A Europa no le crecen los enanos
Saturday, 21 de November de 2009 por Ramón
La elección era complicada: un líder intranscendente en apariencia como Herman Van Rompuy u otro trascendente, casi mesiánico, como Tony Blair. Los que eligen, es decir los jefes de Estado y de Gobierno de la UE -que no los ciudadanos en esta democracia abarrotada de intermediarios-, prefirieron lo primero: un disciplinado gestor de desencuentros. Gran decisión, que los cementerios están llenos de víctimas de visionarios, salvavidas y salvacosas.
Lo peor no son sus biografías ni su supuesta levedad (a veces saltan las sorpresas; la última esperanza reside en lo inesperado, en la lotería, como siempre), sino en el procedimiento y en las razones que siquiera se ocultan: el deseo de las dos grandes potencias europeas, Alemania y Francia, de seguir mangoneando en los asuntos comunes en beneficio propio. Es lo que más o menos hacen todos: Europa reducida a una gran caja de favores.
Ya tienen a un Donpoco al frente de la Comisión Europea y ahora triplican la vaciedad añadiéndosela a la presidencia de la UE y al puesto de Alto Representante de Política Exterior. Para este segundo cargo han escogido a una mujer por el qué dirán. Se trata de la británica Catherine Ashton, de quien Zapatero reconoce que habrá que ayudar mucho en su trabajo de ministra de Exteriores de Veintisiete países. Lo dice Zapatero, un zote en política exterior y en el arte de hablar idiomas.
Supongo que si miramos atrás, a los años posteriores de la II Guerra Mundial, la UE es un invento extraordinario. Si miramos el bolsillo sentimos Europa en cada moneda, pero me molesta la falta de visión, la cobardía de los pequeños líderes con los que nos ha tocado convivir. Me gusta mucho lo que escribe Íñigo Sáenz de Ugarte en su blog:
Una sola voz que hable en nombre de Europa. Un número de teléfono al que puedan llamar los sucesores de Kissinger. Una nueva estructura institucional para una nueva Europa. O, como decía Miliband, alguien que pueda parar el tráfico cuando se presente en las grandes capitales.
Creo que los nuevos ‘líderes’ de la UE pueden utilizar el transporte público sin problemas. No hay necesidad de que toquen los semáforos.
PD Ahora que Solana deja el puesto, ahora que de Alto Representante pasamos a Alta Representante, se debería rendir un homenaje especial a Cristina Gallach. Dicen que es su portavoz, su mano derecha, pero estas afirmaciones son tan reductoras que resultan falsas: Gallach es bastante más que eso: ha sido y es la mitad de todo lo bueno que ha hecho y pesado Javier Solana en los muchos años que lleva en la alta política.
¿Una Europa fuerte?
Si un logotipo para una empresa representa su imagen, el señor belga, ¿qué representa en la UE?
Es una verdadera lástima…
Hola Ramón,
Soy una estudiante de periodismo de Barcelona de la Universidad Ramon Llull y leo a menudo sus crónicas de “Cuadernos de Kabul”.
Me gusta mucho cómo transmite al lector la forma de vida en Afganistan centrándose siempre en el caso de una persona (su problema, su historia, sus circunstancias, etc).
Actualmente estoy haciendo un reportaje sobre el velo islámico y, a partir de ahí, toda la polémica y controversia que ha conllevado dicho pañuelo en nuestra sociedad. Querría saber si fuese posible –cuando a usted le vaya bien– hacerle una entrevista (vía correo electrónico o como a usted le vaya mejor) sobre el tema.
Muchísimas gracias,
Sara C.
saracanals@yahoo.es
El otro día hablabas de titulares y me había saltado el NO por la costumbre de leer la frase hecha. Es contradictorio que la UE sea cada vez más grande y los políticos más insignificantes pero yo no hubiera soportado que se hubiera elegido a Tony Blair. Hace poco oí a Cristina Gallach en una entrevista y me pareció una mujer muy interesante, discreta, culta, en cuya casa se hablan varios idiomas.