Cuadernos de Kabul: el privilegio de morir de muerte natural
Tuesday, 3 de November de 2009 por Ramón
Kabul ya no teme a los coche bomba ni a los comandos suicidas de los talibán, o quienes sean los que se vuelan por los aires. Tampoco teme a la guerra que lleva 30 años carcomiendo sus vidas. Ni a la pobreza ni al desempleo. Ni a una tradición sofocante que condena a las mujeres y a las niñas en el nombre de un dios que nunca protesta. Este país medievalizado por la ignorancia, las armas y la corrupción se ha visto de repente atrapado en la globalización del miedo, que es una forma excelsa de modernidad. Las calles de Kabul se han poblado de hombres, niños y alguna mujer valiente sin burka protegidos por mascarillas. No es el polvo ni la contaminación, sino por miedo al contagio de la gripe A.
Debe ser una gran liberación sentirse por unos días parte del mundo libre, de ese que llaman Primero y cuyos habitantes tienen derecho de morirse en la cama de una enfermedad común y no de metralla, bala o injusticia, que lo mismo mata.
Las televisiones emiten consejos cotidianos para evitar el contagio. Desparecen poco a poco los besos en la mejilla (solo entre hombres, una prueba de amistad), los saludos con las manos y los abrazos. El Ministerio de Educación anunció ayer la suspensión de las clases en las escuelas de primaria y secundaria y en las universidades durante tres semanas.
Ya no es la insurgencia de los talibán, los aviones extranjeros que bombardean desde demasiado alto como para distinguir los puntos buenos de los malos, ahora el enemigo es la muerte que no se ve y para aquellos que están acostumbrados a mirarla a la cara esta invisibilidad nueva produce terror.
Motivos de pánico hay en un país escaso en medicinas y en educación higiénica y con la red hospitalaria deficiente, derrotada por la guerra eterna. Aquí, una mera complicación es un factor de riesgo, una mortalidad segura.
Nasrin es una mujer llena de fuerza que se ha tomado la alerta muy en serio. Regenta un restaurante en Kabul y para evitar contagios ha comprado una decena de mascarillas y una ristra de botes de gel sanitario. Son para sus empleados, a los que enseña las normas básicas de higiene.
“Se habla mucho de prevenir la gripe A, pero no hay vacunas ni presupuesto para combatirla”, dice. “Muchos no se ponen la mascarilla por creen que son caras o porque les queda mal. Ni siquiera los policías que protegen al ministro de Sanidad llevan mascarilla. Irán tomó medidas hace tres meses y nosotros ahora, se ha tenido que morir gente para que este Gobierno reaccionase”.
En el restaurante de Nasrin los camareros tocados con su mascarilla ofrecen gel al visitante para que se lave las manos. Al fondo, una pizarra de las antiguas, de las que exigen tiza, sirve para que esta mujer generosa enseñe a sus empleados a leer y a escribir. “El analfabetismo es uno de los problemas más graves, la mayoría de la gente no sabe leer”.
Contaban los psicólogos en Sarajevo durante el asedio de los radicales serbios de Radovan Karadzic que cuando mayor es el riesgo ambiental a morir más son las ansias de sobrevivir. En la guerra anidan las esperanzas, los planes; en la paz, llegan las decepciones. Los afganos ni siquiera han tenido la oportunidad de elegir sentimientos. Ni sueños ni pesadillas, que éstas ya vienen servidas.
Publicado en Cuadernos de Kabul, en la edición digital de El País.
Gran texto y buena foto!
Lobo, casi sería cómico si no fuera trágico. Los afganos están condenados a morir, por fuego amigo y enemigo y por las enfermedades, la peor la pobreza. Y por si fuera poco, el analfabetismo que también mata y mutila la capacidad de conocer, de saber… Cuidate. Salud.
Pues sí, la ignorancia y el analfabetismo son armas con las que cuenta el enemigo. Frases demoledoras, las tuyas, como la final del artículo.
Hace ya muchos años, charlando en Rosario,Argentina, con Francisco Jarauta, quien estaba dando charlas sobre crìtica de arte en la UNR, escuchè algo del orden de lo siniestro, (viva FREUD y su Interpretaciòn de los SUEÑOS):… que Africa habìa sido “declarada” zona de ELIMINACION por parte de los poderes hegemònicos. ( no podrìa hoy decir si esa fue la palabra usada por Francisco, mas la idea, seguro que sì)
Francisco junto a otros pensadores conforman el Foro de Tànger.
Y parece que es verdad… Siempre aparecen estas “nociones” como teorìas conspirativas, no? Se reduce, discurso del poder a èsto? El PENSAR ( del otro) es conspirativo, por ende?
AJÀ…