Londres, siempre Londres
Saturday, 12 de December de 2009 por Ramón
Estoy en Londres desde hace días, ya escribiré sobre ello. Aún no sé dónde, pues se trata de un viaje de placer. Quizá un post, un párrafo en un futuro libro o nada. Todo necesita reposo, fermentación. A esta ciudad magnífica regreso cada vez que me olvido de quién soy o de qué quiero. Son procesos extraños los de la memoria: un olor es capaz de desatar una tormenta de imágenes acompañadas de voces de personas muertas. Nos perdemos mucho los occidentales en los juegos del más allá, en los de afirmación y en los de negación. Unos sitúan a sus muertos en el cielo, un lugar cerrado al que los creyentes desean ir, pero si es posible, bien tarde; otros están convencidos de que tras la muerte sólo hay cenizas y viento. Aunque ideológicamente pertenezco al segundo grupo vivo estas cosas de forma muy africana. Los muertos y los vivos me acompañan siempre, todos juntos, casi nunca revueltos, hablando entre ellos y conmigo. Gracias a ellos me siento muy rico. Son toda mi vida, lo único que tengo. Hace unos días murió el padre de un amigo, un tipo muy especial. Le dije a este amigo que ejerce de hermano menor lo que antes comenté a otros (Mónica me recordará frente a las montañas de Potes): la muerte genera una ausencia dolorosa; el duelo sirve para convertirlas en presencias que acompañan.
Ayer vi y escuché el musical Los Miserables. No recordaba casi nada de la primera vez, hace 18 años. Acababa de cerrar El Sol y aún no me había llamado El País. Si se mide la vida en periodos largos, no de mes en mes, de año en año, se nota el movimiento y que esto de vivir es una aventura estupenda. La vida, como la muerte, son aventuras individuales. También el duelo. La tribu y los dioses sirven sólo para disimular el miedo de estar solo, pero incluso ese miedo es personal y hay que aprender a manejarlo.
Buen viaje Lobo. Es humano sentir esa presencia dolorosa de los ausentes cercanos a nuestras vidas..personas que creiamos imprescindibles, tal vez por nuestro egoismo, y que se nos fueron. Yo no se si vienen conmigo..pero en el corazón está su presencia. Esta época es terrible para los que tenemos navidad…su ausencia…..;da igual creas en este tinglado o no…; su ausencia y recuerdos de esos aromas que envolvían a cada persona querida..y te vienen y te remueven corazón,estomago,garganta… Tal vez descansen..donde sea..pero la soledad que dejan es muy dolorosa..Y elduelo..cada uno lo vive o sobrevive a su manera.Esas fases por las que “dicen” que hay que pasar no son iguales para todos. Y como el miedo.. a estar solo.., el miedo es necesario ..si no , no podríamos reaccionar,sobrevivir..aunque sea a duras penas… Aunque si pienso en los orpimidos…explotados…su miedo está paralizadado …..y no a penas se pueden defender. Así,lo nuestro, nuestras soledades,ausencias,miedos.. son casi un lujo , que aunque doloroso, nos podemos permitir, sufrir y sobrevivir.
En enero andaré por allí unos cuantos días. Viví un periodo de mi vida en Fulham Road, cerca de la estación, uno de los barrios a los que tengo especial cariño. Como a usted, apenas puedo pasar un año sin ir, y ahora que las compañías “de bajo coste” vuelan desde mi Valladolid, miel sobre hojuelas.
Visita obligada siempre es el mercado de Borough, la librería Books for Cooks, el paseo por la ribera del río, desde el Parlamento hasta la Torre de Londres, el ambiente de Marble Arch, ………
Buena estancia!
“Los muertos y los vivos me acompañan siempre, todos juntos, casi nunca revueltos, hablando entre ellos y conmigo. Gracias a ellos me siento muy rico. Son toda mi vida, lo único que tengo”.
Me has hecho llorar. Qué bonito post.
Y qué dirias de unos vivos tal vez muertos en algun lugar de tus recuerdos londinenses? Digamos de principios de la decada de los 80? Si, Londres, siempre Londres. Qué se està tramando estos dias en aquella ciudad? ….
Tuve la oportunidad de leer tu primer libro hace ya tiempo. Y hoy, “de hilo en aguja” como se dice en mi idioma, tropece con Londres en tu pagina personal. Quizas ni te acuerdes de nosotros…o si? Faltan los acentos en mi escrito, es que yo no tengo tu talento.
Alguien dijo que no echamos tanto de menos a las personas que se van como a la parte de nosotros que se va con ellas.
Excelente.
Me quedé sin palabras. No puedo agregar más que todo lo que se dijo ahí y el comentario sobre mí es sumamente acertado.
Londres, por cierto, que envidia!
Los mismos sentimientos. De acuerdo total contigo 3V. tambien llore-y es que Ramon tiene una manera unica de encarar esta y la “otra” o los otros-. Yo casi a diario los “siento” a mi alrededor. Ellos abandonan esta ? o se llevan consigo algo de nos? . Buen viaje Ramon, disfrutatu estadia. Salud y( otros cuadernos? )