existe, no sirve mas que para recordar a cada individuo no afectado por dicho drama colectivo que el drama existe. No creo que el drama colectivo sea la suma de los dramas individuales, el drama individual es mucho mas doloroso, el drama colectivo no existe para el que lo ha perdido todo.
Para volver a la pelicula final, Alain Finkielkraut, un filosofo francés, explica en su ultimo ensayo que se titula “Un Coeur Intelligent” (Septiembre 2009 – Stock/Flammarion) que Jean Cocteau solia contar la historia de un joven jardinero persa. He buscado en la red, y en vez de intentar traducir dicha historia, adjunto un enlace donde se puede leer dicha historia en castellano. Cocteau seguramente la saco de la cultura popular.
http://www.desocupadolector.net/servidor/mercader.pdf
Ramon, si por lo que entiendo es o hoy o fue ayer tu cumpleanos, un beso muy fuerte.
Dany
¿Sólo a mí me da envidia de lo bien que escribe/piensa Ramón? Ayer estuve a punto de decírselo pero como era su cumpleaños me pareció feo. Y tiene suerte de que no soy periodista ni escritora porque, sino, igual le hacía vudú.
Sobre la nieve y Madrid: Un puñado recogido junto a mi hermana, pequeñitas las dos, rociado con zumo de naranja, paladeándolo, felices por el invento (de ella, que era la mayor). Luego resultó que ya existía el sorbete. No pasa nada. Y el de orujo con pasas también está buenísimo.