69 historias de deseo
Sunday, 24 de January de 2010 por Ramón
Este año me han regalado muchas cosas. Más que nunca. Ventajas de la era digital. Internet nos permite enviar felicitaciones, canciones, poemas y todo tipo de links e intercambiarnos regalos para ofrecer amistad y dar calor, que son los objetivos en estos casos. Mil gracias a todos. A pesar de mis esfuerzos de modernización tecnológica permanente (exigencia de mi trabajo y de mi actitud en la vida) conservo una querencia natural (la edad) por lo que permanece visible y al alcance. El papel, por ejemplo, posee todas esas virtudes y más cuando se emplea para editar un libro tan soberbio como 69 historias de deseo con textos de Jean-Manuel Traimond (Electa).
Traimond se formula una pregunta al comienzo: si ahora somos más libres en el sexo que los griegos y romanos. El primer relato sobre la célebre vasija de las figuras rojas (Louvre) contiene una repuesta que se mantiene en todo el libro.
El segundo deseo narra el cuadro que representa el juicio a Freiné, una prostituta de lujo denunciada por impía: “Al fin de convencer de lo contrario a los jueces del Areópago, Hipérides, abogado y amante de Freiné, desnuda sus senos ante dicha la asamblea: un cuerpo perfecto no puede albergar un alma impía”.
Fantástico el octavo, de la serie de los Diez Mandamientos de Lucas Cranach el Viejo: No desearás a la mujer del prójimo. También El Jardín de las delicias de El Bosco (está en El Prado), cuando en la Edad Media se sitúa el erotismo en el infierno y allí sigue para muchos. El deseo decimotercero es un Caravaggio: David con la cabeza de Goliat. Al seleccionarla para el libro, Traimond sitúa a la muerte y el asesinato como deseos casi eróticos.
Maravillosa La Venus del espejo de Velázquez. Cuentan que el rey, escandalizado por los rumores que circulaban de que su pintor de Corte trabajaba sobre un desnudo, exigió verlo. Tras observar lo pintado, exclamó: “Esto es pecado”. Dicen que Velázquez respondió. “Esto es arte. Si su majestad ve pecado quizá el pecado esté en sus ojos y no en el cuadro”. No sé si es una leyenda o una realidad, pero sirve para responder a muchos moralistas contemporáneos, tan empeñados en proyectarnos sus propias inquietudes, miedos y deseos poco confesables.
Emocionante el deseo número veintiocho: el beso entre Hércules y Onfalia, que casi contagia a quien lo mira. O la foto de David Hamilton y la del último deseo de Robert Mapplethorpe, un divertido juego entorno a una presunta barra de pan.
Hermoso regalo. Gracias.
Suculenta reseña, ñaaamiii!. Dan ganas de degustarlo a sorbitos 🙂
(Felicidades cumpleañeras! se quedaron en el tintero esperando la ocasión para saltar raudas por acá a la primera ocasión 😉 )
Hoy ya no tengo ganas de trabajar. Quiero ir a por el libro y a ver museos…
Stephin Merritt, algo así como el heredero espiritual de Cole Porter, publicó en 1999 con uno de sus proyectos paralelos, el grupo “The Magnetic Fields” un triple y maravilloso disco: “69 Love Songs”. Que consistía exactamente en eso, 69 canciones de amor en todos los registros imaginables.
Para Ramón y para todos, enlace a la canción que probablemente más me gusta de entre esas 69, “Papa Was a Rodeo”
http://www.youtube.com/watch?v=Z7ndv0WqOcA&NR=1&feature=fvwp
Que tengáis todos una buena semanita.
FELICIDADES !!!!!
Siento el despiste,,,, seguro que pasaste un dia estupendo de cumple y yo sin felicitarte ……. qué pena este olvido imperdonable..
Te deseo todo lo mejor para el futuro y no quiero que pienses nunca las cosas tristes del pasado , yo sé que has tenido felicidad… me consta !! y vas a tener muchísima más , te lo mereces.
Felicidades de corazón .
oiga Lobo, ¿no puede usted plantearse escribir, y en este caso disfrutar leyendo, sin tener que atizarle siempre a alguien? ¿y usted habla de moralistas? ¿no será que le pega a sus propios fantasmas? salud
Hola, Florián. No es por actuar de portavoz de Lobo, que seguro le da más adelante una respuesta mucho más ajustada y atinada, pero ¿hay alguna razón para que quien se expresa por escrito deba tener siempre una mirada exclusivamente amable y complaciente y no pueda arrearle un estacazo, evidente o sutil, a aquello con lo que no sintoniza? Hombre, claro que el que pierda el sentido de la medida en eso de las admoniciones puede acabar pareciendo un pelma o una beata laica. Pero entonces estaríamos pensando no en Lobo, sino en algún otro colega suyo de profesión (no sé por qué se me viene a la cabeza uno que ejerce la crítica cinematográfica…)
A lo que no se puede dar estopa es a los fantasmas, que nos hacen la vida, a ratos, más sugerente. Si Felipe IV y algunos contemporáneos nuestros incorporan sus fantasías a la percepción del arte y luego subrayan que ellos no tienen fantasías, sino que la obra en cuestión es obscena, el problema no es de Velázquez ni de Lobo: el problema, gordo, cuando menos de hipocresía, lo tenían ese monarca y lo tienen esos contemporáneos nuestros.
Antes dejé el enlace al video de una de las canciones más bellas, pero también más ambiguas que conozca. Desde mi moderado conocimiento del inglés no termino de estar seguro si el protagonista descubre que su padre, rudo vaquero, se lo montaba con camioneros, si es él mismo el que tiene esa predisposición, si la mujer con la que vive no es en realidad también hermana suya (por aquello de la irrefrenable afición paterna al rodeo indiscriminado) o, incluso, si esa compañera de toda la vida no es, en realidad, un tipo que se llama Mike. Son los fantasmas, o el espíritu zumbón, del señor Merritt. Juro que he consultado con otras personas que aprecian igualmente esa canción y tienen un conocimiento mucho más sólido del inglés y tampoco consiguen llegar a una conclusión. Eso sí, si alguien tiene la tentación de hacer una lectura “moral” de esa pieza, aseguro que no tengo demasiado interés en conocer sus conclusiones.
Volviendo a lo de atizar, siempre me ha parecido que Lobo es muy mesurado, muy certero y muy poco histriónicamente “cañero” cuando echa mano de la estaca. Pero, claro, esa es sólo mi percepción.
Ah, se me olvidaba decir que el individuo que hace, a ratos, playback en el video de marras no es Stephin Merritt, sino Matt Groenig, el creador de “Los Simpson”.
No puedo responder al comentario de Florirán porque respeto todas las opiniones y además, como dice Alfonso, soy un mdoerado; en el fondo, un socialdemócrata disfrazado. Es cierto que tengo una querencia anti en algunos asuntos y cierta iglesia es uno de ellos. Mis excesos, si los hay, cosa que dudo, son nada comparados con lo que padecí bajo su educación sectaria. Salud.
pues usted perdone, pero demasiada exortación y admonición veo yo siempre. Por eso se lo decía, pero bueno